Créditos: Fotograma: video Gobierno de Guatemala
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El presidente protagonizó una cadena nacional en la que eludió todos los temas polémicos, anunció subsidios, rechazó la guerra y reafirmó que es pro vida. Los subsidios fueron calificados por analistas como “migajas para el pueblo”.

Por Juan Calles

Con poco tiempo de anticipación y en fecha y horarios poco comunes, el gobierno de Alejandro Giammattei convocó a una cadena nacional que se transmitió el domingo 6 de marzo a las cuatro de la tarde, ello en medio de la publicación de una investigación periodística internacional en la que se revela que el gigante minero de capital suizo-ruso Solway Investment Group, que a través de las filiales locales CGN-Pronico opera el proyecto Fénix en El Estor, Izabal, uso diversos mecanismos de cooptación y amenazas para favorecerse, como pagos a operadores de justicia y la policía, seguimientos y amenazas a periodistas.

Con el ceño arrugado y gesticulando exageradamente, Giammattei lució frente a la cámara una chaqueta tipo militar, sobre el pecho, al lado derecho, su apellido bordado, sobre el lado izquierdo un escudo de armas; en el púlpito desde donde lanzó su discurso, otro escudo de armas, esta vez en metal dorado adornaba la escena; para completar el escenario, al menos cinco pabellones nacionales se observaban al fondo.

Mientras tanto, las redes sociales se inundaban con los artículos periodísticos en los que se devela la filtración de documentos internos de la empresa minera que evidencian la injerencia de dicha empresa en las decisiones de Estado. Uno de los artículos se titula: “Así se compra un Estado”. Sin embargo, Giammattei, en cadena nacional, habló sobre la guerra en Ucrania y de algunas medidas económicas que su gobierno tomaría para mitigar los efectos de la crisis mundial provocada por el conflicto en Europa.

Entre las medidas anunciadas destaca la decisión de aumentar el subsidio al consumo de energía eléctrica. “Mi administración apoyará en el pago de la tarifa social de energía eléctrica, para que 120 mil hogares más reciban el subsidio por este servicio, por que elevaremos de 88 a 100 kilowatts la tarifa social, lo que también está siendo afectado como consecuencia de la guerra en Europa”, dijo el mandatario en un mensaje pregrabado.

Además, anunció que vigilarán que no exista especulación en el precio de los combustibles, y el denominado Plan Centinela que, junto a la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (DIACO), verificará que los precios sean los correctos. También informó sobre la instrumentación de un Plan Nacional de Preservación de Suelos, en el que entregarán un estipendio de mil quetzales a más de 180 mil pequeños agricultores. “Para que puedan soportar el incremento de los precios de los agroinsumos”, mencionó Giammattei.

Para el analista económico y ex decano de la Facultad de Economía de la Universidad de San Carlos (USAC), Eduardo Velásquez, las medidas económicas anunciadas por el gobernante “no son más que migajas para la población”. Velásquez, estima que mil quetzales para 180 mil pequeños agricultores será insuficiente ante la crisis de precios que se avecina, además, aumentar la cobertura del subsidio y la tarifa social en el consumo de energía eléctrica es un beneficio para las familias, sin embargo, es un apoyo que no reciben directamente, sino a través de la factura de consumo eléctrico.

Por otro lado, Velásquez recordó la incapacidad gubernamental en la entrega de otros subsidios, en donde la ineficacia en los planes hizo que personas que no necesitaban dicho subsidio fuera beneficiados, dejando sin acceso al apoyo a miles de familias de escasos recursos.

“Si de algo ha sido incapaz este gobierno, es de entregar los subsidios a quien realmente lo necesita. Como el Bono Familia, por ejemplo, ojalá que los pequeños productores estén organizados en cooperativas agrícolas y puedan organizar la entrega de ese subsidio. Ya que vemos como el gobierno central lo que hace es gastar millones en obra pública, en proyectos muy cuestionados y poco transparentes, montos millonarios para empresas que financiaron sus campañas, entonces anuncian estas migajas para el pueblo y ellos se sirven con la cuchara grande”, dijo Velázquez.

El Bono Familia fue una medida gubernamental implementada para apoyar a las familias que se vieron afectadas económicamente por las restricciones derivadas de la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, en el proceso muchas personas burlaron el sistema para beneficiarse de ese recurso económico, mientras que familias que viven en extrema pobreza no tuvieron acceso al sistema electrónico y se quedaron sin recibir el beneficio.

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Frente a los graves problemas que enfrenta el país y los constantes señalamientos de corrupción de instancias gubernamentales, la cadena nacional, convocada un domingo a las cuatro de la tarde, no despertó el interés de la población, ni siquiera de los expertos en temas políticos y sociales, para la elaboración de esta nota fueron muchas las personas consultadas que no pudieron dar declaraciones pues aseguraron que no haber visto la transmisión.

Eduardo Velásquez comentó al respecto: “no han hecho nada frente al problema de la desnutrición, al contrario, le restaron recursos financieros a los programas encargados de atender el tema, el país perdió 84 millones de quetzales de vacunas ante la incapacidad del Ministerio de Salud Publica y hay riesgo de perder otro importante lote, no han sido capaces de informar y vacunar a la población, por otro lado, el Ministerio de Educación ha sido inoperante, han dejado tirados a los educandos; ha sido un fracaso la política social del gobierno”.

La política social no ha generado resultados positivos para la administración de Alejandro Giammattei, al contrario, según una encuesta realizada por CID-GALLUP en febrero recién pasado los números no le resultaron favorables al presidente, en cuanto a la evaluación que la población hace de su gestión.

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Karen Arévalo y Williams Álvarez, analistas de temas internacionales, opinaron sobre las declaraciones de Giammattei por la guerra en Europa. Ambos coincidieron en que es un intento de lavar la cara frente a Estados Unidos y el bloque de países que se colocan en la línea contra el conflicto provocado por Vladimir Putin, ya que desde los señalamientos de recibir sobornos de empresarios rusos y la millonaria compra de vacunas Sputnik-V para enfrentar la pandemia de la COVID-19, la administración de Giammattei parecía estar del lado ruso.

“El gobierno de Guatemala quiere dar una imagen de ser un país neutral, aplicando los principios de buena vecindad, de ser un país abierto, que respeta el derecho internacional público, pero en la realidad es diferente, por ejemplo, ofrece refugio para familias ucranianas, pero no se puede atender la crisis migratoria en nuestro país, “¿qué garantías se les puede ofrecer a familias ucranianas?”, comentó Karen Arévalo.

“El Gobierno de Giammattei tiene tantos choques con Estados Unidos por sus políticas internas que en este contexto encuentra su oportunidad para mejorar su imagen y relación con Estados Unidos, de manera casi simbólica, para decir: nosotros somos sus aliados”, opinó por su parte Williams Álvarez.

Como ya señalamos y coincidieron los analistas, ninguno de los problemas sociales y políticos fue comentado por Giammattei en su cadena nacional pregrabada. Además de anunciar medidas de mitigación de crisis económica, Giammattei se declaró contra la guerra y reafirmó su postura pro vida. “Solo unidos podemos transformar Guatemala, contra la guerra, siempre pro vida”, cerró su discurso el presidente civil vestido de militar.

“Su discurso es contradictorio, este no es un país pro vida cuando lo primero que se ha hecho con las políticas sociales es la división de la familia guatemalteca, la separación de padres e hijos por el proceso migratorio; hablando de pro vida cuando lo que tenemos son grados enormes de desnutrición. ¿Qué familia puede estar feliz cuando alguno de sus miembros sufre de desnutrición?”, concluyó Velásquez.

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