Comalapa: entregan osamenta de persona desaparecida por el Ejército durante la guerra

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Créditos: Joel Solano.
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Timoteo Chuy fue desaparecido por el ejército de Guatemala el 27 de septiembre de 1982. Cuatro décadas después sus restos óseos fueron entregados a su familia. Timoteo forma parte de las 172 osamentas encontradas por la Fundación de Antropología Forense en el “Paisaje de la Memoria”, en 2018, llamado así por las víctimas en memoria de las personas masacradas, luego de un proceso de exhumación que inició en 2003 y concluyó en 2005.

Por Joel Solano

En San Juan Comalapa, Chimaltenango, 40 años después de la desaparición de Timoteo Chuy, originario de la comunidad de Patzaj, sus restos óseos fueron entregados a los familiares por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) y la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA). El acto se llevó a cabo en la mañana de este martes 27 de septiembre.

Chuy fue desaparecido por el Ejército de Guatemala en la misma fecha, solo que de 1982, durante el periodo más cruento del conflicto armado interno, cuando él se dirigía a buscar leña, según relata su esposa Celestina Cutzal.

Foto: Joel Solano.

De acuerdo a los datos de la FAFG, este es el caso FAFG 317-XXIV-1 que entregan a los familiares tras un proceso de reconocimiento que empezó hace 10 años. Dany Guzmán, representante de esa institución, dijo que los restos de Timoteo forman parte de las 172 osamentas encontradas en el “Paisaje de la Memoria” en 2018, como se conoce al lugar que crearon las víctimas en memoria de las personas masacradas, luego de un proceso de exhumación que inició en 2003 y concluyó en 2005.

En lo que van del año, la FAFG ha entregado a familias de San Juan Comalapa alrededor de 10 osamentas de personas desaparecidas durante la guerra, lo que conmueve a los sobrevivientes, que buscan justicia y verdad.

Demetrio Velásquez, alcalde comunitario de Patzaj, quien acompañó el proceso, se solidarizó con la familia de Celestina por el retorno de los restos de su esposo Timoteo. Recordó que es la segunda osamenta entregada a la comunidad, ya que la primera, según indicó, fue la de su suegro, Tomás Xocop, hace cuatro años. “Al igual que ellos, cientos de personas fueron desaparecidas por el Ejército en los años 80, ojalá no se cansen de luchar por la justicia, porque al final es la esperanza”, dijo el alcalde comunitario.

Foto: Joel Solano.

Doña Celestina Cutzal de 67 años, mencionó que Timoteo era una persona trabajadora, ayudante de albañilería y carpintería. Ese día, Chuy salió de su casa para buscar leña, pero ya nunca más regreso.

“Lamento mucho lo que le pasó dejó en la orfandad a mis 5 hijos. Durante años fui a trabajar a la costa sur y a la capital para obtener el alimento diario para ellos; ahora agradezco a la Fundación por haber encontrado a mi esposo, nos dejó cuando él tenía 28 años y yo tenía 27”, recordó Celestina.

Por las secuelas de la guerra tengo un hijo que migró a los Estados Unidos hace unos años, para lograr el bienestar de toda la familia, fue difícil su paso hacia ese territorio, sin embargo, el sueño de él es que tengamos una mejor vida después de lo vivido en el conflicto armado interno. Hoy se enteró que iba a retornar el cuerpo de su padre, quiso regresar al país para darle el último adiós, ha sido difícil tanto para ellos como para mí, que su padre no haya vivido muchos años junto a nosotros, ya que cuando él desapareció, apenas teníamos pocos años de casados, agregó.

Lo recordamos con mucho dolor y tristeza, no sé dónde está, pero creo que, en el cielo, ya que fue un hombre bueno. Después de esta larga lucha hoy tendremos la oportunidad de velarlo en un lugar sagrado, concluyó.

Foto: Joel Solano.

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