Matilde Tux Can tenía 32 años de edad, originaria de la comunidad de Chimay en el municipio de San Luis, Petén. Salió de su casa hace cuatro meses, pero falleció en el desierto mientras intentaba llegar a los Estados Unidos, para reencontrarse con su hijo y su esposo, quienes hace un año migraron al norte en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida.
Por Elías Oxom
Su madre, Lucía Can Caal, en una entrevista telefónica a Prensa Comunitaria, dijo que la intención de su hija Matilde era reencontrarse con su familia en Estados Unidos, pero no lo logró; “hace tres semanas fue la última vez que hablamos con ella y después ya no volvió a comunicarse, los coyotes dijeron que quedó en el desierto porque se cansó, pero fue hasta el miércoles 29 de junio que nos enteramos que la encontraron fallecida en el desierto”, expresó la progenitora.
Tux Can no tenía estudios, apenas pudo cursar el segundo grado de primaria, tampoco laboraba en alguna parte; se dedicaba a los oficios de la casa, y quería reencontrarse con el único hijo que tenía, lo que la motivó a migrar a ese país del norte.
Según su hermana Marta Tux, para el viaje habían cancelado un total de 111 mil quetzales al coyote, equivalente a más de 14 mil dólares, pero este los engañó, porque en un primer momento les había dicho que Matilde se había quedado en el desierto. Después, empezaron a exigir otra cantidad de 1 mil 800 dólares, a su marido, indicando que su esposa ya se encontraba en manos de la migración.
De acuerdo al informe de la Patrulla Fronteriza del Condado de Broks, del estado de Texas, el cuerpo de la migrante guatemalteca fue encontrado en el desierto el 13 de junio de 2022, por trabajadores que pasaban por el lugar; ella llevaba zapatos blancos con negro, pantalón azul y negro y una venda marrón, junto con un pequeño papel emplasticado, con una dirección y números de teléfonos.
Marta Tux Can recordó: “mi hermana le dijo a mi mamá que se iba para reencontrarse con su hijo y su marido, -no tengo muchos hijos, es el único hijo que tengo- dijo en ese entonces. Hace un año que se fue su hijo, estuvo mucho tiempo en México, luego mucho tiempo estuvo en Monterey y Reynosa. Hace 3 semanas que no sabemos nada de ella, el miércoles supimos que estaba muerta, pero tenemos información que falleció el 13 de junio”, informó.
Los familiares aseguran que no están recibiendo el apoyo de las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX); Marta Tux Can dijo que llegaron a la municipalidad de San Luis a solicitar apoyo, pero solo se comprometieron con los gastos funerarios, además del apoyo de amigos que están recibiendo.
Los familiares solicitan apoyo económico para repatriar los restos de la migrante, para las personas que desean apoyar, lo pueden hacer al No. de cuenta: 4062097877 de Banrural a nombre de su señora madre, Lucía Can Caal o llamar al número 36302546.
Herbie Haksafy Baltazar Rivera, de la Auxiliatura de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), con sede en el municipio de Poptún, Petén, aseguró que hasta el momento no tienen conocimiento del caso, pero que van a referir la información al MINEX. La entidad de relaciones exteriores tiene fondos para la repatriación de los restos de la migrante, dijo.
Por su parte, Carlos Humberto Cho Coc, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) de esa comunidad, dio a conocer que brindan el acompañamiento necesario a la familia afectada. Expuso que la aldea Chimay está conformada por unas 600 familias y todas están en constante apoyo.
“La población de Chimay se dedica a sembrar milpa, pero ya no se cultiva como antes, el abono está caro, y la gente solo siembra para la alimentación de sus familias; y para alquilar una manzana de terreno se pagan 600 quetzales”, comentó Cho Coc.
De esa comunidad, según el presidente del COCODE, alrededor de 150 personas han migrado a los Estados Unidos en busca de oportunidades, ya que algunos no tienen terreno para construir sus casas ni para el cultivo.
