Audiencias en el proceso contra el kaibil Alfonso Bulux Vicente
“Me hinqué y estaba orando con mi tía, y le pedí a Dios y oí la voz de Dios, tienes que huir y escapar”. Salomé A. Gómez H.
Por Juan Rosales
El 31 de mayo y el 3 de junio se realizaron dos audiencias del caso conocido como la masacre de las Dos Erres, en la que una patrulla del cuerpo elite kaibil asesinó a 251 personas, entre mujeres hombres y niños, entre el 6, 7 y 8 de diciembre de 1982; el kaibil Alfonso Bulux Vicente está ligado a proceso por su participación y señalado de asesinato y delitos contra deberes de humanidad.
La audiencia del 31 de mayo fue a petición de la Fiscalía de Derechos Humanos, para realizar la declaración anticipada de testigos, sobrevivientes de la masacre. Y la audiencia del 3 de junio fue a petición de la defensa de Bulux Vicente, para pedir la reforma al auto de procesamiento, concretamente pedía que le quitaran el delito de asesinato y solo le dejaran el de delitos contra los deberes de humanidad.
De los cuatro testigos que se escucharían el 31 de mayo, solo dos se presentaron, una de ellas no pudo llegar por quebrantos de salud. Por su parte, el testigo Tranquilino Valenzuela Castañeda no pudo prestar testimonio debido a lo avanzado de su edad, ya que dijo frente al juez no recordar con claridad los hechos, por los que la Fiscalía de Derechos Humanos lo había seleccionado para testimoniar.
Esperanza Arriaga de González, sobreviviente de la masacre, si presto testimonio de los hechos que vivió durante la masacre. Arriaga perdió a dos de sus hijas, sus sobrinos, a su hermano y su esposa, “mi hijo tenía 9 años cumplidos, se agarraba de mi vestido y me decía, vonos mamita de regreso para la casa, vonos para Las Cruces que aquí nos van a matar… A los 45 minutos que mi hermano y sus compañeros salieron a las Erres se oyeron las descargas… les dimos tiempo a mi hermano y a sus compañeros, pero ya no salieron nunca más”, declaró.
Parte del testimonio narrado por Arriaga señala que cuando llegó al parcelamiento las Dos Erres, para buscar a su hermano, no lo encontró, tampoco a sus hijas, esos hechos ocurrieron el 7 de diciembre de 1982. Esperanza Arriaga no atestiguó la masacre de primera mano, pero si fue testiga de cómo su hermano ya no regreso después de que fue a buscar a su familia y presenció el saqueo que el Ejército realizó después de la masacre. En 1995, los restos de sus familiares fueron encontrados y exhumados por un grupo del Equipo de Antropología Forense Argentino.
Salomé Armando Gómez Hernández fue un testigo sobreviviente de la masacre; cuando ocurrió tenía 11 años, no vivía en las Dos Erres, su casa se encontraba a dos kilómetros del parcelamiento. Ese día salió para Las Cruces a buscar alimentos, medicina y otras necesidades, pero a su regreso quedó dentro del cerco del ejército, no volvió a ver a su hermano, de 22 años, su tía y sus primos tampoco vieron otro día más. Él fue testigo de la forma en la que asesinaron a tiros a un grupo de mujeres, niñas y niños por parte de los miembros de la patrulla kaibil. Sobrevivió, recuerda, porque al momento de rezar escuchó una voz que le dijo que huyera, pero por el mismo cerco del ejército solo pudo correr y esconderse minutos antes de que las mujeres fueran masacradas ante sus ojos.
“Me metí debajo de un árbol, ya no me moví, me quede ahí, pero luego dijeron estos hombres, bueno aquí ya basta, aquí dejémoslas, dijeron, y las pusieron amontonadas a las mujeres y ahí agarraron sus armas y las fusilaron, y yo mire todo, porque si lo mire, yo estaba bajo el árbol, todo fue frente de mí, que las fusilaron”, narró Salomé Armando Gómez Hernández, quien ha ofrecido su testimonio en procesos que se han llevado en contra de los otros kaibiles que ya están condenados por su participación en la masacre.
La audiencia del viernes 3 de junio se llevó por la tarde, la defensa del acusado Adolfo Bulux Vicente solicitó a la jueza Claudette Domínguez, del Juzgado de Mayor Riesgo B, que se reformara el auto de procesamiento. Las bases de la petición fueron que, según su visión, el delito de asesinato ya estaba contenido en el delito de deberes contra la humanidad.
Los representantes de la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público y la representación legal de la querella de la asociación de Familiares de Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA) se opusieron a esta petición. Al final la jueza negó la petición y el auto de procesamiento en contra Bulux Vicente no se reformó.
El proceso del caso de las Dos Erres tiene pendiente el testimonio de un cuarto testigo preste su declaración de manera anticipada para iniciar la fase intermedia de su proceso para determinar si es enviado a un debate oral y público por su participación en la masacre.
La masacre del parcelamiento de las Dos Erres se perpetró el 6, 7 y 8 de diciembre de 1982 por parte de una patrulla especial kaibil, junto a 40 soldados de la base aérea de Poptún, Petén, realizaron. La masacre fue una respuesta del ejército que buscaba 21 rifles que habían perdido en una emboscada de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR). El ejército acusó a la población del parcelamiento de las Dos Erres de ser una comunidad colaboradora de la guerrilla y decidieron que ellos sabían la localización de las armas perdidas.
