Créditos: Juan Calles.
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Entre anécdotas de aventuras universitarias, música de los guaraguao, historia de viejos amores y las nostalgias por los que ya no están, esta mañana se homenajeó a siete héroes y mártires universitarios; acto que cobra un significado especial pues se realiza en un campus tomado por una asamblea permanente que resiste contra un fraude electoral consumado por las más altas autoridades universitarias.

Por Juan Calles

En una plaza de los mártires silenciosa y sin estudiantes se realizó este martes un homenaje a los héroes y mártires universitarios que en la década de 1980 fueron detenidos-desaparecidos por fuerzas estatales; autoridades de la Escuela de Historia, catedráticos, dirigentes estudiantiles y familiares de las víctimas se reunieron frente al monumento a los mártires para rendir homenaje a algunos de ellos.

La hermana de Eugenio Cap Yes viajó desde Suchitepequez para asistir al homenaje de su hermano desaparecido. Foto: Juan Calles.

Como cada mes, el Centro de la Memoria Histórica de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Cenmhis), realizó un reconocimiento a un grupo de mártires, mediante la lectura de sus semblanzas y la colocación de claveles rojos en el monumento que se ubica en el centro de la plaza de los mártires, en el campus de la capital, que hoy se encuentra tomado por estudiantes en resistencia contra el fraude cometido por las más altas autoridades de esa casa de estudios, en la elección a Rector.

Este 31 de mayo se homenajeó la memoria de Marco Antonio y Carlos Leonel Caxaj Rodríguez, de la Facultad de Agronomía; Cándida Rosa del Valle, de la Facultad de Ciencias Económicas; Hugo Alfredo Baldizón Pacheco, Eugenio Cab Yes, Emil Bustamante y Edgar Estuardo García Ramos.

Elizabeth Florián, del Cenmhis, resaltó la importancia de honrar la memoria de todos los héroes y mártires de la USAC, “porque la Universidad ha negado parte de esta historia. El hecho que se perdiera el documento de la memoria histórica que contenía el listado de todos los hombres y mujeres, catedráticos, estudiantes, que fueron víctimas del conflicto armado interno, demuestra que las autoridades han negado parte de la historia universitaria, nosotros como familiares nos negamos a callar, nos negamos a olvidarlos, a desaparecerlos una vez más”.

La asamblea permanente ha tomado el campus central como medida de protesta de resistencia contra el fraude, hoy estuvieron presentes en el homenaje realizado. Foto: Juan Calles.

Para Brisna Karina Caxaj, hija de Carlos Leonel y sobrina de Marco Antonio Caxaj  Rodríguez, es muy importante este acto de homenaje a sus familiares, pues les permite contar la historia de quiénes fueron esas personas que hoy figuran como un nombre esculpido en una plancha de metal, “en este acto podemos contar quién fue mi papá y mi tío, los sueños que tenían de una universidad autónoma y comprometida con el pueblo de Guatemala y con las transformaciones que necesita este país”.

También agregó que: “en esta fecha es muy simbólico realizarlo en una universidad tomada y que está en peligro de ser tomada por corruptos que no buscan satisfacer los intereses populares sino particulares de mantener a la Universidad en condiciones precarias, con mala educación, cuando estos profesionales que hoy recordamos, hicieron todo y dieron su vida por un país distinto y por una universidad distinta”.

Entre los presentes en el homenaje se encontraban familiares de las víctimas, amigos y compañeras de los mismos, miembros del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (STUSC), estudiantes de la asamblea permanente que mantiene tomado el campus universitario y antiguos miembros del movimiento estudiantil sobrevivientes de la violencia institucional.

Las hermanas Caxaj junto a su familia hicieron una semblanza de su padre y su tío que fueron desaparecidos en la década de 1980. Foto: Juan Calles.

Entre risas tristes y recuerdos animados contaban anécdotas de sus tiempos universitarios, las alegrías y parrandas y de cómo se salvaron de la muerte que les tenía jurada el Estado de Guatemala; en todas las historias y anécdotas se mencionan nombres como el de Lucas García, Ríos Montt, Chupina Barahona, todos, con un adjetivo en común: “genocida”.

“Cuando balearon al manotas yo trabajaba en el hospital, allí se escondieron un grupo de estudiantes que huían de esa balacera, yo los disfracé de doctores y así lograron salir y huir, otros no quisieron hacer eso, al salir los agarró la G2 y nunca los volví a ver”, mencionó uno de los presentes mientras colocaba un clavel rojo en uno de los nombres tallados en el monumento a los héroes y mártires universitarios.

Hijos, nietos, amigos y compañeras colocaron claveles rojos sobre el monumento a los héroes y mártires universitarios. Foto: Juan Calles.

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