La noche del 29 de agosto, pasadas las 9 de la noche, uno de los hornos de fundición de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) en El Estor, Izabal, explotó e incendió los niveles 25 y 32 del área de metalurgia. Mientras los trabajadores intentaban controlar las llamas, las autoridades de la minera intentaron esconder lo que ocurría, pero un video publicado por Prensa Comunitaria, esparció la noticia del fuego. Los trabajadores recibieron amenazas de despido por la filtración y a la mina no le quedó de otra que sacar un comunicado en donde minimizaron el impacto al asegurar que no hubo contaminación y no hubo heridos, pero testimonios de personas que presenciaron los hechos, los contradicen.
Por Prensa Comunitaria
Tres fuentes dentro y fuera de la mina, que pidieron el anonimato por seguridad, han manifestado que la empresa ha priorizado sofocar cualquier intento de filtración de información, antes que poner a salvo a los trabajadores, quienes expresaron sentir temor por sus vidas por la arriesgada labor que realizan.
La noche del 29 de agosto, en que se grabó el video, el interior de la Planta Procesadora de Níquel los trabajadores gritaban “fuego” y “no hay extintores, no hay extintores”, mientras corrían a ponerse a salvo. El fuego arreció a tal nivel que era posible verlo desde cierta distancia.
#ElEstor trabajadores de CGN informan que hay un incendio en uno de los hornos de fundición de la Planta Procesadora de Níquel, se trata del área refinación, nivel 32 de Metalurgia, bajo la dirección de la empresa ruso-suiza PRONICO, propiedad de Solway. "No hay extintores…"📢 pic.twitter.com/yhgYqrIqGc
— PrensaComunitaria (@PrensaComunitar) August 30, 2022
Después de que saliera a la luz el video y fotografías, los supervisores de la mina les prohibieron a los empleados usar sus celulares para documentar los hechos y posteriormente, recibieron amenazas por WhatsApp, para evitar que informaran a la prensa. El mensaje leía, más o menos, así:
“Brigadas: les recomendamos no dar información a ningún medio local u otro medio externo. De lo contrario, ustedes serán despedidos inmediatamente. Ya saben el protocolo y la seguridad que presentamos en la empresa”.
El mensaje iba acompañado con la captura de pantalla de la publicación de este medio.
Lo que la mina dice y otros niegan
La mina liberó un comunicado pasada la medianoche del 30 de agosto y las fuentes han dicho que el contenido no es, totalmente, verídico, pues la explosión empezó a las 9:15 de la noche, pero el comunicado asegura que el siniestro ocurrió una hora antes y que les tomó 45 minutos sofocar el fuego.
La mina también aseveró que “no hay colaboradores heridos o lesionados”, pero uno de los empleados afirmó que una persona originaria de la Aldea Las Nubes, quedó atrapada en medio del incendio y que cuando lo rescataron, presentaba quemaduras. Cuando el fuego fue controlado, “ya no se supo nada de él”. De momento, se desconoce la identidad de esta persona y su estado de salud.
Mientras el fuego se esparcía por el lugar, varios familiares de los trabajadores se acercaron a la colonia donde está la empresa, para preguntar por sus seres queridos, pero las autoridades de la mina les dijeron que hasta hoy, 30 de agosto, les darían información. Eso no se cumplió tras la publicación del video, dijeron las fuentes.
Por otro lado, CGN indicó que “no hubo daños al medio ambiente”, pero a estas conclusiones solo pueden llegarse a través de evaluaciones ambientales y mediciones de calidad, algo que no pudieron hacer en unas cuantas horas, mientras atendían la emergencia. Así que permanece la duda.
Alberto Pimentel, ministro de Energía y Minas, se limitó a dar una breve declaración a la prensa, en donde confirma el incendio, pero no dio más detalles.
“El dato que tengo es que hubo solo daños materiales y fue controlado a tiempo. No hubo perdida humana que lamentar”.
La respuesta de Pimentel ha dejado muchas preguntas sin responder. Una de ellas es si la mina será sancionada por poner en riesgo la vida de sus trabajadores y de pobladores que viven en los alrededores del proyecto extractivo. Con ello, deja en claro la postura de un ministerio que, en el pasado, y en la administración actual ha permitido que CGN funcione de manera ilegal y a sus anchas.
La Municipalidad de El Estor también guarda silencio sobre este nuevo incidente industrial dentro de la planta procesadora, ubicada a escasos 10 minutos del centro del pueblo.
Los “accidentes” por fuego
Los incendios en las instalaciones de la mina no son extraños. Es más, se repiten cierto tiempo, pero la empresa no los ha difundido. El fuego del 29 de agosto, inició en uno de los hornos que tenía fallas y que, apenas un mes antes, había recibido mantenimiento.
Uno de los empleados consultados refirió que, normalmente, la reparación debe tardar 25 días, pero esa vez duró solo tres. En 2018, una escoria ardiente cayó en un cuerpo de agua y provocó una explosión. “No paso más allá del susto”, dijo una fuente.
En agosto de 2016, la mina ocultó las fallas y daños en la caldera número 3 que terminó en la explosión de la misma y en la muerte de siete trabajadores, dos de ellos de nacionalidad rusa, y otros más que quedaron heridos.
Las muertes quedaron en la impunidad, pues nunca se supo del inicio de algún juicio penal en contra de los gerentes responsables de esta planta, por la pérdida de vidas humanas.
El descuido de la mina con la caldera solo pudo confirmarse a través de la filtración de más de 8 millones de documentos y correos electrónicos que contienen comunicaciones entre los trabajadores de la mina, una filtración que dio vida a la investigación Mining Secrets.
Esta investigación periodística realizada por una veintena de medios y cerca de 65 periodistas de todo el mundo, reveló que los empresarios de CGN y su propietaria la compañía rusa, Solway Investment Group, estaban al tanto de las fallas de la caldera, y en perjuicio de la seguridad de sus trabajadores, decidieron seguir utilizándola.
Mining Secrets también destapó el control que Solway ha tenido sobre el territorio Maya Q’eqchi’, la contaminación que ha arrojado al Lago de Izabal y las tácticas que ha utilizado para ocultarlo y evadir a la justicia, además de aplicar un esquema de persecución y criminalización en contra de pobladores que se oponen al proyecto y periodistas locales, que han reportado sobre las acciones de la minera en El Estor.
