Municipalidad de Antigua intenta cerrar rastro municipal y genera rechazo de vecinos

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Créditos: Suzanne Brichaux.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Paolina Albani

El 22 de agosto, la municipalidad de Antigua Guatemala cerró el rastro municipal de 256 años de antigüedad, supuestamente, sin dar previo aviso a los ganaderos quienes dijeron no tener un lugar alternativo para continuar destajando a sus animales. El rastro, que forma parte de los lugares declarados como patrimonio en el municipio, será convertido en el Parque Recreativo Pensativo, según confirmó la muni. Tras 24 horas de cierre, los vecinos han logrado persuadir a la comuna de abrir el diálogo, reanudar actividades y pausar la construcción del proyecto cultural.

Todo inició en 2017, según la activista Suzanne Brichaux, cuando el consejo municipal de la alcaldesa Susana Asencio, decidió cerrar el rastro y mudarlo a otra ubicación, pero el plan no se concretó en su período. El actual alcalde de la Antigua Guatemala, Víctor Hugo del Pozo, quien otorgó un terreno para la construcción de una mega iglesia, es quien ordenó el cierre del matadero antes intentar mejorar las condiciones del mismo y sin antes haber encontrado un espacio alternativo para que los carniceros y marraneros continuaran trabajando.

El día del cierre, una docena de animales que esperaban su turno, quedaron encerrados sin alimento o agua en las instalaciones del rastro. Ahí también quedó encerrada la guardiana junto a su hija menor de edad, dijo Brichaux.

Esto dio paso a la molestia de casi 20 carniceros que han utilizado el rastro desde hace muchos años, para poder vender los productos derivados de sus animales, quienes aseguraron que no fueron notificados de la medida por parte de la municipalidad.

Hugo Castillo, comunicador municipal, negó que no se les haya avisado del cierre del rastro, pero cuando se le solicitó una copia de la notificación, dijo que no la tenía a la mano, pues debía pedirla a la secretaría general de la corporación.

“Desde hace ratos se había notificado. El alcalde había dicho que se transfiriera a la finca Florencia, pero no lo tomaron”, explicó Castillo. “Los carniceros han roto el diálogo. Han intentado abrir el rastro. Taparon parte del camino hacia el Panorama”, agregó. Pero Brichaux ha indicado que la alternativa de la finca Florencia no funcionó, porque está fuera de la jurisdicción de la Antigua. También negó que los vecinos rompieran el diálogo, ya que fueron ellos, quienes abogaron por una reunión con las autoridades para deshacer la medida.

Todo esto ha hecho pensar a los carniceros que la municipalidad quiere desentenderse de poner un nuevo rastro y, con ello, ponen en peligro sus trabajos, pero también los empleos indirectos que el destajo genera.

“Atrás de nosotros está la red de matarifes, quienes venden las vísceras, los cueros de los animales, las maquilas de zapatos en Pastores, los mercados. No nos afectan solo a nosotros. La gente que consume carne se queda desabastecida”, dijo Ovidio Lara, de 62 años, quien ha sido carnicero desde que tiene memoria.

Lara refirió que, durante el cierre, cuatro camiones y tres picops estaban a la espera de descargar vacas y cerdos. Estimó que, a la semana, destazan cerca de 80 reses, y por cada una de ellas pagan Q20.

“El rastro se decretó cerrarlo por la insalubrirdad que genera, no es adecuado para la ciudad”, dijo el comunicador Castillo, quien compartió con Prensa Comunitaria una auditoría de la Contraloría General de Cuentas (CGC), en el que señalan que el rastro no ha cumplido con las condiciones de salubridad y recomiendan el cierre.

De acuerdo a Lara, “el MAGA -Ministerio de Agricultura- ha dado los lineamientos para mejorar el rastro, pero ningún gobierno municipal ha hecho algo. Ellos son los responsables. El rastro ya es viejito, no hay nada electrónico”.

Castillo respondió a esto al decir que la municipalidad no tiene obligación de tener un rastro en el casco, por temas de salubridad.

Mientras los carniceros y marraneros han expresado preocupación por la continuidad de su trabajo, la municipalidad no parece sensibilizada al tema, pese a que hay más 150 restaurantes registrados en la Antigua Guatemala, la mayoría de los cuales venden carne, pues Castillo refirió que algunos proveedores son de la capital y, que por la cercanía, de 38 kilómetros. de distancia, no tendría por qué haber problema con abastecer a los comensales.

El 25 de julio pasado, unas 50 personas, entre ellas empresarios ganaderos de reses y porcinos, junto a trabajadores que viven del destajo de animales, manifestaron en el centro de la Antigua Guatemala, en contra del alcalde por la amenaza del cierre del rastro municipal.

“La Antigua Guatemala se defiende”, “No al cierre del rastro” y “El rastro es del pueblo y no se toca”, fueron algunos de los mensajes que exhibieron durante la manifestación. Esto, porque corría información de que la alcaldía utilizaría la sede del rastro para construir un proyecto, pero nadie sabía cuál porque  la comuna no había informado a la gente.

Entre las versiones que circularon estaba la de la construcción de un centro deportivo, luego se dijo que sería un parque acuático o un centro comercial y otra versión mencionó que se trataban de canchas de futbol. Hasta ahora, se desconoce qué características tendrá el proyecto del parque recreativo y si las incluye todos estos servicios o ninguno.

Se abre el diálogo

Alrededor de las 2 de la tarde del 24 de agosto, Brichaux informó que los carniceros lograron dialogar con las autoridades municipales y que les autorizó seguir utilizando el rastro, con lo que reanudaron las actividades, y se llegaron a acuerdos básicos de salubridad, mismos que la CGC ya había identificado como debilidades.

El próximo 30 de agosto, será la segunda reunión en la que se espera que participen personeros del MAGA.

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