Este 24 de noviembre, Cristóbal Pop se presentará junto a dos integrantes más de la Gremial de Pescadores y Carlos Choc, periodista criminalizado, a un tribunal de Puerto Barrios, en un caso de criminalización en su contra, horas antes de ello, el pescador recibe amenazas de muerte.
Por Prensa Comunitaria
El presidente de la gremial de pescadores, Cristóbal Pop, escuchaba un extraño sonido afuera de su casa. Al salir a investigar qué era aquel sonido, descubrió que un dron sobrevolaba su casa.
Pocas horas después de este hecho, al lugar de trabajo de uno de sus hijos se presentaron dos hombres en motocicleta que preguntaron por el hijo de Cristóbal Pop. Al señalarlo se acercaron a él y le dijeron: “pronto vamos a llegar a la casa de tu papá, vamos a ir por él”.
Los hombres, que no parecían ser de El Estor, se subieron a la motocicleta y desaparecieron por las calles.
Cristóbal Pop enfrentará una nueva audiencia penal en su contra, esta vez por un caso de 2017, cuando personeros de la empresa minera CGN-Pronico lo acusaron de detención ilegal de personas, por una manifestación que realizó la Gremial de pescadores artesanales en las cercanías de la colonia de funcionarios rusos, para denunciar la contaminación del lago Izabal.
Tanto Pop como el resto de pescadores y el periodista acusados en este mismo caso no han dejado de asistir a las audiencias en todos estos años, algunos han guardado prisión, otros han desistido de la lucha y se han retirado, pero otros, como Cristóbal Pop, continúan en resistencia contra la minería en sus territorios.
Las amenazas han sido constantes. En otras oportunidades ha sucedido lo mismo, antes de las audiencias, lo han hostigado y amenazado, el dron que merodea su casa llega por las noches o al medio día, horas antes de una audiencia como la que se desarrollará mañana 24 de noviembre.
A pesar de ello, Cristóbal Pop afirmó que se presentará a la audiencia en el juzgado de Primera Instancia Penal de Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, de Puerto Barrios, que preside el juez Edgar Aníbal Arteaga López, como en ocasiones anteriores, está seguro de su inocencia, dijo.
El 1 de abril de 2017, cuando Cristóbal Pop salió de madrugada a pescar, encontró una espesa mancha roja que cubría la orilla del lago de Izabal. El pescador sabía muy bien que la contaminación solo podía ser responsabilidad de la mina CGN-Pronico y así lo denunció. A partir de entonces la criminalización en su contra no ha parado y ahora se suman las amenazas e intimidaciones en su contra.
