Créditos: Revista Ruda.
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“Los casos eran grandes y complejos, pero tratamos de darle a las víctimas, la justicia que se merecen.” – Hilda Pineda

Por Quimy de León, Andina Ayala y Andrea Hernández

16 de Marzo, 2022

La Fiscalía de Derechos Humanos, fue cavando caminos de justicia, como una madriguera de topos el equipo desenterró la memoria de terror de Guatemala. Como los topos, con mucha discreción preparaban el terreno y esperaban a sus presas. Los topos a oscuras con sus asuntos terrarios. El equipo de la Unidad de Conflicto Armado, trabajó con bajo perfil y con un ingenio tálpido que incomodó a quienes conviene que las violaciones de derechos humanos del pasado permanezcan en impunidad.

La mujer que dirigió la fiscalía será recordada por su entereza y su ética. Su nombre es Hilda Pineda y trabajaba desde hace una década en la fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público -MP-. El año pasado Consuelo Porras, máxima autoridad dentro de dicha instancia, decidió removerla del cargo, el 11 de octubre de 2021, según un comunicado oficial, “para el fortalecimiento de la institución”, Hilda Pineda sería trasladada a una nueva sección que investigará delitos contra turistas.

A continuación, presentamos la historia de una mujer que rompió con los estereotipos de género y contribuyó a poner en jaque a varios jerarcas militares.

Surgimiento de la Fiscalía de Derechos Humanos

La unidad de Derechos Humanos, las fiscalías para personas defensoras de DDHH y la unidad de casos de conflicto armado interno, surgen, según recuerda Claudia Paz y Paz “como una deuda histórica”. Fue en el año 2009, antes de que ella ocupara el cargo de Fiscal General, que se determinó la necesidad de avanzar en los casos de crímenes cometidos durante el Conflicto Armado Interno -CAI-, y casos vinculados a personas defensoras en un sentido amplio.

Claudia explica que en la Fiscalía de DDHH se están liquidando casos de genocidio; se están investigando casos de violencia sexual durante el CAI y en general casos de sobrevivientes de violaciones de lesa humanidad. Para tratar estos temas se requiere conocer de derecho internacional y derecho interno. “Son crímenes extremadamente graves y por el otro lado, contra personas defensoras o periodistas, o contra la libertad de expresión e informar”.

La experiencia de Claudia en el tema de derechos humanos y derecho internacional es ilustre, aunque permanece en el exilio, en octubre pasado entró a la nómina final para ser fiscal adjunta de la Corte Penal Internacional. Le pedimos que recuerde los fundamentos de la fiscalía de derechos humanos:

“Los casos de deuda histórica son casos que tienen sentencias de la Corte Interamericana, por lo cual tienen especial obligación del Estado por violar la Convención Americana. Conocer de derecho internacional es un primer requisito ineludible para quien asuma el cargo, porque hay estándares muy marcados, muchos están recogidos en el Protocolo de Minnesota, por ejemplo, en ejecuciones extrajudiciales”.

La Fiscalía de Derechos Humanos fue creada mediante el acuerdo 03-2009, en marzo de 2005 y su función es ejercer la acción y persecución penal en los delitos cometidos en contra de los derechos humanos en Guatemala.

Algunos años tuvo a su cargo la Unidad Fiscal de Delitos contra los Derechos Humanos, Unidad de Delitos Contra Activistas de Derechos Humanos, Operadores de Justicia, Periodistas y Sindicalistas, la Unidad de Casos especiales del Conflicto Armado Interno y las agencias especializadas ubicadas en fiscalías distritales, pero tras mejoras impulsadas en la administración de  Claudia Paz y Paz, la fiscalía se organizó con las unidades de delitos contra los derechos humanos y casos especializados del CAI y sus demás agencias especializadas distritales.

Las fiscalías de delitos contra periodistas y contra operadores de justicia y sindicalistas se independizaron el 6 y 10 de diciembre de 2019 respectivamente. En la fiscalía de DDHH, los resultados fueron visibles de manera continua, por ejemplo, en el año 2019, se incrementaron en 85.71% las solicitudes de acusación, lo que reflejaba el fortalecimiento de las investigaciones.

Entre 2019 y 2020, la agencia de Casos Especiales del Conflicto Armado Interno, logró 5 órdenes de aprehensión, 2 acusaciones (una en el caso de genocidio Ixil y una en el caso de violencia sexual en la región Achí), 13 anticipos de prueba con declaraciones testimoniales y 3 exhumaciones, estos son algunos datos que reflejan la acuciosidad del equipo.

De acuerdo con Javier Monterroso, exsecretario privado del Ministerio Público, no existen razones suficientes para la remoción de Hilda. “El caso de Sepur Zarco, el más reciente llevado por esa fiscalía, obtuvo resultados. No se encuentra una razón clara de por qué el cambio, más que cuestiones externas”, opinó.

Presiones externas, para reposicionar al Ministerio Público en favor de sectores que han estado bajo investigación por casos de corrupción o violaciones graves. Juan Francisco Sandoval, ex jefe fiscal de la Fiscalía Contra la Impunidad ha señalado en más de una ocasión, que detrás de las decisiones de Porras está la organización civil conservadora, Fundación Contra el Terrorismo.

Peligro que corren los casos 

Tomás Ramírez López, el nuevo fiscal designado, proviene de la Fiscalía de Distrito de Jalapa, tiene dieciséis años dentro del Ministerio Público. Llega a esta fiscalía de manera externa y con limitada trayectoria en materia de Derechos Humanos.

Dice Claudia Paz y Paz que estamos ante una triste realidad:

“Todo lo que se había avanzado en fiscalías especializadas como la FECI, ahora la fiscalía de Derechos Humanos, son pasos graves para desarticular el trabajo, con consecuencias muy serias para el interés de la justicia y de las víctimas. En este momento grandes casos están siendo enjuiciados como el caso Diario Militar, no es oportuno poner a otra persona -que no conozco, pero sé que viene de una fiscalía departamental- y me atrevo a decir que no tiene el nivel de experiencia de la fiscal Hilda”. 

Según Claudia Paz y Thelma Aldana, ambas ex fiscales generales, el traslado de Pineda, es una acción deliberada para impedir la correcta investigación y el procesamiento de estos graves crímenes. A nivel internacional se juzga con preocupación el desempeño de Porras, el propio Relator de Independencia Judicial, por la Comisión Interamericana ha dicho que su trabajo provoca desconfianza.

Una perspectiva similar tiene la ex fiscal general Thelma Aldana, quien con su carácter mordaz y asertivo dijo, que el Ministerio Público no es una entidad que pueda cambiar personas al gusto del Fiscal General, eso es muy grave y va contra la institucionalidad.

“La señora Consuelo Porras está en la lista Engel, una persona que tiene esa condición carece de legitimación. Creo que todas sus acciones responden a lo que dijo Estados Unidos: corrupta y antidemocrática. Mínimamente ella debería renunciar, porque sigue destruyendo todo lo que se ha construido para la investigación de estos casos”, opinó Aldana.

Juan Francisco Sandoval se anima a afirmar que quién está detrás de Porras, “es la Fundación contra el Terrorismo, que gira las directrices de lo que hace la fiscal, la que tuvo especial interés en la remoción de Hilda Pineda”, y agrega que las acciones de la actual fiscal general, están dirigidas a enterrar todos los esfuerzos que se hicieron en Guatemala en materia de justicia transicional.

Iván Velásquez por su parte asegura que el nuevo fiscal tiene vínculos con el sector militar:

“No es igual una fiscalía de Derechos Humanos dirigida por Hilda Pineda que una dirigida por alguien que tiene vínculos con los militares que se supone deben ser investigados por esa fiscalía de Derechos Humanos”. 

Considera que se ha generado un gravísimo retroceso en diferentes fiscalías del Ministerio Público, especialmente la FECI y la de DDHH y con toda la intención de hacerlo. “No se debe a errores sino a actos intencionales, bien pensados por la fiscal Porras y de todo el régimen de impunidad y corrupción que impera en el país”. 

Javier Monterroso abogado de grupos sobrevivientes y querellantes considera que, “hay un acercamiento cada vez mayor entre la Fundación Contra el Terrorismo y grupos de extrema derecha con la Fiscal General, por lo cual podría apuntar a que los cambios obedecen más a presiones que a intención de querer mejorar las fiscalías”. 

Monterroso ha hecho un análisis de la forma en que opera Consuelo Porras,

“Cada vez que el Ministerio Público hace un cambio importante cambia seis o más fiscalías al mismo tiempo para dispersar el desgaste político que sería cambiar una sola Fiscalía. De esa manera se hizo con Juan Francisco Sandoval. En esta oportunidad, se realizaron cambios en once fiscalías, el que llamó más la atención fue el de Hilda Pineda que pasó de una fiscalía de Derechos Humanos donde alcanzó alta profesionalización, a dirigir una fiscalía recién creada de delitos contra turistas”. 

Comunicado de la Fiscal General sobre los cambios en al menos 11 fiscalías, de fecha 11 de octubre de 2021. Fuente: Ministerio Público.

La Asociación de Familiares de Desaparecidos de Guatemala -FAMDEGUA- quiénes acuerpan a los sobrevivientes en el Caso del Diario Militar, están preocupados por la remoción de Pineda, pues están tocando estructuras muy grandes, con oficiales de alto rango. Desde su perspectiva, el cambio implica que se entregará a una persona sin experiencia en esta materia los casos, lo cual podría debilitar todas las investigaciones y significar retrocesos desafortunados.

Otros actores que se manifestaron en contra del traslado de Hilda Pineda son el Procurador de Derechos Humanos Jordán Rodas y la Unidad de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Guatemala -UDEFEGUA- consideran que la fiscal general delinque modificando el reglamento para favorecer a fiscales con falta de capacidad. Además, acciona contra fiscales destacados por su labor. “Más parece una estrategia para desarticular los avances de ciertas fiscalías en el MP.”

Ni las críticas, ni la desconfianza han hecho retroceder a Tomás Ramírez de tomar el cargo como nuevo fiscal de Derechos Humanos. Asegura que el cambio no se lo esperaba y que desconoce los motivos del traslado. Nos recibió en su nuevo despacho, en un edificio con detalles de madera del centro histórico, una oficina en apariencia remodelada, iluminada, amplia y un poco fría. Con afirmación dijo:

“Yo les diría que tengan la confianza de acercarse, porque no es lo mismo formarse una idea de una persona a conversar. Y ese temor infundado que los casos no van a avanzar, pues que vengan, si son querellantes con mayor razón tienen acceso total a las investigaciones y a ver el estado de los procesos y las diligencias. No hay ningún retraso, hay impulso en los casos, estamos seguros y aquí estoy para atenderlos”. 

En la oficina, nos recibió junto a los fiscales de la unidad del Conflicto Armado Interno Erick de León y Paula Herrarte, quienes nos compartieron la última actualización de los casos y que al igual que Tomás Ramírez aseguraron que estos siguen avanzando y no están en riesgo. Lo cierto es que hasta el momento las etapas de tales casos han seguido su curso.

Esto último Hilda lo retrata muy bien al asegurar que el compromiso por las víctimas “no es solo por quien dirige la Fiscalía sino por todo el equipo” y ella veía un compromiso real en ellos, pues “son personas que han conseguido mucha especialidad y encontraron la lógica de cómo operaba el Estado durante el conflicto”.

Recientemente 36 Mujeres Achí obtuvieron una sentencia condenatoria en contra de sus agresores luego de 11 años de denunciarlos, tiempo en el cual la Fiscalía de Derechos Humanos acompañó y llevó el proceso ante los tribunales. Foto: Juan Rosales.

Mientras se descubre lo que seguirá ocurriendo en la fiscalía de DDHH enmarcamos el ejemplo de sencillez y el compromiso de Hilda Pineda, quien deja un mensaje para la nueva etapa de la fiscalía:

“Esperaría que continúen los procesos, que se concluyan los que están ya judicializados y que se avance lo suficiente para tener una sentencia condenatoria. Yo veo un compromiso real de los compañeros auxiliares fiscales y los agentes fiscales. Todo esto hay que aprovecharlo, el nuevo jefe tiene un gran reto de poder atender a todos los fiscales y poder rápidamente enterarse de los procesos y no hacer esperar a las víctimas.”

Sobre su nueva etapa al frente de la Fiscalía de Delitos contra Turistas Extranjeros, Hilda solo espera seguir demostrando su compromiso:

“Todos los puestos dentro del Ministerio Público son un reto porque hay víctimas que ya no quieren saber nada del proceso, vienen a Guatemala y se encuentran ante un país que no brinda las mejores condiciones de seguridad. Son un reto para el sistema de justicia, ¿cómo abordar estos casos? Darles una respuesta y condiciones adecuadas para que las personas puedan viajar sin tener ningún problema de seguridad, por lo menos minimizar los riesgos que implican venir al país. Ese es el gran reto en esta nueva Fiscalía”, concluyó.

 

Publicado originalmente desde Revista Ruda.

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