Créditos: Juan Rosales. La lluvia no detiene las rondas de los estudiantes.
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…En digna resistencia en contra del fraude electoral, seguimos en la lucha. Han sido situaciones difíciles, complicadas en cuestión de recursos, en cuestión de personal. Es una resistencia que estamos haciendo de todo corazón en el aspecto de creer en la lucha… Estudiante de la Coordinadora General de Estudiantes. 

 

Por Juan Rosales 

La camaradería y la organización es algo que salta a la vista en las tomas del Centro Cultural Universitario (CCU) y en el Museo de la Universidad de San Carlos (MUSAC). Estudiantes hombres y mujeres llevan más de 100 días en el primero y 5 meses cumplidos en el segundo. Quienes ahí organizan la oposición al fraude electoral que se dio en la elección a rector de la Universidad de San Carlos (USAC) ya se conocen. El lazo de amistad es fuerte y la militancia política se ha estrechado. En las conversaciones estan los detalles.

Se organizan para la limpieza y la cocina, también para los turnos que hacen para resguardar las puertas de ingreso a los edificios. La convicción continúa firme.

El 27 de abril de este año, un grupo de estudiantes tomó las instalaciones de MUSAC, con la intención de que se llevara a cabo la elección a rector, a través de un proceso que consideran fue fraudulento. Por su parte, el CCU fue tomado en mayo por estudiantes de la Escuela Superior de Arte y del campus central de la USAC.

Este registro visual es un testimonio de algunas de las acciones organizadas del movimiento estudiantil. Las amenazas que enfrentan son varias, como ha quedado documentado a partir de las múltiples agresiones que los estudiantes han experimentado y por lo vivido el viernes 23 de septiembre en las instalaciones del antiguo Paraninfo universitario, cuando un joven en situación de calle intento entrar a las instalaciones del centro cultural a las 2:30 a.m. La organización de los estudiantes logró evitarlo y acompañarlo a la salida del edificio.

Las tomas de las instalaciones siguen y la protesta estudiantil no mengua, ante la forma en la que está operando un Consejo Superior Universitario sin legitimidad, dirigido por un rector impuesto.

Las tomas de los principales Centros Universitarios de la USAC, por parte de los miembros de la Coordinadora General de Estudiantes, se mantinen firmes, en protesta por el fraude electoral en la elección a rector y la consecuente imposición en ese alto cargo, de Walter Mazariegos, además de denunciar las carencias de la Universidad y exigir una mejor educación superior y una nueva elección a rector.

Cada toma tiene sus propias características, debido a que cada espacio está tomado por estudiantes de diferentes facultades y unidades académicas. En el Centro Cultural Universitario se puede observar a los y las compañeras sumergirse en sus distintas formas de arte a partir de la carrera que estudian, improvisación musical, dramaturgia, pintura, grabado y las pláticas de política estudiantil y universitaria.

La convicción de lo que están haciendo para demandar una nueva elección a rector es firme, pero la Escuela Superior de Arte (ESA), desde su creación en abril del 2006 se ha enfrentado a la falta de un espacio propio, esa realidad los ha llevado a organizarse, para contar con mejores condiciones e incluso para pedir mejores salarios para los docentes.

Las condiciones de los estudiantes de la ESA los ha llevado a tomar las instalaciones en 2018, 2019 y ahora en el 2022; esto es una muestra del nivel organizativo y de entrega al movimiento estudiantil, pero también es una imagen que pinta de pies a cabeza a las autoridades del CSU, de la ESA y de la USAC, y el desinterés por mejorar la situación en la que los estudiantes reciben clases.

En el MUSAC la situación es diferente: los y las estudiantes que mantienen esa toma son de facultades y escuelas no facultativas que están en el campus central. Las pláticas nocturnas se ponen intensas y las bromas no se hacen esperar; cenan, hablan de cosas pequeñas, ya se conocen, se preguntan por el trabajo, por la familia, por el turno en la puerta y atienden a “Tomita”, la perra que se regaló desde cachorra en la toma del MUSAC.

Discuten temas de la situación del MUSAC y de las tomas en general. Organizan eventos para recaudar fondos que se destinan para la compra de víveres y así mantener las tomas. Las preocupaciones son varias, pero la toma del parqueo del MUSAC por parte del comité de huelga de la facultad de Derecho, afín a Mazariegos, conocidos como “los güizaches”, es una de las principales preocupaciones y una razón por la que se toman las instalaciones del Instituto de Estudios Interétnicos y de los Pueblos Indígenas, IDEPI, y del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad San Carlos de Guatemala, IDHUSAC. La convicción por la lucha es alta y las demandas se mantienen en la línea, con la Coordinadora General de Estudiantes, una nueva elección a rector.

Las donaciones dejaron de llegar y los estudiantes han tenido que resolver, para mantener la resistencia; enfrentar las amenazas de grupos de choque y que les corten el agua o la luz.  Han sabido resolver la situación de los víveres a través de festivales de arte, en los que piden alimentos para entrar a las actividades.

Estudiantes de la ESA interpretan algunas piezas musicales para pasar el tiempo en la toma. Foto Juan Rosales.
El Arte y la organización estudiantil. Foto Juan Rosales.
Las rondas se vuelven una necesidad para mantener la seguridad del perímetro. Foto Juan Rosales.
La observación de cualquier anomalía no pasa por alto a los estudiantes. Foto Juan Rosales.
Un Paraninfo tomado. Foto Juan Rosales
La lluvia no detiene las rondas de los estudiantes. Foto Juan Rosales.
Los salones históricos del Paraninfo una vez más se vuelven sitios en los que se hace historia. Foto Juan Rosales.
Organización y discusión forman parte de las noches de los estudiantes. Foto Juan Rosales.
El compromiso con la Universidad y su autonomía, es uno de los motores de la lucha estudiantil. Foto Juan Rosales.
Los salones del MUSAC siguen haciendo historia en el movimiento estudiantil. Foto: Juan Rosales.
Las rondas en el MUSAC. Foto Juan Rosales.
Los radios walkie talkie se han vuelto un equipo esencial en las tomas. Foto Juan Rosales.
La observación y la vigilancia se vuelven un quehacer del día a día. Foto Juan Rosales.
Los rostros tapados también se han convertido en una medida de seguridad necesaria. Foto Juan Rosales.
La inclusión en la lucha estudiantil. Foto Juan Rosales.

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