Créditos: P. Ricardo Falla. 1988.
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Julio Calmo García fue un miembro destacado de las Comunidades de Población en Resistencia, en Ixcán, Quiché, entre 1982 y 1996. Con valentía y determinación participó en la defensa y organización de la población, para sobrevivir a los crímenes cometidos en ese entonces por el ejército de Guatemala. Fabián Genaro

Por Fabián Genaro*

El 28 de septiembre 2022, recibí con mucho pesar la triste noticia de que uno más de los compañeros que defendieron las tierras durante los años del conflicto armado interno, se ha ido de este mundo.

El compañero Julio Calmo García de Pueblo Nuevo, murió atravesando el río Compadre, el 27 de septiembre 2022 a las 3 p.m. Iba a tapiscar maíz en la vega del río Xalbal, había avisado de su llegada con personas de Santa Clara que lo ayudarían en la tapisca, pero lo esperaban y no llegó, eso los alertó y fueron a buscarlo, pero solo estaban sus cosas a orillas del río. Fue hasta el 28 de septiembre de 2022 que encontraron su cuerpo y se confirmó que murió ahogado.

Del lugar donde fue arrastrado por el agua su hermano menor Belisario Calmo García y demás personas que se unieron en la búsqueda, lo encontraron a 200 metros río abajo. Su cuerpo fue velado en su casa de Pueblo Nuevo y enterrado en el cementerio de la localidad este 29 de septiembre 2022.

En coordinación con sus familiares quiero compartir los recuerdos que tengo de Julio Calmo García, empezando por los datos personales: nació el 10 julio de 1962 en el municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango. Por la pobreza no tuvo oportunidad de estudiar. A los 8 años acompañaba a sus padres para ir al corte de café en las fincas de la bocacosta, donde recibían un pago de 15 centavos por tarea o quintal cortado.

Foto: P. Ricardo Falla. 1988.

Desde muy pequeño cuidaba borregos en Santa Bárbara. Pastoreaba para ayudar a su familia. También ayudaba a preparar la tierra para la siembra de papa, cebolla, frijol chamborote, manzana y durazno. Pero las pocas oportunidades y la poca tierra, hicieron que la familia de don Vicente Calmo Sánchez y doña Rosa García, padres de Julio, tomaran la decisión de emigrar a Ixcán en búsqueda de un mejor futuro y una vida mejor sin explotación laboral como en las fincas cafetaleras.

Fue así como en 1974, con 12 años, Julio llegó a Pueblo Nuevo con sus padres y hermanos, donde con la ayuda del padre Guillermo Woods obtuvieron una parcela de 400 cuerdas y un lote para vivir. Esto vino a cambiar la vida de miseria que tenían, cultivaban la tierra y tenían comida suficiente.

En 1980 inició el conflicto armado interno en Ixcán. Con 18 años de edad, Julio fue testigo de los asesinatos selectivos en Pueblo Nuevo y de las acciones que realizó la guerrilla. Fue tomando conciencia de la realidad que se registraba en el país. En 1982, con la política de Tierra Arrasada lanzada por el gobierno y ejército de Guatemala sobre todo el Ixcán, las familias de Pueblo Nuevo se refugiaron en la montaña y se formaron las comunidades de población en Resistencia (CPR), donde fue conocido como el compañero Narciso.

Tuve la dicha de conocerlo en 1983, a mi primera llegada a las comunidades de Pueblo Nuevo. Estaban en un campamento llamado Chicoy, a la altura del Centro Los Altos, del otro lado de San Lucas, cruzando el río Xalbal.

Por ser un joven muy activo en la CPR de Ixcán estuvo en diferentes cargos: fue miembro activo de las Fuerzas Irregulares Locales (FIL), era la primera fuerza que le daba protección a las familias y toda la comunidad frente a los ataques del ejército o cuando se daban las incursiones en el área.

En época de verano, el ejército cruzaba el río desde San Lucas, cuando iba a Cuarto Pueblo o a Pueblo Nuevo, pasando obligatoriamente en los territorios de las CPR donde estaban refugiadas las familias que más adelante fueron conocidas como el Sector H1 o Sector 10 de marzo.

También se conoció como campamento las Maravillas y finalmente el asentamiento Los Altos. En tiempo de lluvia el ejército cruzaba desde el puente Xalbal, por lo que pasaba en los territorios donde vivían estas familias; el compañero Narciso, junto a muchos jóvenes valientes, se enfrentaban a los militares y daban protección a las familias.

También desempeñó tareas de correo entre las comunidades de H1, Pimiento 2 y 23 de enero. Esa responsabilidad era una de las más delicadas en su momento- Tenían que llevar la información y comunicaciones entre las comunidades de CPR. “Lloviera, tronara o relampagueara”, el correo tenía que pasar y llegar al punto a la hora indicada. Varios correos (personas) perdieron la vida al caer en emboscadas del ejército, pero Narciso supo evadir los peligros, conociendo mejor el área desempeñó su trabajo con mucha eficiencia.

Cuando el nivel de organización creció en la CPR, se formaron los Servicios Médicos (SM), donde Narciso fue uno de los promotores de salud que atendían a personas enfermas con medicamentos naturales, y cuando llegaba alguna medicina de México, les brindaba lo básico; el conocimiento de las plantas medicinales ayudó a cubrir las necesidades básicas, los enfermos y heridos de gravedad eran enviados al lado mexicano, a un centro de atención más especializado.

Además, como familia, formó parte del Comité de Campamento o Comité de Comunidad. La máxima autoridad, ya que no había alcaldes auxiliares, eran los comités los que coordinaban y dirigían todo. Julio desempeñó ese cargo por varios años el frente de su comunidad. Cuando nos tocaba ir a visitar la comunidad desde el Comité de Parcelarios de Ixcán (CPI), nos recibía y nos brindaba todo un reporte de lo que pasaba.

Aprendieron a planificar, a hacer planes de emergencia, distribuir recursos, planificar el cultivo y la alimentación, hacían planes de seguridad, repartían todas las tareas del diario vivir de la comunidad, hacían informes y reportes diarios de la situación en el Ixcán de acuerdo a la información que llegaba de todas partes. Los comités tenían una labor muy importante en la vida de la CPR y Julio lo hizo eficientemente.

Foto: P. Ricardo Falla. 1988.

También formó parte de diferentes comisiones en la comunidad: en la Comisión de producción, que organizaba y garantizaba las siembras y la alimentación de las familias. Fue responsable de grupos que iban a traer carga desde Saigón (Maravillas Tenejapa) a los Lirios (Los Ángeles, Ixcán). La labor de los transportistas era muy elemental, se organizaban grupos de cargadores de entre 25 a 60 personas que iban por una semana a traer los recursos necesarios para la comunidad. Julio participó activamente en estas faenas difíciles, pero siempre con la sonrisa que lo caracterizaba.

Con la “Salida al Claro”, en febrero de 1992, cuando la CPR abandonó la montaña, Julio formó parte del asentamiento Los Altos, cuando a finales de 1995 se tomó la decisión de trasladar a las familias sin tierra de la CPR a lo que es hoy se conoce como la “Primavera del Ixcán”. Julio se quedó con su familia en Pueblo Nuevo. Por lo que, por su madurez y capacidad, fue nombrado en el Comité de Camino del Centro Los Altos, Líder del centro los Altos, alguacil de la alcaldía de Pueblo nuevo. Conjunto o coro de Iglesia católica, Comité de iglesia católica. Todo como servicio comunitario.

Se dedicó a trabajar la tierra, la ganadería, el cultivo de cardamomo, frijol, arroz, maíz y otros. Era motosierrista y siempre activo en la comunidad. El día de su muerte iba con sus costales para tapiscar la milpa en la playa del río Xalbal, pero perdió la vida en el río Compadre.

Yo tuve la dicha de conocerlo y realizar varias tareas con él, durante los viajes a Saigón o cuando visitábamos a la comunidad, teníamos casi la misma edad con Julio, el mismo día de nacimiento y siempre nos tratábamos con cariño como se hace entre compañeros, por lo que no me resta más que decir: ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, COMPAÑERO NARCISO!

*Editada y publicada con autorización de su autor

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