Por Nelton Rivera
Ese día se tenía previsto realizar la elección a rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-, la única universidad estatal en el país. Desde muy temprano dos buses escolares -de esos pintados de amarillo, con asientos verdes-, trasladaron a un grupo de electores, no a todos, quienes fueron llevados al Museo de la Usac. Iban vestidos con sus mejores trajes. Todos con un objetivo en común: su respaldo al candidato oficialista Walter Mazariegos. El MUSAC es la antigua Facultad de Derecho, un edificio construido en 1779.
Con una universidad con 376 años de existencia, este año, las autoridades de la Usac a espaldas de la comunidad universitaria pretendían elegir a Walter Mazariegos Biolis, actual decano de la facultad de Humanidades, miembro del Consejo Superior Universitario CSU y un personaje señalado de tener vínculos con los grupos de poder que corrompen y cooptan al Estado guatemalteco. Grupos que también se sirven de la universidad.
El tramo de la 9ª avenida, entre la 10ª y 9ª calle del Centro Histórico, quedó prácticamente cerrado al paso de vehículos. Previo a la llegada de los electores de Mazariegos, un centenar de voces gritaban al rector Pablo Oliva Soto; “O todos o ninguno”. A Mazariegos se le señala de contar con el favor del Gobierno, de esa cuenta a las 5 de la mañana de ese 27 de abril, el edificio del Musac estaba resguardado por agentes de la Policía Nacional Civil que impidieron que, un grupo de universitarios tomara las instalaciones del museo.
Horas después, algunos representantes del Consejo Superior Universitario, docentes, profesionales, trabajadores, estudiantes, autoridades ancestrales y un grupo de ciudadanos impidieron al pacto de corruptos, en su versión Usac, hacer la elección de rector y con esto materializar un fraude que venían preparando meses atrás.
La gente de Mazariegos, al no poder ingresar al Musac, usaron una puerta que conecta a varios edificios con el museo. Con la autorización de las autoridades universitarias ingresaron por un parqueo contiguo a al Instituto de Derechos Humanos de la Usac.
Sin embargo, con todo y la gente de Mazariegos dentro, el Musac fue tomado por estudiantes de Agronomía y otras unidades académicas, colectivos estudiantiles, CEU y la AEU, integrantes de las planillas Avante, Sos Usac y el candidato Jordán Rodas. Mazariegos vio frustrado su sueño de ser rector, aunque aún queda un largo camino entre las acciones directas, la protesta y recursos legales que podrían definir el futuro de la academia.
Los electores de Mazariegos tuvieron que salir por la misma puerta trasera por donde los hicieron entrar. Para quienes estuvimos en el movimiento estudiantil universitario, las tomas de edificios o del Campus Central vienen a la memoria.
El Musac sigue tomado, las acciones legales en contra del fraude, del CSU, del rector y de la elección, están hechas. La batalla por recuperar la universidad no ha terminado.
Toma del MUSAC. Nelton Rivera
