Por Prensa Comunitaria
En Guatemala es difícil hablar de democracia cuando las instituciones del Estado están claramente cooptadas. El uso de la venganza, la criminalización y el litigio malicioso contra activistas de derechos humanos, periodistas, jueces y fiscales independientes que luchan contra la corrupción son algunos elementos que explican el retorno de gobernantes con rasgos autoritarios en el país.
Sin embargo, la esperanza de rescatar el sistema se centra en la elección de la máxima autoridad de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) para el periodo 2022 – 2026. Elegir a un nuevo Rector, que pueda desde la Universidad aportar con ese rescate, abre las posibilidades de recuperar el poder político que tiene la tricentenaria en más de 60 instituciones del Estado.
Además, la USAC tiene por mandato constitucional aportar al desarrollo del país a través de la academia, docencia e investigación. También de crear y presentar iniciativas de ley.
Lo más atractivo de este espacio de decisión, para algunos sectores, es su facultad de elegir a dos magistrados ante la Corte de Constitucionalidad (CC), participar en procesos de elección a través de Comisiones de Postulación, en la Junta Monetaria Nacional, en la Junta Directiva del IGGS y en otros espacios del Estado.
El actual proceso de elección de la máxima autoridad académica ha generado poco interés para algunos sectores de la sociedad. Las prácticas de algunos candidatos han sido opacas y también han generado desconfianza. Pero al mismo tiempo, esta elección está en el centro de los intereses de sectores conservadores que pretenden continuar con la cooptación de algunas instituciones del Estado.
Esta elección se realiza en un contexto marcado por la pandemia y la educación virtual. El Consejo Superior Universitario (CSU) aprobó iniciar este proceso el 23 de marzo y, como lo establece la ley electoral de la USAC, una segunda vuelta tuvo lugar el 24, mientras la tercera fue el viernes 25, dado que ninguna de las planillas había obtenido los votos por mayoría absoluta.
El proceso tiene dos fases. La primera, se refiere a que cada una de las diez facultades elige a cinco representantes de docentes y cinco estudiantiles, para un total de cien electores. Asimismo, cada uno de los catorce colegios profesionales existentes en el país debe seleccionar a cinco representantes, para un total de setenta electores. La segunda vuelta para estos colegios se programó este 30 de marzo y principios de abril, también porque ninguna planilla había obtenido los votos necesarios en la primera vuelta.
La segunda fase consiste en la elección del nuevo rector, en la que los 170 electores proponen a los candidatos y votan uno por uno, de forma secreta, en una urna ubicada en el Museo de la USAC, el próximo 27 de abril.
Cabe destacar que, el miércoles 23 de marzo, luego del inicio de la primera fase, se denunció acarreo de estudiantes, el traslado de electores que trabajan en el gobierno y la compra de votos en los centros de votación asignados.
Estas acciones explican el peso político, el papel protagónico de la USAC y su importancia en el plano nacional. De esa cuenta en las manos de tres de los siete candidatos con mayores posibilidades de ganar, se encuentra el futuro de la universidad.
El primer perfil más posicionado con posibilidades de ser el nuevo Rector de la USAC, es el de Jordán Rodas Andrade, candidato de la planilla SOS USAC.
Rodas Andrade, actual Procurador de los Derechos Humanos, marca una característica de discurso con tres elementos: voto digno, el llamado a que no haya continuidad de los grupos corruptos en la USAC. Salió tarde con una campaña austera, basada en redes sociales y un discurso anticorrupción.
A pesar de contar con tiempos limitados para su campaña logró ganar siete cuerpos electorales y con posibilidades de ganar tres más, en la segunda vuelta de los colegios profesionales de Médicos, Ingenieros Agrónomos y Estomatólogos. En la primera vuelta ganó un cuerpo, en la segunda 4 y en la tercera 2.
En segundo plano se observa la continuidad del oficialismo tradicional, encabezado por Carlos Valladares de la planilla AVANTE. Fue decano de la Facultad de Arquitectura y secretario general de la USAC durante la rectoría de Murphy Paiz.
La participación de Valladares es cuestionada por su cercanía a Paiz, actualmente en prisión preventiva por su vinculación con el caso denominado “Comisiones Paralelas 2020”, bajo la investigación de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público (MP).
Valladares tiene 5 cuerpos ganados y con posibilidades de ganar un cuerpo más en la segunda vuelta de los colegios profesionales.
Finalmente, la opción más señalada de actos de corrupción encabezada por Walter Mazariegos, de la agrupación INNOVA. Mazariegos, actualmente es decano de la Facultad de Humanidades y su participación en este proceso se cuestionó por realizar fiestas con inversiones millonarias, incluso con jaripeos y conciertos, además del acarreo de estudiantes desde centros regiones y la compra de votos en los centros de votación.
Mazariegos tiene 9 cuerpos ganados con las posibilidades de ganar 8 más en la segunda vuelta de los colegios profesionales.
Su planilla INNOVA organizó un evento público en Fórum Majadas, en la zona 11 de la capital, el pasado 12 de enero, al que asistió el abogado Juan Carlos Godínez. Godínez es representante del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) ante el CSU. Además está vinculado en el caso Comisiones Paralelas 2020 y recientemente fue incluido en la lista Engel de actores corruptos designados por el gobierno de los Estados Unidos.
Al evento también asistió Henry Arriaga, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, vinculado en un caso de corrupción dentro de la USAC, por la construcción de un edificio situado en el centro universitario de Xela en la gestión del exrector Estuardo Gálvez. Fue beneficiado con falta de Mérito por el Ministerio Público (MP).
Las tres figuras más destacadas de este proceso electoral abren dos posibles caminos: democratizar los espacios de la universidad, impulsar iniciativas de ley, cambiar el sistema de elegir a las autoridades o continuar bajo el control de grupos conservadores. La elección en la USAC abre posibilidades de iniciar el camino de la recuperación de la USAC.
Al entender la importancia de este proceso electoral de la tricentenaria, seguro se entiende también las razones de privación de libertad de los exrectores, Estuardo Gálvez y Murphy Paiz, como actores que forman parte de la cooptación del Estado guatemalteco, por su vinculación en el caso Comisiones Paralelo 2020.
Estos patrones explican las condiciones bajo las cuales se realiza esta elección, marcada entre denuncias sobre estudiantes acarreados en buses que llegaron de los centros regionales, docentes que en sus cursos daban instrucciones a los estudiantes sobre por quien votar a cambio de puntos. Es decir, el modelo de la elección, además de su carácter excluyente y poco democrático permite la negociación política de algunos candidatos con grupos que buscan cooptar la digna universidad pública de Guatemala.
