Frontera El Ceibo: migrantes expulsados de EE.UU. y México necesitan asistencia humanitaria

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Créditos: Casa del Migrante Belén.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Regina Pérez

Desde hace varias semanas, los gobiernos de Estados Unidos y México han expulsado a cientos de migrantes, entre hombres, mujeres, niños y núcleos familiares, a la frontera de El Ceibo, en La Libertad, Petén, donde no hay condiciones para atenderlos. Estas personas necesitan asistencia de todo tipo, desde un albergue donde quedarse, hasta alimentos y transporte a sus lugares de origen.

Entre las personas expulsadas además de guatemaltecas, también hay salvadoreñas, hondureñas, cubanas y haitianas.

De acuerdo con la información del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), en los últimos tres días han “ingresado” por esa frontera 500 personas que han sido localizadas de manera irregular en Estados Unidos y México. El IGM no cuenta con el dato exacto de cuántas personas han sido expulsadas al país desde que comenzó la crisis, hace unas 4 semanas, según la vocera, Alejandra Mena.

Las instituciones presentes en el lugar no tienen capacidad para atender a los cientos de migrantes que, según organizaciones como Casa del Migrante Belén, no se les está proporcionando una asistencia humanitaria digna.

Andrés Toribio, quien dirige la Casa del Migrante Belén, en El Ceibo, dijo que ese albergue tiene la capacidad para atender a 30 personas, pero en la situación actual atienden a un promedio de 100 personas al día, priorizando a mujeres, niñas, niños y adolescentes, por su vulnerabilidad a los ataques de grupo criminales, señaló.

Los migrantes son expulsados sin información de dónde los van a dejar ni quién los va a asistir. Lo más duro es que la gente cuando llega, lo hace con una crisis tremenda, porque han sufrido en el trayecto hacia EE.UU., resaltó Toribio.

Toribio lleva más de 13 años trabajando en la asistencia de migrantes y dice que en todos esos años no ha visto una situación como esta. “Hemos visto las caravanas, sí, pero esto es más que una caravana porque la gente llega a diario, son más de 2 mil personas las que estamos atendiendo”, indicó.

A decir del entrevistado, incluso los migrantes se han tenido que quedar en la calle, porque ellos ya no tienen la capacidad para brindarles apoyo. “Quisiéramos atender a todas estas personas y darles cobijo, pero no tenemos cómo”, destacó.

También subrayó que estas personas no han sido deportadas o retornadas, sino que han sido expulsadas ilegalmente porque las regresan sin ninguna asistencia. Las están dejado en la frontera como que si sus vidas no valieran y ellos miran cómo hacen, dijo.

¿Qué necesitan los migrantes?

Entre las necesidades más apremiantes para los migrantes están agua purificada, alimentos para preparar, ropa para niños, zapatos y kits de higiene.

El albergue Casa del Migrante está ubicado en la frontera El Ceibo, a cinco minutos de la línea divisoria con México, pero a unos 178 kilómetros de Santa Elena, la cabecera departamental de Petén.

Ante la ausencia del Estado que no les brinda orientación, cuando los migrantes llegan están desubicados y no saben si están cerca de sus lugares de origen. “Dicen, ‘yo me voy’”, pero entonces el equipo de Casa del Migrante les informa donde están. “El departamento de Petén es enorme en su extensión, no es como llegar de Quetzaltenango a Totonicapán o de San Marcos a Huehuetenango, les explicamos que estamos más lejos”, señaló Toribio.

Sin asistencia del Estado

Eduardo Woltke, defensor de las personas migrantes de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), confirmó la situación relatada por Toribio y dijo que han constatado que en El Ceibo y en la frontera El Carmen, de San Marcos, se están dando este tipo de ingresos. En El Ceibo hay un vacío de instituciones del Estado y la delegación de Migración ahí no está preparada, es más, no tiene instrucciones sobre cómo proceder en estos casos porque no es una delegación que se utilice para el ingreso de retornados, dijo.

Según el defensor, los migrantes son obligados a regresar al país, sin un registro oficial de parte del IGM y no se han aplicado los protocolos de prevención a la COVID-19.

Woltke mencionó que las personas no tienen un lugar a donde dirigirse ni facilidades ni condiciones para abandonar fácilmente el lugar en condiciones dignas y de seguridad. Son pocas las organizaciones que han estado asistiendo a las personas. “Básicamente están a la deriva, no tienen una asistencia directa por parte del Estado”, añadió.

Agregó que el IGM no ha explicado por qué los migrantes están siendo expulsados a esa frontera y sobre qué coordinaciones hará la institución para darle respuesta a esta situación.

Se consultó al IGM qué tipo de apoyo se les está dando a los migrantes y respondieron que ayer se envió una delegación de 4 personas al lugar, para “conocer de cerca la problemática”.

Asimismo, informó que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha solicitado a México que los traslados se realicen por la frontera de Tecún Umán, San Marcos, donde tienen la capacidad para atender a la población.

La expulsión de los migrantes centroamericanos de EE.UU. y México a Guatemala, según las organizaciones que defienden los derechos de los migrantes, se han realizado bajo el Título 42.

El Título 42, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), es una orden emitida en 2020 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por la pandemia de la COVID-19, que prohíbe la entrada a Estados Unidos de personas sin autorización, ya sean migrantes o solicitantes de asilo.

Bajo este título, las personas que traten de ingresar a Estados Unidos por vía terrestre, son devueltas de inmediato por el país donde ingresaron, que sería México y si no es posible, a sus países de origen.

Unas 840 personas migrantes fueron expulsadas de México a Guatemala sin información o apoyo

 

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