Créditos: Movimiento de la Sociedad Civil de Barillas
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75 comunidades de Barillas llevan dos meses sin energía eléctrica. La población dejó sus viviendas y viajaron a la zona urbana del municipio para demandar a las autoridades municipales y Energuate la reconexión del servicio.

Por Francisco Simón Francisco

En Santa Cruz Barillas, un municipio situado al norte de Huehuetenango, más de 4 mil 500 personas de 75 comunidades, se quedaron sin energía eléctrica hace dos meses y medio, por la suspensión del servicio que realizó la empresa Energuate. Por esa razón, la población dejó sus viviendas y viajaron a la zona urbana del municipio para demandar a las autoridades municipales y a la empresa, la reconexión del servicio.

Una multitud, conformada por mujeres y hombres, acompañaron a sus autoridades locales. La concentración, de unas de cinco mil personas, inició en la antigua pista de aterrizaje; luego caminaron desde ese punto y pasaron frente a las instituciones del Ministerio Público (MP), el Juzgado de Paz, la Policía Nacional Civil (PNC) y finalmente llegaron al parque central del municipio.

Las demandas fueron varias: la población reprochó, lo que consideraron “las mentiras del alcalde municipal”, Gilberto Francisco, quien les ofreció en campaña electoral, mejorar la carretera en las comunidades, servicios de salud, agua potable y electrificación de sus casas. Las promesas son mentiras, dijeron, mientras insistieron hablar con el jefe edil, para solucionar el problema de la energía que ocasionó la empresa Energuate en abril pasado.

Foto: Movimiento de la Sociedad Civil de Barillas.

Según la población, llegaron a la municipalidad para exigir “inmediatamente la reinstalación de la luz eléctrica”, un derecho que les fue quitado por Energuate en abril, supuestamente por la falta de pagos. De acuerdo a la empresa, la gente se quedó sin luz, desde entonces, porque no estaban al día con el pago de ese servicio.

El alcalde municipal Gilberto Francisco, más conocido como Neco, se negó al principio a escuchar la petición de la multitud, pero ante la presión de la gente, finalmente accedió. Desde el palco de la municipalidad, Neco, aseguró que continúa vigente una mesa de diálogo entre la empresa, Gobernación Departamental y una delegación de la municipalidad, que él dirige, para encontrar una solución a esta problemática. “Este miércoles 22 de junio, habrá otra reunión en la Gobernación de Huehuetenango para abordar esta situación”, aseguró.

La población respondió con rechazo a los argumentos del alcalde e insistieron en que no quieren más palabras y mentiras. “Queremos la reinstalación de la luz”, señalaron. “Solo esta semana les damos para conectar el servicio, la próxima semana tomaremos acciones más contundentes si no atienden nuestra petición” advirtieron, tras escuchar al alcalde.

Foto: Movimiento de la Sociedad Civil de Barillas.

A pesar de esa insistencia, el alcalde fue claro en decirles que primero deben pagar el servicio para que tenga la reconexión.

Sin embargo, una de las razones que provocó la oposición de la gente para pagar el servicio, es el aumento del costo de la energía, que incrementó en un 7 por ciento en abril, en relación al mes anterior. La gente que pagaba 150 quetzales en marzo, en abril tuvo que pagar entre 200 y 250 quetzales. Mientras, los señores que trabajan en el campo, el salario que perciben al día está entre 40 y 50 quetzales por una jornada de trabajo. “Es difícil para nosotros asumir los costos cuando no tenemos mejores ingresos”, dijo Juan Pedro Juan, de la comunidad de Tres Ranchos. A quien le cobraron 310 quetzales por el servicio en abril.

Las más afectadas por este corte de energía son las comunidades que pertenecen a la región de tierra caliente, que inicia en Barillas y se extiende hasta la región de la aldea San Ramón y Río Espíritu.

Además, la ausencia de este servicio en esta región, comenzó con la construcción de la carretera de Barillas hacia Río Espíritu, a cargo de la empresa constructora PROURBA. El 9 de mayo, los pobladores intentaron reconectar la luz, levantando los postes que fueron botados por los trabajos que realizaba la empresa, en esa zona, pero fueron marcados como delincuentes.

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Por esa situación, Barillas amaneció, el 13 mayo, con la presencia de 15 radiopatrullas de la PNC con agentes de antimotines, para proteger una subestación de energía eléctrica, propiedad de Energuate. Según la empresa, la llegada de las fuerzas de seguridad obedecía a supuestas amenazas de grupos desconocidos que intentan dañar el lugar.

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