Celebran el Waqxaqib’ B’atz’ (Año Nuevo Lunar) en territorio Q’eqchi’

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Créditos: Elías Oxom.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Elías Oxom

“El Waqxaqib’ B’atz’ es un gran día, todos los pueblos mayas deberían estar de fiesta”, Eugenio Choc Caal.

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Este martes 15 de marzo, las comunidades que pertenecen al pueblo Maya Q’eqchi’ amanecieron celebrando el Waqxaqib’ B’atz’ según el Calendario Maya. Waqxaqib’ B’atz’ es el calendario sagrado y el de los guías espirituales, significa 8 monos, 8 hilos, representa el cordón umbilical, el Batz’ simboliza la continuidad del tiempo, se asocia a la creatividad, la danza y las distintas artes.

Foto: Elías Oxom.

Esta fecha es muy importante para los pueblos Mayas porque significa el Año Nuevo Lunar; el calendario Ch’olq’ij o Calendario lunar tiene 260 días, no está organizado por meses, sino por espacios de 20 días, simbolizados por glifos, contados del 1 al 13 de forma cíclica. En este tiempo se contabilizan nueve fases lunares, haciendo referencia a los nueve meses de la gestación del ser humano y el crecimiento de la cosecha.

En territorio Q’eqchi’ esta fecha fue celebrada con actividades culturales, marimba y ceremonias mayas en comunidades y colectivos que todavía preservan sus prácticas culturales. En la comunidad de Saomax, Cobán, Alta Verapaz, unos 20 guías espirituales realizaron actividades culturales desde la tarde del 14 marzo (wuqub’ tz’i’), se hicieron reflexiones sobre el año que culmina y el Año Nuevo Lunar; en la mañana del 15 de marzo (Waqxaqib’ B’atz’) recibieron el Año Nuevo Lunar con sones en marimba, que amenizaron las actividades de la ceremonia Maya.

Foto: Elías Oxom.

Durante la ceremonia, los guías espirituales y participantes hicieron el conteo de 1 al 13 cada nawal del Calendario Maya, también bailaron alrededor del fuego al ritmo del son Q’eqchi’ en marimba. Esto hicieron mientras pedían energías, armonía, paz y la vida de los pueblos, durante la misma ceremonia en el nawal B’atz’ agradecieron al TzuulTaq’a y a los Dioses por otro año lunar. En la misma ceremonia se casó una pareja, sus dos integrantes, con Copal Pom y velas unieron sus vidas en esta importante fecha para su cultura.

Para Eugenio Choc Caal, guía espiritual (Aj Mayejanel), el Waqxaqib’ B’atz’ es un gran día, todos los pueblos mayas deberían estar de fiesta, “pero por la invasión de los europeos nos impusieron otras prácticas ajenas a la nuestra, este es un año nuevo, día en que los guías espirituales (Aj Mayejanel) reciben su cargo como contadores del tiempo, día para entregar y recibir los cargos en las comunidades (K’amolb’e)”, expresó.

Foto: Elías Oxom.

Julián Tiul Ché, guía espiritual (Aj Mayejanel) proveniente de Tanchí, San Pedro Carchá, manifestó que estas fechas importantes para los pueblos mayas se desconocen por las religiones que se han expandido y están presentes en las comunidades. “Este es un día de fiesta para nosotros los pueblos originarios, este calendario se rige por las fases de la luna”, indicó.

Germán Choc, representante del Colectivo de Guías Espirituales “Oxlaju Q’anil,” informó que en la actividad participaron guías espirituales de las aldeas Semox, Campamac, Peña Blanca I, China Ichab, Tanchí, Chilatz de los municipios de Cobán y San Pedro Carchá; así mismo dio a conocer que en la aldea Caoba II, Fray Bartolomé de Las Casas, celebraron el Año Nuevo Lunar y en Chik’ixji, San Pedro Carchá, también.

Foto: Elías Oxom.

Choc agregó que el rol del guía espiritual (Mayejanel) en los pueblos es el conteo del tiempo, por lo tanto, “esta fecha no puede pasar desapercibida para nosotros. Se esperó el año nuevo una noche antes porque es importante la abstinencia (K’ajb’ak), es importante la unión de los guías espirituales, porque la unión fortalece los conocimientos ancestrales”, expresó.

Osman Choc, participante en la actividad, manifestó que desde la invasión de los europeos se ha venido perdiendo la valoración de estos conocimientos. “Ahora hay un desconocimiento sobre nuestra cultura y nuestras prácticas cosmogónicas, lo que se está haciendo ahora es una lucha por el rescate de nuestras prácticas culturales”, concluyó.

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