Créditos: Prensa Comunitaria
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Por Miguel Ángel Sandoval 

El martes 15 de noviembre se llegó a los 100 días del gobierno del presidente Gustavo Petro y en el balance de esos primeros esfuerzos, el compromiso con la paz quedó de manifiesto. Pues el planteamiento de Paz Total, tiene como primer punto, el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en La Habana hace ya 6 años. De los seis años de la firma de la paz a la fecha, los dos primeros durante el gobierno de Santos permitieron pocos pasos de avance, pero durante el gobierno entero de Duque, un uribista rabioso, el proceso entro en modo pausa. Peor aún, entro en un proceso de desgaste dirigido desde la presidencia de la república.

Es por ello que ahora que el presidente Petro plantea la paz total en Colombia y se tiene claro que todo inicia con el cumplimiento de lo suscrito en La Habana, se inicia una nueva época para la paz en Colombia. Es la segunda oportunidad que tiene el proceso, y es un momento de balance, de alto en el camino y de replanteamiento de los contenidos más importantes. Y esta segunda oportunidad o relanzamiento del proceso, cuenta con una cantidad de militantes por la paz y con mucha experiencia acumulada.

Me toco asistir invitado a un encuentro sobre experiencias de reincorporación de los combatientes, en donde esta visión del proceso de paz en Colombia, se pudo compartir con delegados de todo el país, con la presencia de la cooperación internacional, entre los cuales el PNUD, la misión de verificación de la ONU, gobiernos amigos de la paz y en particular Noruega, y gentes vinculadas a los procesos de paz en El Salvador, Indonesia, Senegal, Guatemala, País Vasco. En otros términos, se hizo un minucioso análisis de las experiencias señaladas con sus éxitos y sus fracasos, con su caudal de experiencias y con ello el tema de la paz en ese país salió mucho más fortalecido.

Uno de los temas del mayor interés, es la presencia de delegados de la instancia garante de la paz nombrados por el gobierno de Petro, que, en ocasiones, dejaba la impresión que su compromiso iba en ocasiones mucho más allá de los propios integrantes del partido de los Comunes, que es el partido construido por las FARC signataria de la paz. Por cierto, el día 100 del gobierno del pacto histórico, hubo movilizaciones en todo el país y en Bogotá, pudimos observar desde las ventanas del edificio de las reuniones, movilizaciones de apoyo a un gobierno que inicia con apoyo popular por las primeras medidas tomadas.

En las jornadas de discusiones sobre los diferentes temas de la paz, uno que llamo de manera particular la atención, es lo relativo a las preocupaciones de incidir en el nuevo plan de desarrollo nacional, en donde se queden plasmados a nivel de políticas públicas los compromisos de la paz. En este punto, se discutió de forma creativa la idea que una política pública debía tener garantizado el financiamiento y de manera mucha más clara, la idea de que cada política tuviera su espacio presupuestario y los recursos claramente asignados.

El encuentro fue inaugurado por los representantes del PNUD, la misión verificadora de la ONU, la delegada del gobierno y el secretario del partido de los comunes. En otras palabras, una muestra que el proceso de paz está vivo, y dispuesto a dar sus mejores momentos en los tiempos que vienen. No esta demás señalar que el partido de los comunes formo parte del acuerdo histórico que llevo a Petro a la presidencia. En ello hay una señal que permite pensar con optimismo para el periodo que se abre, en donde el encuentro para la incorporación de los excombatientes y la forma de dar cumplimiento a los acuerdos de paz, fueron salpicados en varios días de trabajo, por la certeza que se asiste a una nueva época.

Previo al inicio del encuentro internacional, se visitó una región en el caribe colombiano, casi en la frontera con Venezuela, en donde se impulsa un proyecto de vivienda, auto gestionado, con una fábrica de block, una ferretería y venta de materiales de construcción, escuela, tienda, biblioteca, museo de la memoria, etc. todo ello producto del trabajo de los excombatientes. Algo que se está en proceso de replicar en unos 25 lugares de concentración que hay en el país.

Las razones más concretas se pueden valorar al conocer las medidas de los primeros 100 días del gobierno del Pacto Histórico. Uno de los temas centrales es la decisión del gobierno de negociar con los terratenientes ganaderos para la compra de 3 millones de hectáreas para el inicio de la reforma del agro colombiano. A ello se agrega el compromiso que ya está encaminado en los espacios legislativos, de dar el paso a una reforma fiscal que debe dotar de recursos a la política de desarrollo rural.

Simultáneamente, hay una disminución de los casos de violencia en los primeros 100 días y una tendencia hacia su eliminación. Asimismo, hay una especie de depuración y actualización de las instancias gubernamentales para la paz, que había tenido un deterioro durante el gobierno anterior. Ello junto al planteamiento de paz total que incluye conversaciones con otros grupos aún en armas, y el férreo compromiso de cumplimiento de los acuerdos de paz ya alcanzados, permiten pensar en una segunda oportunidad para la paz. Es una buena noticia para el continente y un motivo de envidia de la buena para el tema de la paz en Guatemala que se encuentra desde hace años engavetada.

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