“Nunca pensaron que volveríamos, pero estamos aquí”: hijos e hijas dados en adopción durante el CAI

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Créditos: Juan Rosales. Lanzamiento de la campaña “Estamos buscando a tu hijo/a”
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

“Cuando supimos de la historia de Guatemala, del conflicto armado interno en esos años, nos tocó a todos. Es difícil, pero no por eso vamos a parar. Ahora que ya sabemos qué pasó, queremos saber más. Más personas nos han contactado para iniciar el proceso de búsqueda, fue un shock colectivo, en el término de un año”.

Por Luis Ovalle

Ignacio Segura, integrante del colectivo “Estamos Aquí”, dio a conocer este jueves, en conferencia de prensa realizada en la “Casa de la Memoria, el inicio de la campaña “Estamos buscando a tu hijo/a”, que tiene como objetivo localizar a las mujeres militantes de organizaciones revolucionarias, que durante el conflicto armado interno fueron detenidas-desaparecidas por agentes de seguridad del Estado y que podrían ha ver sido sus madres.

Ignacio,  quien nació en Guatemala en los años 80 y fue dado en adopción a una familia de Quebec, Canadá, dijo que el colectivo fue creado hace año y medio y tiene como objetivo investigar cómo fueron sus procesos de adopción y si éstos reflejan o no los marcos legales vigentes. Añadió que algunos de ellos descubrieron en sus documentos información inexacta, incompleta o falsificada.

En este sentido, destacó que quieren recuperar sus historias, saber la verdad de dónde vienen, quiénes son, quiénes son sus familias, pero además, quieren que se haga justicia y que los responsables de los crímenes de guerra paguen lo que hicieron. “Ahora hemos crecido y entendemos más lo que pasó”.  El Estado nunca pensó que los niños volverían ¡y mira, estamos de vuelta! . Queremos saber qué fue lo que pasó, qué pasó con nuestras familias, qué pasó con nuestros documentos, dijo.

Foto: Juan Rosales

Cómo nació la idea

Segura relató a Prensa Comunitaria que hace dos o tres años llegó a sus manos un artículo sobre el tráfico de niños y niñas en Guatemala, y fue, a partir de eso que nació en él la idea de investigar más sobre el conflicto armado interno y el tráfico de menores de edad durante la década de 1980.

Fue difícil. No tenía contactos aquí, pero un día cuando iba por la sexta avenida vio las fotos de los desaparecidos, por lo que pensó que también podía pegar su imagen con su historia en algunos lugares.  Sería una historia diferente, al revés, un hijo desaparecido buscando a su familia. Se hizo el empapelado y una conferencia de prensa que tuvo bastante difusión, comentó.

Desde ese momento empezaron a escribirle desde Canadá otras personas, guatemaltecas de origen e intercambiaron historias. “Nos dimos cuenta de que muchas y muchos de nosotros veníamos del mismo orfanato, habíamos tenido el mismo abogado y habíamos sido adoptados más o menos en los mismos años”, indicó.

A decir de Segura, todo esto los llevó a juntarse y hablar sobre la necesidad de organizarse, de recuperar sus historias, saber que pasó con sus familias, con sus madres, que pasó con ellos, quién los dio en adopción. Y decidieron fundar el colectivo.

“Una compañera me puso en contacto con un amigo suyo y él me contó que su mamá era revolucionaria y fue detenida-desaparecida cuando estaba en gestación”, dijo. Eso nos hizo otro clic: nosotros podríamos ser hijos o hijas de algunas de esas mujeres y quizá podríamos haber nacido en una cárcel clandestina. No sabemos, pero no descansaremos hasta saberlo, anotó.

Sus vidas cambiaron al conocer la historia

Emocionalmente nos cuesta mucho. Es muy difícil, pero es una lucha que hay que librar. Para nosotros esto es nuevo. Crecimos con la idea de que fuimos abandonados. No sabíamos que había otras historias detrás. “Ahora, mayores, vivimos más en shock que antes, que hace dos años, cuando todavía andábamos con las amigas y los amigos, sin que pasara nada”.

“Cuando supimos de la historia de Guatemala, del conflicto armado interno en esos años, nos tocó a todos. Es difícil, pero no por eso vamos a parar. Ahora que ya sabemos qué pasó, queremos saber más. Más personas nos han contactado para iniciar el proceso de búsqueda, fue un shock colectivo, en el término de un año”, agregó.

Al preguntarle sobre el tiempo que durará la campaña fue directo y tajante en su respuesta: toda la vida. Hay gente que no va a hablar, que tiene miedo, lo sabemos, pero para nosotros y nosotras es una nueva lucha. La búsqueda de nuestras familias, hasta encontrarlas a todas.

Entre 1977 y 1985 Guatemala vivió uno de los períodos históricos más sangrientos, con la aplicación de la política contrainsurgente por parte de los gobiernos militares que tuvieron bajo control el Estado, señala el comunicado del lanzamiento de la campaña.

Fue en esa época que la violencia golpeó a organizaciones y personas consideradas enemigas internas, que fueron convertidas en objetivo militar, detenidas de forma forzada, torturadas, desaparecidas y / o ejecutadas extrajudicialmente. En ese contexto también fueron detenidas-desaparecidas mujeres embarazadas que permanecieron en centros clandestinos de detención bajo el mando del Ejército y nunca se supo más de ellas, añade.

Es a partir de ahí que surge la pregunta ¿Qué pasó con estas niñas y estos niños? En las investigaciones sobre memoria se habla de abortos provocados por violaciones y torturas, pero también de niñez nacida en cautiverio que fue dada en adopción.

Con la campaña se pretende recopilar información documental, testimonial y /o fotográfica, con la que se pueda hacer una base de datos que ayude a las familias en su búsqueda de justicia y que los hijos e hijas puedan reencontrar a sus familias, concluye.

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