Créditos: Prensa Comunitaria.
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Ideologías que no se mueven de su zona de confort
Por Edgar Gutiérrez Girón
Un régimen ultraconservador puede ser mafioso. Un régimen izquierdista puede ser mafioso. En ambos casos la ideología solo es el escaparate para esconder convenientemente la corrupción y el crimen organizado de la trastienda, el alimento sustantivo del poder en demasiados Estados en esta época.
Ahora mismo hay izquierdistas justificando las atrocidades y crímenes de guerra de Putin en Ucrania, porque es una acción “preventiva” ante el expansionismo de la OTAN, o porque tiene derechos históricos adquiridos en ciertos territorios, o porque el régimen de Zelenski es “facho”. No quieren asomarse a la trastienda, pues les saca de la zona de confort.
También hay derechistas justificando el régimen mafioso de Giammattei -como dos miembros de la Fundación Heritage, que el 25 de mayo le sugieren, en una publicación curiosa, al presidente Biden que no lo sancione- porque supuestamente defiende sus valores.
Pregúntales a los de la Heritage sobre el régimen mafioso de Giammattei y te responden -como lo hacen en su nota- “él niega las acusaciones de corrupción”. Así, cualquier hecho objetivo, demostrable, incluso judicializado, pasa automáticamente al cajón de los ataques izquierdistas.
Les extienden unas visas políticas graciosas salpicadas de religiosidad. Por ejemplo, “te presento a Giammattei, es provida” (aunque en la garganta profunda les rasga la homofobia). O bien, “te presento a Jimmy Morales, es hermano en Cristo” (aunque lo desprecien en el fondo de sus corazones).
De esa manera invisibilizan al elefante (el Estado mafioso) que está instalado en medio de la sala. Los de la Heritge se ponen a hablar fantasiosamente de que Biden quiere derrocar a Giammattei y exacerban una supuesta conspiración indigenista, que no es otra cosa que criminalizar a la mitad de la población.
Al final del día cada quien lleva agua a su molino. Pero siempre hay que recordales al elefante criminal acomodado imperturbable en medio de la sala, al cual están alimentando haciéndole el juego.
La responsabilidad histórica de las ideologías en estos tiempos es elaborar un acuerdo para ir a la trastienda y ocuparse de su aseo. No ser más contemplativas, convenencieras, cortoplacistas ni maniqueas. Entender que esa trastienda, llamada Estado mafioso, puede triturar los escasos avances civilizatorios.
Puedo ser de derecha o de izquierda, o no identificarme con esos conceptos y simplemente procurar una vida decente. Ahora, si estoy en este cuadrante, mi obligación ineludible e indelegable es indagar en la trastienda y desvelar la naturaleza del Estado mafioso.
Justamente esa es la contribución histórica de elPeriódico -la lucidez de Jose Rubén Zamora- y la razón por la cual el régimen mafioso va tras él -es decir, las venas humanas de quienes hacen posible este pequeño milagro periodístico- hasta aniquilarlo.

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