Por: Alva Batres y Lourdes Álvarez Nájera
Luego de la denuncia pública hecha por la doctora Gricelda López, el miércoles 16 de diciembre, sobre la negativa de Manuel Adolfo Gómez Paiz, director del hospital nacional de la Amistad Japón, en Puerto Barrios, Izabal, se autorizó a un anestesiólogo para poder realizar una cirugía a María Angela Ordóñez, de 49 años, que desde hace varios días tenía complicaciones de salud en el útero.
“La obligación del sistema y del director es proporcionar un anestesiólogo, nuestra paciente está sin desayunar, sangrando; nuestros protocolos están bien claros para proceder, pero él no los sigue por capricho. Esta es una ingratitud”, relató la doctora López.
La tarde de ese mismo día, la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) informó en sus redes sociales que verificó la denuncia en ese hospital y confirmó la falta de coordinación para uso de quirófanos y roles de turnos de anestesiólogos.
Luego de la verificación la PDH recomendó al director del hospital que se coordinara con los médicos jefes de servicios para la programación de las cirugías y sus respectivos turnos.
Luego de la denuncia pública de la doctora López y de la intervención de la PDH, el director Gómez Paiz finalmente accedió a autorizar al anestesiólogo que se necesitaba para operar a Ordóñez.
“Aquí no estamos en una tienda o en un banco donde uno puede perder dinero, aquí se pueden perder las vidas de las mujeres”, advirtió la doctora López quien el 14 de noviembre presentó una denuncia ante la PDH por discriminación a las pacientes que llegan a los servicios de ginecología en ese centro asistencial pero no se ha presentado el informe circunstanciada que solicitó la PDH.
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