Clientes de minera rusa Solway piden explicaciones por violaciones a derechos de indígenas en Guatemala

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Al menos cuatro empresas europeas que compran el níquel extraído de El Estor, Izabal, han pedido explicaciones o han mostrado preocupación por los señalamientos de violaciones a los Derechos Humanos y sobornos que involucran a la mina ruso-Suiza de Solway y al gobierno de Guatemala. Una de las compañías compradoras ha suspendido temporalmente sus operaciones con Solway.

 

Por Prensa Comunitaria

 

La investigación periodística “Mining Secrets” sigue generando reacciones. En Europa, las empresas Outokumpu, Bosch-Siemens, IKEA y Voestalpine Böhler Edelstahl, compradoras del níquel extraído en El Estor han pedido algún tipo de explicación a Solway, la casa matriz de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) y Pronico en Guatemala, operarias de la mina en Izabal.

Desde el 6 de marzo anterior, una veintena de medios de todo el mundo, incluidos los guatemaltecos Prensa Comunitaria y The Store Project, han publicado extensos reportajes que revelan y detallan cómo Solway y el Estado de Guatemala han violado los Derechos Humanos de comunidades Maya Q’eqchi’ asentadas en El Estor y los municipios aledaños desde hace siglos para que la mina opere sin contratiempo.

Las investigaciones periodísticas también revelaron otras irregularidades y conductas que riñen con la ley guatemalteca. Entre ellas: la mina perfiló y vigiló a quienes consideraba adversarios; a través de una fundación la mina entregó a dinero a la Policía Nacional Civil, que en varias ocasiones utilizó la fuerza para reprimir a comunidades Maya Q’eqchi’; entregó regalos a comunitarios y funcionarios públicos; dividió a las comunidades Q’eqchi’ para obtener resultados favorables en la consulta comunitaria que le ley le exige para operar; y que las operaciones de la planta extractora en El Estor contaminaron las aguas del Lago de Izabal.

“Las denuncias contra las operaciones mineras en Guatemala son muy graves y de las que no hemos tenido conocimiento. Estamos actuando con firmeza y decisión sobre la nueva información y hemos iniciado nuestra propia investigación sobre los reclamos junto con un socio externo para las evaluaciones de sostenibilidad”, escribió Outokumpu, un grupo de  empresas de origen sueco con sede en Finlandia, que se dedica a la venta de acero inoxidable para accesorios de cocina.

Outokumpu supo de los primeros señalamientos en contra de Solway en octubre del año pasado, cuando Uppdrag Granskning (Revisión de Tareas en español), un programa televisivo de investigación sueca que es transmitido a nivel nacional, los visitó y dijo tener pruebas en contra de la minera que prueba su involucramiento en la contaminación del Lago de Izabal.

El programa también señaló que Mayaníquel, uno de los proveedores de la minera Fénix, estaría involucrada en un caso de corrupción y soborno al presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.

Esto ocasionó que el 25 de febrero de este año, Outokumpu anunciara que dejaría “de realizar nuevos pedidos de productos provenientes de las minas de Solway y Mayaníquel en Guatemala hasta que hayamos realizado una evaluación independiente de la situación. Está previsto que una visita in situ comience el 27 de febrero de 2022”.

Reafirmaron la decisión en un comunicado publicado en su portal el 6 de marzo, día en que una veintena de medios de todo el mundo destaparon los secretos mineros de Solway, CGN y Pronico:

“Nuestro compromiso con la sostenibilidad ambiental y social no es negociable. Como parte de ese compromiso, nuestro equipo está a punto de completar un viaje de campo en el departamento de Izabal, Guatemala”.

 

Otras tres empresas preocupadas

Días después, tres empresas más emitieron comunicaciones breves respecto a los señalamientos en contra de Solway. Ninguna fue tan determinada como Outokumpu.

Una de ellas es Bosch-Siemens, una empresa alemana, quien compra a Outokumpu el acero inoxidable para fabricar electrodomésticos. El 11 de marzo, Bosch escribió a Forbidden Stories:

“Bosch se enteró por primera vez de las denuncias hechas con respecto a la mina de níquel Fénix en Guatemala a través de los informes de los medios. Tomamos estas denuncias muy en serio y las estamos investigando. Bosch solicitó de inmediato al proveedor Outokumpu, que explique los hechos”.

IKEA, una compañía sueca que vende muebles manufacturados alrededor del mundo, es otro de los clientes de Solway Group. En su respuesta al equipo de investigadores, no dijo si suspendería su relación comercial con Solway debido a los señalamientos.

“Estamos profundamente preocupados por los problemas ambientales, de salud y las denuncias de corrupción que afectan negativamente a las personas alrededor de la mina de níquel Fénix en Guatemala”, refirió IKEA.

Una cuarta compañía, Voestalpine Böhler Edelstahl, de origen alemán, vendedora de acero inoxidable, solo aseguró que los materiales utilizados en su empresa no provienen directamente de la mina Fénix, sino de una planta instalada en Ucrania. Algunos de los documentos a los que tuvo acceso Forbidden Stories, sin embargo, indican que parte del níquel procesado por Solway en Europa proviene de la mina de El Estor.

“Podemos descartar la posibilidad de que Voestalpine Böhler Edelstahl haya comprado mezclas de materiales de ferroníquel o níquel del Grupo Solway en Guatemala. (…) los productos fueron suministrados exclusivamente desde la planta de ferroníquel del Grupo Solway en Ucrania, como lo prueban documentos internos”, refirió la empresa que se dedica a vender acero útil para herramientas, autos, para la construcción de estructuras en busca de la exploración de petróleo. Gas, ingeniería mecánica, entre otros.

Solway Group, que tiene plantas de explotación metálica en Ucrania, Macedonia, Argentina e Indonesia y cada año extrae 300 mil toneladas de níquel, ha emitido una serie de comunicados para defenderse de las investigaciones periodísticas que han arrojado luz sobre las prácticas y el costo de la minera en El Estor, sobre todo, para quienes defienden los recursos naturales y le han hecho difícil la vida a la minera.

El pasado 15 de marzo, la empresa ruso-suiza aseguró que iniciaría una investigación a CGN y Pronico, las filiales en Guatemala, para “evaluar los estándares internos” de las compañías.

Mientras tanto, Carlos Choc, periodista comunitario que ha documentado las acciones de la minera en El Estor, y 12 pescadores que han denunciado la contaminación del Lago de Izabal desde 2017, fueron denunciados y señalados de instigación a delinquir por un grupo de policías por supuestas agresiones físicas, mientras desalojaban una protesta el 22 de octubre pasado.

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