Maco Luna se despidió en el escenario, un adiós con el poder del Rock

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Créditos: RRSS de Maco Luna.
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

La leyenda del rock guatemalteco falleció este 5 de julio, pero su legado musical continuará influyendo a generaciones de guatemaltecos y guatemaltecas que con su música se identifican como parte de esta cultura musical creada por Maco Luna.

Por Juan Calles

Músico, escritor y profesor de música en el Instituto Central para Varones, creador del son rock, una leyenda del rock guatemalteco, falleció la noche del 5 de julio, dos días después de presentar su última producción musical, el Brujo Ciego. Maco, se despidió sobre el escenario.

Retrato de Maco Luna captado por el lente de Sergio Valdez Pedroni, mientras esperaba el inicio de su último concierto.

En 1969 fundó la banda de rock Cuerpo y Alma con la que participaron en festivales juveniles de la época, tocaban covers de bandas como Black Sabbath y Deep Purple muy de moda entre la juventud de la época. Sin embargo, Maco no quería simplemente hacer covers y fusionando el ritmo del son guatemalteco con el rock pesado en inglés, creó el SonRock, con el que marcó la historia de la música en el país.

Sus canciones fueron prohibidas e incluso fueron a parar a la cárcel por tocarlas, una de ellas la más icónica se llama Marihuana, una pieza de SonRock en donde destacan los cambios de ritmo y las polifonías mezcladas entre guitarras eléctricas distorsionadas y el bombo de la batería que marca el ritmo del son.

Creador del SonRock Maco Luna fue precursor de un Rock original y diferente, puramente guatemalteco.

En su faceta de escritor publicó la novela Cuerpo y Alma en la que cuenta como era ser una banda de rock en los tiempos de la represión militar y como llegaron a grabar su primer disco, con la canción “Sin Camino” que produjeron en un disco de 45rpm.

Además, fue profesor de música en el Instituto Normal Central para varones en donde formó musicalmente a varias generaciones de jóvenes en el instituto estatal conocido por recibir a los jóvenes de la periferia de escasos recursos económicos.

Maco Luna creó un rock genuinamente guatemalteco, un sonido único y original que no se ha repetido nunca más, con Maco Luna se van un poco esos sueños de juventud que nunca abandonó; Maco era un eterno joven con ganas de hacer rock y entregar algo nuevo y diferente a quienes se atrevían a escucharlo y ponerle atención a su música, a sus letras.

Hoy su voz aún retumba en las paredes de los escenarios, desde los “futillos Herrera” en la colonia La Florida de la zona 19, pasando por el patio del Central, hasta su último concierto el domingo pasado en el Teatro Mágico, donde cantó y tocó hasta el último minuto, caminando con dificultad se subió al escenario, se colgó la guitarra y tras el “un, dos, tres, un, dos, tres” con el que dirigía a su banda, empezaron a sonar las guitarras que en un eco eterno siempre nos recordarán al profe Maco, que es y será un amigo, un profesor, un rockero de verdad.

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