Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 14 minutos

 El escandaloso fraude e imposición de Mazariegos desencadenó desde el 27 de abril, una resistencia que alcanzó 139 días con la toma de varios centros universitarios, incluyendo el Campus Central; 21 recursos de amparo en las cortes en contra de lo actuado por el CSU en el fraude, movilizaciones, vistas públicas y jornadas de trabajo en las calles, entre formas de protesta. El rector de facto Walter Mazariegos publicó el 2 de agosto un comunicado, que no fue discutido ni consensuado por el Consejo Superior Universitario (CSU) y cuyo contenido expresa una amenaza a estudiantes, trabajadores y docentes en resistencia, a quienes exige que “depongan las medidas de hecho”.

Dos días después del comunicado, Mazariegos utilizó a un grupo de choque para intentar desalojarlos. El 4 de agosto quedó al descubierto quiénes dirigieron y participaron de este ataque, en su mayoría trabajadores administrativos, funcionarios y miembros del CSU de la Universidad. El asalto al campus fue frustrado.

Por Prensa Comunitaria

La resistencia universitaria se había instalado en la toma del campus desde el 19 de mayo, en rechazo a la imposición del fraude, para los estudiantes cerrar con la toma del Campus Central y otros centros universitarios es quitarle la posibilidad de gobernar a Walter Mazariegos. El 4 de agosto, para sorpresa de muchos, un grupo de consejeros, directores de áreas administrativas y trabajadores afines a este personaje, irrumpieron por la fuerza la principal ciudad universitaria.

Un mes antes, el 1 de julio, Mazariegos se había autoproclamado vencedor de una elección que nunca se realizó. De facto tomó la rectoría de la Universidad y a dedo nombró a sus seguidores -gente de confianza- en puestos clave de la USAC.

En cierta medida, la autoimposición de Mazariegos bien podría recordar lo que había pasado en Washington, Estados Unidos el 6 de febrero de 2021, cuando una horda de seguidores del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asaltó el Capitolio luego de que el político seguía autoproclamándose vencedor de la elección presidencial en aquel país. Como en Washington, en Ciudad de Guatemala una horda pretendía, por la fuerza, recuperar el Campus Central e imponer a Mazariegos como rector de la USAC.

En una acción planificada, los seguidores de Mazariegos se disponían a entrar por asalto el campus: algunas personas entrevistas describieron cómo este grupo de choque logró ingresar a Universidad, luego que se permitiera que unos cuantos trabajadores entraran al Campus, lo que fue aprovechado para infiltrar al personal de la Dirección General de Administración (DIGA), y provocar la quema de un vehículo como distractor. Su objetivo era quitar por la fuerza a estudiantes, docentes y trabajadores que mantenían la toma y entregarle al usurpador un campus liberado.

Prensa Comunitaria reconstruyó ese mismo día lo ocurrido, al conversar con estudiantes de la Coordinadora General de Estudiantes CGE en la toma, sindicalistas y docentes que presenciaron y estuvieron cerca de los hechos.

El 4 de agosto

El recién nombrado director de la DIGA, Luis Pedro Ortiz de León, leal a Mazariegos, había convocado dos días antes a un grupo de trabajadores a su cargo. Los estudiantes denunciaron que estos se acercaron de forma intimidatoria, pero que luego de varios minutos se retiraron. Ese día, los estudiantes identificaron a varios hombres armados. Los rumores de un ataque contra los alumnos iban tomando fuerza.

Por testimonios de los estudiantes en la toma del campus central, se sabe que a las 11 horas del 4 de agosto, un individuo con el rostro cubierto se acercó a la puerta principal de la USAC, donde tres estudiantes estaban encargados de cuidar el ingreso. El hombre les apuntó con un arma de fuego frente al rostro y les ordenó que corrieran o que murieran allí mismo. Los estudiantes se resguardaron y, de inmediato, un grupo de personas no identificadas en ese momento ingresaron por la fuerza al recinto universitario. Corrieron en dirección a la Facultad de Humanidades.

En el parqueo de esta facultad -Edificio S4-, una camioneta agrícola color blanco comenzó a incendiarse. Los hechos ocurrían casi en simultáneo: la quema del vehículo se sumaba a la agresión contra los estudiantes pocos minutos antes y ocurría en el preciso momento en que un grupo de choque esperaba a pocos metros de la entrada de la universidad -en Los Chatos-. Eran todas acciones que requirieron planificación, sincronización y organización previa.

Sobre la quema del vehículo los estudiantes e integrantes del Sindicato de Trabajadores de la USAC (STUSC), denunciaron que fueron personas particulares que se infiltraron para realizar esta acción y luego inculparlos a ellos. “La camioneta no es nueva, porque se nota que las llantas son viejas y el carro está totalmente oxidado y fuera de servicio”, aseguraron a Prensa Comunitaria.

Estudiantes y sindicalistas afirman que el incendio fue un distractor, ejecutado justo cuando los agentes de seguridad de la USAC y personal de la DIGA, rompieron el portón principal de ingreso al campus, dañaron la infraestructura e incluso persiguieron a los estudiantes, que lograron resguardarse en varios edificios.

Varios testigos vieron como Luis Pedro Ortiz, el director de la DIGA, ingresó a la fuerza por la entrada del Anillo Periférico. De acuerdo con esta versión, Ortiz iba acompañado por un grupo de choque conocidos como “Los Jamones”, de quienes se sabe suelen andar armados. Tras irrumpir, comenzaron a botar uno de los portones, arrancaron las mantas y carteles y destruyeron todo a su paso. Gente del Gobierno de Alejandro Giammattei, contratada en el Consejo Nacional de la Juventud CONJUVE, con plaza en la USAC,  también participó en este grupo, según los testimonios recogidos.

En el interior del campus central se encontraba otro grupo de los agentes de seguridad, pero estos no intervinieron para evitar la quema del vehículo; al contrario, aprovecharon el ingreso de una motobomba para escoltar al grupo de choque y desmantelar parte de las instalaciones de la toma. El propio jefe de seguridad de la universidad participó del asalto.

Otro grupo de trabajadores de comunicación de la universidad, estaban dentro del grupo de choque; se identificó a personal de Radio Universitaria y al vocero de comunicación, Christian Martínez, quienes se dedicaron a fotografiar a los estudiantes, a los del sindicato, docentes y periodistas que estaban transmitiendo en vivo la agresión.

Luis Pedro Ortiz de León, tras su ingreso al Campus Central. Foto Juan Manuel Rosales

Las 12:37 del día 4 de agosto

Casi una hora transcurrió para que los estudiantes fueran retomando el control del campus. No estaban solos, decenas de universitarios llegaron en su auxilio y en pocos minutos expulsaron a cada uno de los que formaron parte del asalto, incluido Ortiz, y el jefe de seguridad. Formaron una cadena humana y obligaron al director de la DIGA a retirarse; con él se fue el resto del grupo de choque.

Dos personas no identificadas, que portaban chalecos negros e iban armadas, daban seguridad a Ortiz, denunciaron los estudiantes. Ya con los agresores evacuados del campus, convocaron a una conferencia de prensa en la que denunciaron las agresiones y el asalto a las instalaciones de la Universidad y responsabilizaron a Walter Mazariegos como el artífice del ataque.

Ortiz depende directamente de las directrices de la secretaria general de la Universidad, la cual está dirigida por Luis Fernando Cordón Lucero, abogado, ex director de Asuntos Jurídicos de la USAC y representante de docentes de Humanidades en el CSU, uno de los más cercanos a Mazariegos.

A los agentes de seguridad de la universidad se les obligó a retirarse del campus por su participación en el ataque. El CSU, que en su mayoría da su respaldo al fraude y al rector impuesto, no se pronunció; tampoco sancionó a Cordón Lucero, ni a Ortiz, por el ataque en contra de los estudiantes. A Ortiz, después del incidente, se le permitió dar declaraciones en varios medios de comunicación corporativos y ha aparecido en distintas actividades al lado de Mazariegos.

El departamento de Asuntos Jurídicos no inició ninguna investigación contra Ortiz y los trabajadores administrativos que ingresaron a la fuerza en el campus. Finalmente, doce consejeros condenaron la violencia y la participación de funcionarios y personal de la USAC, en grupos armados de choque. El resto de consejeros -32 en total- guardaron silencio.

Cuatro días después del incidente protagonizado por el mismo director de la DIGA, este envió al CSU un informe – REF. DIGA-464-202-, en el que señala directamente y responsabiliza con nombres y apellidos a estudiantes, trabajadores y profesores que permanecen en la toma del campus y a otras personas, quienes llegaron en apoyo de los estudiantes, luego de conocerse del ataque. Es decir, después de intentar tomarse el campus por la fuerza con sus matones, Ortiz ha buscado perseguir a los estudiantes que protestan por la elección fraudulenta de Mazariegos.

En el mismo informe, Ortiz afirma que hay un grupo de personas que ingresaron con él en el Campus; se trata del equipo del área de Proyectos de Urbanización y Plan General de Remodelaciones -Urba y Remo- de la División de Servicios Generales.

En el informe, firmado por Ortiz y por Ronnie Hiram López González -jefe de seguridad- se hace constar que ese día estuvo presente el Coordinador de Medio Ambiente, ingeniero Juan Pablo Barrios, y el Coordinador de Seguridad Física; además del personal de la DIGA asignado al Centro Metropolitano Universitario CUM, como José Cordero y Juan Carlos Molina, Administrador del CUM en zona 11. Señalan en el lugar al arquitecto Milton Fuentes, Coordinador de la División de Servicios Generales y representante del Colegio de Arquitectos ante el CSU; y al jefe del Departamento de Seguridad Física.

La DIGA adjunta con este informe, una entrevista en video del coordinador de este departamento, que fue producida por su equipo, haciendo uso de material audiovisual de la cobertura de Prensa Comunitaria, sin autorización del medio y sin citar la fuente del material.

Grupo de choque y comisión de diálogo de Mazariegos

Tres de los siete nombrados por Mazariegos desde el 27 de julio para formar parte de la “Comisión de Diálogo” creada para liberar las instalaciones tomadas, participaron del grupo de choque el 4 de agosto. Dos de ellos integran el Consejo Superior Universitario: Milton Giovanni Fuentes López, representante del Colegio de Arquitectos de Guatemala, y Berner Alejandro García García, representante del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG). El tercero es el recién nombrado director de la DIGA, Luis Pedro Ortiz de León.

Veintidós días después del ataque al campus, la DIGA emite una carta dirigida a varios representantes estudiantiles de la Coordinadora General de Estudiantes CGE-USAC y a varios docentes con un punto único en el que piden que: “se nombre a representantes de estudiantes para conformar la Comisión de Diálogo y poder iniciar con las conversaciones para le reapertura de las diferentes sedes universitarias”, cita el documento REF. Comisión/CSU 03-2022.

En la carta no se toman en cuenta las demandas de la comunidad universitaria en resistencia: la declaración de nulidad del proceso de elección a rector, la convocatoria a un nuevo proceso de elección en un corto plazo y el desconocimiento público de Walter Mazariegos Biolis como rector, entre otros.

Estudiantes de la USAC han identificado ya a buena parte de los leales a Mazariegos que integraron el grupo de choque el 4 de agosto. Varios de ellos tienen cargos importantes dentro de la USAC, algunos fueron ratificados en puestos o fueron nombrados por Mazariegos recientemente. Otros tienen plazas en instituciones gubernamentales como la CONJUVE.

Comisión de diálogo nombrada por Walter Mazariegos. Foto SoyUsac

Luis Pedro Ortiz de León, nuevo director de la DIGA

La DIGA tiene como “fin fundamental es promover la integración entre la Universidad de San Carlos de Guatemala y la sociedad guatemalteca, en el marco del desarrollo humano, social, cultural, económico y político del país.”  Ortiz de León trascendió públicamente el 4 de agosto por un vídeo que se viralizó y que fue publicado en las redes sociales como Tik Tok, Twitter, Facebook y en los medios de comunicación. En el vídeo, alguien grita “mula” al funcionario de Mazariegos. Al grito lo acompaña el sonido hueco de un golpe que Ortiz recibió en la cabeza mientras intentaba dar declaraciones tras ser expulsado de la ciudad universitaria.

Así se dio a conocer este personaje que dirigió las acciones violentas con que el grupo de choque de Mazariegos, que buscaba desalojar por la fuerza a los estudiantes que protestaban contra el fraude.

En la incursión, Ortiz amenazó de muerte al secretario general del Sindicato de Trabajadores de la USAC -STUSC-. La denuncia quedó grabada en la transmisión en vivo que realizaba el sindicato desde su cuenta oficial de Facebook. El saldo de la incursión de Ortiz y su grupo fue de un vehículo agrícola viejo quemado, amenazas de muerte a sindicalistas, amenazas con arma de fuego a los estudiantes en la toma y la destrucción de la infraestructura del ingreso al campus. Pero la operación con la que el director de la DIGA pretendía romper la resistencia fracasó.

Con sus propios actos, Ortiz de León ha demostrado que no es una persona que privilegie el diálogo para resolver los conflictos. Aun así, fue designado para conformar una mesa de diálogo, esto por decisión  de un grupo de consejeros del CSU -aliados de Mazariegos- y por el propio Walter Mazariegos.

Leer también: USAC: crean comisión de diálogo dirigida por quienes cometieron el fraude

Ortiz, es un ingeniero civil graduado de la Facultad de Ingeniería, es agremiado del Colegio de Ingenieros de Guatemala CIG, y forma parte de la junta directiva actualmente. Según una publicación de La Hora se graduó en el año 2019.

Ha sido de los más cercanos a la ingeniera Wendy López Dubón, ex directora de la DIGA y quien fue ubicada en este puesto por el exrector e ingeniero Murphy Olympo Paiz Recinos. López Dubón ocupa, desde julio, el cargo de jefa de la Dirección General de Extensión Universitaria (DIGEU). Ortiz y López Dubón mostraron su apoyo a Mazariegos y fueron ascendidos por el autonombrado rector. USAC: Mazariegos se proclama rector y propone a sus primeros allegados

Aunque no se pudo establecer el año de ingreso de Ortiz a la USAC o la Facultad de Ingeniería, se sabe que ya en el año 2008 asistía a esa facultad y en 2011 ocupó el cargo de Vocal IV en la junta directiva, cuando Murphy Paiz era el decano.  Del exrector Paiz Recinos se sabe que en mayo logró una medida sustitutiva a la prisión preventiva, tras ser señalado por la FECI y CICIG de participar de una de las redes de cooptación de las cortes.

En la actualidad, Ortiz, además, es Vocal II del Colegio de Ingenieros de Guatemala (CIG), un cargo que varios ingenieros han denunciado consiguió de forma opaca. Según esta denuncia, Ortiz incluso amenazó a una ingeniera civil durante una de las asambleas del CIG en abril del 2021. Por esa amenaza tiene una denuncia abierta en el Ministerio Público (MP).

En documentos de la USAC, Ortiz aparece desde 2020 como parte de la nómina de la Escuela Superior de Arte con el puesto de secretario, cargo que mantuvo hasta el 1 de julio de 2022, con un salario de Q22 mil 362, bajo un contrato 011. Con el reciente nombramiento como director de la DIGA y revisando los datos de salarios de la ex directora López Dubón, Ortiz podría recibir unos Q45 mil 628 al mes, según el Sistema de Información Financiera (SIIF).

En Guatecompras hay documentos que acreditan que el ahora director de la DIGA participó en  2011, en una de las juntas de cotización de la USAC. Según el acta 5462 de la División de Servicios Generales, fue para el proyecto de “Adoquinamiento de avenida interna del Centro Universitario de Occidente, entre la calle Rodolfo Robles y 1ra. Calle zona 1, Quetzaltenango”, por un monto de Q1 millón 788 mil 256. Ese mismo año formó parte de la junta directiva de la Facultad de Ingeniería como representante estudiantil.

En 2011, el abogado Carlos Estuardo Gálvez Barrios era rector universitario. En la actualidad, Gálvez tiene un proceso penal abierto por corrupción en la Universidad y otro por cooptación de las cortes, precisamente por un caso relacionado a la construcción de un edificio en el Centro Universitario de Occidente CUNOC en Quetzaltenango. En ese caso,  la FECI y la CICIG investigaron transacciones irregulares por un monto estimado de Q64 millones.

Ortiz logró mantenerse en la administración de la USAC saltando de rector en rector. Del 2018 a 2019, la ingeniera Wendy López Dubón le dio una plaza como asesor en la DIGA, algo que denunció públicamente el ingeniero Luis Estrada. Los señalamientos de violencia y corrupción de Luis Pedro Ortiz de León son reiterativos.

Con la elección como rector de Estuardo Gálvez en 2010, Ortiz logra una plaza en el departamento de Registro y Estadística, con lo que accede a la emisión de los títulos universitarios, desde donde podría haber vendido títulos, según afirma el Ing. Luis Estrada, un ingeniero que a través de su cuenta de Facebook realizó en 2021 varias denuncias; es un agremiado del Colegio de Ingenieros de Guatemala CIG, egresado de la Facultad de Ingeniería de la San Carlos. Doce años después, Gálvez enfrenta dos casos penales, el primero se trata del caso Comisiones Paralelas 2020 y el segundo por la construcción de un edificio para clínicas, laboratorios y aulas en el CUNOC. Las fechas coinciden con la participación de Ortiz en 2011 dentro de una de las juntas de cotización de la USAC.

Más señalamientos contra el director de la DIGA

En varias denuncias públicas realizadas por Luis Estrada, el 6 de octubre de 2021, este señala que Ortiz tiene una larga lista de señalamientos y denuncias en su contra. Una de las más graves ocurrió en 2021: Ortiz fue denunciado en el MP por amenazar durante una asamblea de agremiados del CIG a la ingeniera civil Nivia Marcela Ramírez Cardona, según consta en el oficio de denuncia No. MPE 01-2021-14178.

Durante los años 2013 a 2015, Ortiz dio su apoyo en la campaña del ex rector Carlos Alvarado Cerezo. Estrada, en otra publicación en redes sociales, denunció que Ortiz, tras ser electo Alvarado, ocupó una plaza desde la cual se encargó de dirigir las juntas de cotización y licitación, además del control del área de comercios de la USAC. La Hora, en un reportaje, publicó que Ortiz continúo participando durante ocho años en los procesos internos de adjudicación de servicio y bienes -2013 y 2020-, en la que se adjudicaron por lo menos Q3 millones.

Su nombre también salta en uno de los informes de auditoría de 2015, en la sección de Deudores varios 1.1.10.0.01.0.00, con irregularidades por Q9 mil 908.83, documento PD 1294, de fecha 30 de junio de 2014, según información de la Contraloría General de Cuentas (CGC) y Documento de Liquidación del presupuesto de ingresos y egresos del 1 de enero al 31 de diciembre de 2015.

Ese mismo año, Ortiz intentó de manera frustrada ser diputado al Congreso de la República. Formó parte del partido político Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) en las elecciones generales, inscrito en el listado distrital. Se postuló como candidato a diputado por el departamento de Santa Rosa, y públicamente aparece junto al binomio presidencial al lado de Sandra Torres Casanova, la candidata presidencial, señalada de financiamiento electoral ilícito, y del empresario azucarero Mario Leal Castillo, quien fue prófugo de la justicia, señalado de integrar una red de tráfico de  influencias, según publicó en 2018 Prensa Libre.

El entonces candidato a diputado por Santa Rosa estuvo regalando láminas, playeras con el eslogan de la UNE, gorras y palanganas a las mujeres a cambio de votos.

A lo interno de la USAC, Ortiz formó parte de los grupos dirigidos por Jorge Mario García, alias “Guilligan”, otro personaje señalado de corrupción y de dirigir a grupos violentos, quien asumió como alcalde auxiliar de la zona 21 en el año 2011, puesto que mantuvo durante 10 años como Unionista.

Guilligan retuvo la Asociación de Estudiantes Universitario AEU “Oliverio Castañeda de León” durante 15 años; ingresó a la USAC a inicios de la década de los 90 y sigue siendo estudiante. En 2015 fue representante estudiantil de la Facultad de Humanidades ante el CSU. Entonces, Mazariegos ya rea decano de esa facultad y uno de sus aliados. Ortiz de León también estuvo trabajando en esta alcaldía auxiliar de la zona 21.

LEER TAMBIÉN:

De Oliverio a Isla de Gilligan. Cómo fue cooptada la AEU

Señalamientos en el Colegio de Ingenieros de Guatemala

La Universidad de San Carlos, no es el único espacio en el que se señala el comportamiento y las practicas opacas y violentas de Ortiz, en el Colegio de Ingenieros de Guatemala, se le señala de formar parte de una estructura que retiene la junta directiva por 10 años. A varios de los integrantes de esas juntas directivas se les vincula a casos de corrupción.

En este espacio, se le vincula con Kenneth Estrada, Byron Pivaral, Milton Santizo, Wendy López Dubón – jefa de la Dirección General de Extensión Universitaria (DIGEU)-, Claudia Palma y Orlando Monzón, todos agremiados. Silvio Antonio Orozco Castillo es el actual presidente del colegio, y contratista del Estado, quienes podrían estar malversando los fondos del CIG, señala el 14 de octubre del 2021, la denuncia pública del ingeniero Luis Estrada.

Ortiz y Wendy López son cercanos del ex rector Ingeniero Murphy Olympo Paiz, quien fue asesor del CIG en los años 2013-2015 y presidente de la Junta de Administración del Timbre del CIG en 2014. Murphy Paiz luego presidió el CIG de 2015 a 2017.

En 2020, en un reportaje de ConCriterio, se muestra la relación del ex rector Paiz, con el Director de Caminos, el ingeniero Fredy Chojolán, con quien compartió la Junta Directiva del Colegio de Ingenieros, Romero Chojolán era uno de los vocales, quien obtuvo tres contratos con la USAC, siendo rector Murphy Paiz.

A esta red desde la junta directiva y agremiados del CIG se le vincula con varios ministerios en el Estado, al control de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (COVIAL) y el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (MICIVI), como lo mostró El Periódico, de la cual tiene el control Mario Aguilar. A lo interno a la USAC, se vincula a la Facultad de Ingeniería, a la rectoría, miembros del CSU y funcionarios administrativos de la universidad.

Con ese perfil, Luis Pedro Ortiz de León con Mazariegos usurpando el cargo de Rector,  tiene el control de la DIGA, un puesto clave para control espacios administrativos y al personal, Ortiz además pretende dirigir la “Comisión de Diálogo”, cuyo único objetivo es el de liberar los espacios universitarios tomados por los estudiantes, todo esto en medio de la crisis universitaria.

 

COMPARTE