A casi dos años de Eta y Iota, el Gobierno sigue sin atender a familias afectadas en Sayaxché

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Créditos: Nelton Rivera, Entre Tormentas.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Elmer Ponce

En noviembre de 2020, las tormentas Eta e Iota llegaron de manera inesperada al país y dejó daños severos en los departamentos de Guatemala. La población no solo perdió sus viviendas, cultivos y negocios, también les tocó enfrentar pérdidas humanas. Sin embargo, casi dos años después, los estragos de esta crisis climática persisten ante la ausencia del Estado.

La comunidad del Mollejón situada en Sayaxché, un municipio de Petén que limita con el estado mexicano de Chiapas, no fue la excepción. Varias familias fueron cercadas por las lluvias que provocaron las tormentas y las posibilidades de evacuar fueron escasas. Actualmente, reclaman a las autoridades para que atiendan sus demandas y necesidades a casi dos años de las pérdidas.

“Sufrimos más porque nos quedamos sin nada, uno de adulto todavía aguanta, pero los niños no. Me pongo a pensar si estuviera buena la carretera nosotros nos largamos, pero así como estaba era imposible”, recordó José María Coy, presidente de Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) de esa comunidad.

Al ser consultado sobre el apoyo del gobierno de Guatemala prefiere no hablar, Coy indica que los pobladores se sienten defraudados y no confían en las personas que llegan a verlos, mucho menos del gobierno, que les ofreció la reconstrucción de algunas viviendas y no cumplieron.

Tras el paso de esas tormentas, representantes del Fondo para la Vivienda (FOPAVI) visitaron la comunidad y les ofrecieron reconstruir algunas casas que se llevó la corriente del río Salinas.

“Mi casa se la llevó el río completamente, solo quedó el espacio vacío en el terreno, pero esta no entró en cuenta porque no hay rastro”, dijo don Coy, a quien le explicaron por qué su casa no aplicaba para ser reconstruida.

Actualmente, los pobladores presionan a las autoridades comunitarias para exigir al gobierno que cumpla con las demandas, pero lo único que han encontrado es silencio.

Foto: Nelton Rivera, Entre Tormentas.

“Nosotros exigimos a las autoridades competentes para que nos den una respuesta a los ofrecimientos de viviendas a las familias, que fueron afectadas en el caserío el Mollejón, o saber cómo va el proceso porque la población está preocupada y yo también estoy preocupado, por lo que le pedimos al gobierno que ponga cartas en el asunto para que sea realidad esa promesa”, expresó José Coy del COCODE.

De acuerdo a las autoridades locales, 17 familias perdieron sus hogares, pero en el estudio que realizó el FOPAVI se determinó que solo cuatro serían beneficiadas, sin embargo, la construcción no ha comenzado.

Coy dijo que para recuperar lo que han perdido tendrán que pasar unos 10 años y no pierden la esperanza de que el gobierno cumpla lo que ofreció, que era la reconstrucción de sus viviendas.

También aseguraron que deben enfrentarse a una realidad dura de forma permanente. Desde que llegaron las tormentas en noviembre de 2020, la lluvia llegó para quedarse en esa región. Llueve fuerte y provoca que los caudales de los ríos Salinas y la Pasión crezcan, aumentando así el temor y la desesperanza en las familias que viven en la ribera, particularmente en Mollejón Uno que está del lado de Guatemala.

Dos Mollejones diferenciados en oportunidades

En el lado de México también existe otra comunidad que comparten el mismo nombre y los mismos recursos naturales, lo único que las separa es el río Salinas, pero con el paso de las tormentas ha resaltado no solo el aislamiento y abandono en el que viven, sino el contraste entre ambos poblados.

Por el lado mexicano la gente tiene más oportunidades, tienen escuelas, casas de concreto, tiendas y centros de comercio, telefonía e internet, red de agua potable, energía eléctrica y un destacamento militar. Mientras que El Mollejón guatemalteco es su exacto opuesto.

Sayaxché, al que pertenece el Mollejón guatemalteco, tiene más de 180 comunidades que la habitan. Para este 2022, se estima que estaría poblado por 99 mil 787 habitantes, de acuerdo a proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), no obstante, a pesar de la densidad demográfica sigue siendo uno de los lugares con menos oportunidades de desarrollo.

La comunidad del Mollejón es una muestra de esas limitaciones, los hogares de las 120 familias que habitaban la comunidad quedaron sumergidas bajo el agua sin el apoyo de ninguna institución del gobierno. Llovió por más de 30 días sin parar y la tierra absorbió tanta agua que ya no pudo retenerla e inundó todo.

Tal como documentó Prensa Comunitaria en el especial “Entre Tormentas”, la comunidad tuvo que asilarse 25 días en México antes de regresar a lo que quedaba de sus casas. Nadie del lado guatemalteco acudió a su auxilio, pero los mexicanos siguieron llevándoles ayuda.

Durante las tormentas, la única manera de salir de la comunidad era a través de lanchas, pero la mayoría de las familias no pudieron hacerlo, porque solo algunas contaban con este medio. Las demás tuvieron que subir a los techos de sus casas o treparse a los arboles más grandes, hasta que fueron rescatadas por la marina mexicana.

Fue por ese apoyo que la población siempre está agradecida con el gobierno de ese país, aseguraron que nunca les han negado la ayuda en tiempos de emergencia ni tampoco después, pues afirmaron que Guatemala se ha olvidado de ellos.

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