Tras analizar los discursos de los diputados después de elegir al nuevo Procurador de Derechos Humanos, dos expertos consideran que los funcionarios no entienden bien que son los derechos universales y su visión conservadora a ultranza los lleva a insultar y pedir una PDH que ignore los derechos de grupos minoritarios, lo que contradice la naturaleza misma de la Procuraduría.
Por Juan Calles
Después de elegir al nuevo Procurador de los Derechos Humanos, en el pleno del Congreso, diputados y diputadas tomaron la palabra para justificar su voto y para felicitar a la Comisión de Derechos Humanos por realizar un proceso por medio del cual se eligió a un Procurador a su medida.
Los discursos de odio e intolerancia de diputados y diputadas oficialistas en el hemiciclo parlamentario coincidieron con comunicados de instituciones pro militares y con cuentas de netcenter que inundaron las redes sociales con las mismas narrativas de odio contra grupos vulnerables de la sociedad guatemalteca.
Desde la repetida frase de “la Procuraduría de Derechos Humanos no debe tener ideología” hasta la solicitud de no involucrarse con grupos sociales que exigen que se respeten sus derechos y no se aprueben leyes que vulneran los mismos. “Les guste o no les guste a algunos grupos tenemos un nuevo Procurador que va a defender las leyes, no a sus amigos que hacen manifestaciones”, dijo el diputado Francisco Zamora del partido Valor.
Zamora es diputado por un partido que llevó como candidata presidencial a Zury Ríos y como candidato vicepresidencial al actual magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC) Roberto Molina Barreto, además de aprobar y apoyar con sus votos todas las iniciativas de ejecutivo a impulsado leyes de aministía para liberar a ex militares acusados de crimenes de guerra.
Zury Ríos tiene prohibición constitucional para ser candidata presidencial por ser hija de un gobernante de facto, sin embargo, luego de varios intentos este año logró “un acuerdo amistoso” con la Procuraduría General de la Nación, que falló a su favor por violación de sus derechos humanos al negarse su inscripción como candidata presidencial después de que ella llevó su reclamo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por su parte, Roberto Molina Barreto es actualmente magistrado de la Corte de Constitucionalidad, luego de ser compañero de fórmula electoral con la misma Zury Ríos.
Para Jorge Santos, director de la Unidad de Protección a Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en Guatemala, UDEFEGUA, los discursos de odio también pretendían enviar una advertencia al recién electo Procurador de los Derechos Humanos, “Esta es una alianza oficialista que está respondiendo a la consolidación del Estado autoritario que está tomando control de toda la institucionalidad pública… El nuevo procurador inicia su gestión con amenazas de estar permanentemente limitando el ejercicio autonomo e independiente que la institución del Procurador de Derechos Humanos debe tener”, opinó Santos.
Manifestó su temor a que la PDH tenga el mismo destino del Ministerio Público, que más allá de cumplir con la labor que la ley le exige, persigue a sus propios fiscales y acusan a quienes investigan la corrupción y los abusos de poder. “Es posible que veamos una transformación institucional que va a someter a aquellos funcionarios que dentro de la PDH estén realizando su labor en beneficio de la población, que esté apegado a la defensa de los Derechos Humanos.”
Los grupos de la sociedad que son atacados en los discursos de los diputados pueden denunciarlos por comenter delitos, opina Santos, “Las poblaciones deben saber que se puden reservar el derecho de interponer las acciones legales que se estimen pertinentes contra estos funcionarios que desde su funcion publica están comentiendo hechos delictivos, por eso deben identificarlos bien a ellos y sus partidos para no votar por ellos nunca más.”
“Esos grupos deben estar en el Federico Mora”
El diputado Boris España, al tomar la palabra, dijo en tono molesto que votó por un procurador que defienda la familia, que crea en dios, que busque la justicia y la legalidad para todos los guatemaltecos, pero hizo la distinción con minorías a las que llamó desviados mentales, “Que se visten de perros y se desnudan en las calles, Esos lo que necesitan es el Federico Mora”, dijo en referencia al hospital psiquiátrico nacional.
El diputado España pidió al nuevo procurador que no defendiera los derechos de esos grupos que considera no tienen derechos. “Si hay minorias en Guatemala, pero insto al procurador electo a que no venda a Guatemala con ningún tipo de ideología, que limpie el nombre de Guatemala, no queremos un procurador que no respete al congreso de la república.”
Boris España es un diputado del partido TODOS, quien junto a su familia fue incluido en la lista Engel debido a señalamientos que lo involucran con actos de corrupción. En el 2019 la Fiscalía Especial contra la Impunidad, FECI, pidió el retiro de inmunidad contra España, pues se le vinculó al caso llamado “Subordinación del organismo legislativo al ejecutivo” bajo los delitos de asociación ilicita, cohecho activo, cohecho pasivo, violación a la Constitución y lavado de dinero.
La lista Engel se elabora al menos dos veces al año basada en investigaciones realizadas por el Departamento de Estado de EEUU, en Honduras, Guatemala y El Salvador; en la misma se incluye a quienes según dichas investigaciones se han involucrado en actos que amenazan procesos o instituciones democráticas, que se han involucrado en corrupción o han obstaculizado investigaciones anti corrupción e impunidad. Dicha lista se elabora basados en una ley nortemaricana para proteger los intereses de ese pais en los mencionados paises centroamericanos.
Consultado el director de pos grado de la Escuela de ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos, Carlos Velásquez, opinó que discursos como los de los diputados Zamora y España evidencian ceguera intelectual y que utilizan los fetiches discursivos como dios, Patria, legalidad, respeto para esconder una defensa a ultranza del conservadurismo que desprecia e insulta a cualquier forma de diversidad o minoría.
“Los diputados manejando discursos decimonónicos, incluso medievales, ven en la figura del procurador a un policía más; no entienden que significan derechos humanos, basta con medio leer la ley de la Procuraduría para entender que el papel es defender no solo las leyes internas, sino también los tratados y convenios internacionales en los que están presentes los derechos de la diversidad sexual, las luchas reivindicativas. Su discurso evidencia que ellos creen que el procurador solo es un policia al servicio de los intereses tradicionales”, dijo Velásquez.
