La comunidad de Monte Olivo recordó el desalojo que sufrieron en 2014; con actividades conmemoraron la vida de cuatro personas asesinadas por la policía, de las cuales, tres eran niños.
Por Elías Oxom
En Monte Olivo, una aldea de Cobán, Alta Verapaz, cientos de pobladores de 30 comunidades de esa región se concentraron, este lunes 15 de agosto, para recordar la represión que vivieron hace ocho años por la Policía Nacional Civil (PNC), mientras se oponían a la construcción de la hidroeléctrica Santa Rita sobre el río Dolores.
Un grupo de autoridades ancestrales maya Q’eqchi’ encabezaron la actividad junto a mujeres, hombres y menores de edad para revivir la memoria de los dirigentes que fueron encarcelados y el asesinato de 4 personas en manos de la PNC; de las cuales 3 fueron niños.
La actividad que estaba programada en la escuela primaria de esa localidad, inició al ritmo de la marimba y con el olor del pino que esparcieron en el piso. En las paredes varios carteles fueron pegados con mensajes que hacían alusión a lo que ocurrió en 2014. “La represión del Estado el 14, 15 y 16 de agosto de 2014, lo recordamos y tenemos memoria, nunca está en el olvido”, destacaron.
Al comienzo de la jornada, los dirigentes de las 30 comunidades pasaron al escenario y uno por uno fueron interviniendo para informar de que lugar venían y sus reflexiones sobre lo que aconteció en esa región.
Ramiro Jor Ja, autoridad ancestral de la aldea Ruben Yum, fue la primera persona que intervino. Al tomar la palabra recordó al gobierno el rol represivo de las fuerzas armadas del Estado contra la población civil. De acuerdo a su relato, en esa región vivieron una represión policial por defender el río Dolores ante la imposición de una hidroeléctrica sin consulta.
“Varios de nuestros compañeros llegaron a la cárcel, además en la actualidad algunos todavía tienen órdenes de captura. También tenemos cuatro mártires por defender el río, por eso recordamos esta fecha para que no se olvide de nuestra memoria”, dijo Jor Ja.
Por su parte, María Caal, autoridad ancestral de Monte Olivo, secundó las palabras: “recordamos todo lo que hemos sufrido por la hidroeléctrica Santa Rita. Las comunidades nos opusimos a que se violentara nuestro río, porque nos da vida, fueron asesinados tres niños y un adulto por los trabajadores de la empresa. Esto nunca se nos va a olvidar y no queremos que vuelva a suceder, nosotros nacimos aquí y queremos vivir en paz”, comentó.
Las voces y críticas también se concentraron contra el gobierno por excluir y no reconocer la existencia de los pueblos indígenas. “Seguimos invisibilizados, nos discriminan y las leyes que hacen desde el Congreso solo benefician a los grupos conservadores”, dijo Rodrigo Chub Ical, dirigente Q’eqchi’ de esa región.
“Hay mucha criminalización en esta región del país. El caso de Ramiro Choc (que en paz descanse), Bernardo Caal Xol, Abelino Chub Caal y muchos Q’eqchi’ que tienen orden de captura por defender los ríos y sus territorios, son ejemplos claros”, aseveró.
La conmemoración finalizó por la tarde con un mercado de productos locales producidos por los mismos comunitarios, acompañada con una actividad deportiva.
La represión en agosto de 2014
El 14, 15 y 16 de agosto de 2014 marcaron las luchas que emprendieron los comunitarios contra la hidroeléctrica Santa Rita. Ese año, la comunidad de Monte Oliva fue desalojada durante 32 horas por 1,737 antimotines de la PNC. La fuerza policial utilizó bombas lacrimógenas para reprimir a toda la comunidad, algunos pobladores lograron huir a las montañas para resguardarse de la violencia y desde allí observaron cómo los agentes policiales buscaban a los hombres para capturarlos. Además, abrieron fuego contra la población en complicidad de los trabajadores de la hidroeléctrica.
Según la versión de las autoridades locales, los trabajadores de la empresa asesinaron a cuatro personas de la comunidad, entre ellos los niños: David Estuardo Pacay Güitz, de 11 años; Hageo Isaac Güitz Maas y Carlos Isaías Güitz Pop.
En 2012, la población Q’eqchi’ de las 30 comunidades expulsó a la hidroeléctrica Santa Rita del municipio de Cobán, pero su salida no fue fácil. En agosto de 2014 insistieron con violencia y dejó entre la gente una ola de persecución, asesinatos, personas detenidas y criminalización, ya que, a raíz de esta lucha, un juzgado de Alta Verapaz ha girado 27 órdenes de aprehensión.
De estas personas cuatro ya fueron a la cárcel. El caso de José Antonio Pacay Güitz es el quinto. Este último, actualmente guarda prisión preventiva en la cárcel para varones de Cobán y el proceso en su contra no avanza, ya que el juez contralor del caso no ha fijado la fecha para su audiencia de primera declaración.
Pacay Güitz fue detenido el 29 de junio en su regreso de Cobán, después de recibir abono que la municipalidad otorgó a los campesinos. De acuerdo a Rolando Güitz, un comunitario de Monte Olivo, el señor José Antonio quedó detenido en las alturas de la aldea Cerro Lindo, cuando fue perseguido e interceptado por agentes de la PNC a eso 13 horas.
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Las otras son: José María Güitz, quien al ver la persecución, en su contra, dicen los comunitarios, se alió con la empresa; Timoteo Chen Tun estuvo 17 meses encarcelado, Rolando Güitz encarcelado seis días, en 2017; y Blanca Estela Güitz también estuvo recluida.
