Créditos: Simón Antonio Ramón / Prensa Comunitaria.
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Por Simón Antonio Ramón

Un grupo de estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) fue reprimido frente al hotel Tikal Futura en la calzada Roosevelt, zona 11 capitalina, mientras en uno de sus salones, en sesión extraordinaria, el Consejo Superior Universitario (CSJ) elegía a Héctor Hugo Pérez Aguilera, para ocupar la magistratura que le fue anulada a Gloria Patricia Porras Escobar, en la Corte de Constitucionalidad (CC).

Pérez Aguilera fue designado como el nuevo magistrado titular ante la CC, con 27 votos a favor. Pérez fue magistrado titular de la CC por el Colegio de Abogados y Notarios para el periodo de 2011 a 2016.

Esta elección se desarrolló en el contexto de la crisis política que atraviesa la USAC provocada por un grupo de integrantes del CSU, al avalar el fraude electoral para favorecer a Walter Mazariegos, lo que llevó a la toma de cuatro edificios del campus central y cinco centros regionales, por estudiantes que resisten al fraude electoral, restándole legitimidad al proceso de elección.

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El diálogo con la PNC

A los 8 de la mañana estaba programada la sesión extraordinaria del CSU, a esa hora estudiantes de la USAC se presentaron en el lugar y tomaron la calzada Roosevelt.

Después de una hora, llegaron dos patrullas de la PNC,  dos agentes intentaron dialogar con los estudiantes, pero no llegaron a ningún acuerdo y después lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a quienes manifestaban.

El primer acuerdo con estos dos agentes era liberar un carril de la calzada, a lo que las y los estudiantes accedieron. El tráfico acumulado en la calzada comenzó a fluir por esa ruta. En ese momento apareció el oficial Baltazar García quien dijo: “si no se quitan en unos minutos, nosotros tomamos el control de esto”.

Los dos agentes policiales que engañaron a los estudiantes pidiéndoles que cedieran los carriles para que no los reprimieran y ocurrió los contrario. Foto: Simón Antonio Ramón.

Esto generó un momento de tensión con los estudiantes. Sin embargo, accedieron a liberar el primer carril. A los 30 minutos el agente que inició la conversación regresó con los estudiantes para pedir nuevamente que se liberara el carril, porque de lo contrario usarían la fuerza. Ya había por lo menos 30 agentes antimotines y varias patrullas de la PNC. Los estudiantes pidieron que los agentes de las Fuerzas Especiales de Policía (FEP) se hicieran a un lado de la calzada para bajar la tensión. Ambos accedieron. Los estudiantes liberaron un segundo carril.

Baltazar García informaba a sus superiores por radio que había encontrado una forma de liberar la calzada, rodear el autobús atravesado y realizar detenciones. Por lo que pidió dos pelotones más de agentes de las FEP.

Agentes de la PNC desviaron el tráfico y llegó otro pelotón de las FEP, generando alarma entre los estudiantes. Los universitarios que había mantenido la conversación con el policía desde un principio preguntaron al agente por qué estaban llegando más elementos de las FEP a lo que dijo que eso era decisión de Baltazar García. En ese momento habilitaron nuevamente el paso de los vehículos.

La instrucción de Baltazar García fue lanzar gases y realizar detenciones

A las 10 de la mañana, cuando llegó el último pelotón en dirección a Mixco se bajaron de la patrulla, uno de ellos golpeaba su macana con el escudo, produciendo presión y tensión. En ese momento el agente que había sostenido el diálogo dijo que no había tiempo. “Lo que les queda a ustedes ahora es liberar el paso”, lo llamaron en ese momento y se fue.

Baltazar García se puso al frente del pelotón con instrucciones precisas: “cuando marque uno, me “refunden” (sic) de gases ahí y corren; quiero capturas ahí por favor”, en ese momento se quitó delante del pelotón y otro agente le pasó el teléfono y dijo a su interlocutor, “si señor director en este momento estamos tomando medidas”.

Los agentes avanzaron, se escuchó de nuevo el sonido de las macanas golpeando los escudos e inmediatamente se escuchó el primer disparo de gas lacrimógeno. Los estudiantes se dispersaron, unos lograron subirse en la unidad que estaba atravesada en la calle y otros corrieron a un callejón al costado del hotel.

El gas hizo efecto en varios periodistas que documentaban la represión policial. De lejos se escuchaban las órdenes de Baltazar García “No dejen ir ese bus”, su instrucción inicial era rodear el bus y detener a todos los que se habían refugiado en él. Ese momento tres agentes alcanzaron a Michael Alexander Castillo Félix, otros cuatro agentes se unieron para torcerle el brazo y colocarle los grilletes.

Baltazar García (con casco) fue quien ordenó la represión policial. Foto: Simón Antonio Ramón.

Los agentes policiales lo llevaron hacia donde estaba la fila de antimotines, cuando los periodistas quisieron tomarle fotografías, cerraron la fila y comenzaron a empujarlos hasta que saltó en el aire un objeto negro que sonó al caer en el suelo. Era el lente de la cámara fotográfica del periodista Carlos Hernández de Prensa Libre.

Los policías se ocupaban de recoger objetos que los estudiantes habían dejado tirados como un megáfono, un machete, varios pedazos de toneles cortados en formas de escudos para protegerse, los levantaron y los subieron a la patrulla donde ya tenían a Michael Alexander Castillo, estudiante de agronomía.

Pasaron más tres horas hasta que la policía entregó el informe del operativo al juzgado para determinar los delitos que le imputarían. El abogado Maynor Berganza informó que Alexander Castillo sería proceso por un juzgado de paz, porque la PNC lo había acusado por una falta.

“Ahora sabemos que se va a tratar de una falta, es decir no hay delitos que perseguir, lo que nos alegra a la comunidad universitaria y que finalmente se admita que hay un fraude electoral que intenta imponer al señor Mazariegos como rector”, dijo el abogado.

El agente Carlos Castañeda dijo a los estudiantes y periodistas que la presencia policial había sido solicitada por las autoridades de la universidad de San Carlos de Guatemala, sin embargo, al preguntarle al rector Pablo Oliva sobre el señalamiento, dijo: “No, de mi parte eso no es cierto”.

Solidaridad, preocupación y condena por la represión policial

Mientras, en la entrada a la Torre de Tribunales se presentaron estudiantes, para denunciar la represión policial y la detención de Castillo. “Estamos en apoyo al compañero Michael Alexander, quien fue detenido injustamente y criminalizado, por ser parte del movimiento que se hizo en contra de la elección del nuevo magistrado de la CC”, dijo una de las participantes del plantón.

“Nosotros como estudiantes, nos hacemos presentes respaldando la autonomía universitaria, queremos acuerpar como estudiantes y no como delincuentes para defender la autonomía universitaria y en rechazo al proceso ilegítimo e ilegal”, dijo otro estudiante refiriéndose al proceso de elección de rector. “Hoy lamentablemente se reunieron para la elección de magistrado de la Corte de Constitucionalidad y también nosotros tenemos responsabilidad de denunciar que los procesos que se están llevando a cabo no son legítimos”, manifestó el estudiante.

El Procurador de los Derechos Humanos (PDH) Jordán Rodas, condenó la represión policial por medio de un comunicado de prensa y expresó su preocupación por la continuidad de casos de criminalización contra personas defensoras de derechos humanos, así como las agresiones contra periodistas en el ejercicio de su trabajo.

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