Muere la última hablante nativa del idioma indígena yagán en Chile

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Créditos: Cristina Calderón
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Servindi

Con la muerte de Cristina Calderón, a los 93 años, se termina de extinguir la lengua más austral del mundo.

La última hablante nativa del idioma del pueblo indígena yagán, Cristina Calderón, murió este miércoles 16 de febrero a los 93 años en Magallanes, al sur de Chile.

Cantante, etnógrafa y escritora, Calderón dedicó gran parte de su vida a preservar la cultura yagán, ocupándose de la difusión de la lengua, de cuentos y leyendas ancestrales de su pueblo.

Con su muerte, la lengua más austral de mundo se terminó de extinguir, quedando como única referencia un diccionario del yagán al español que Calderón creó junto a su nieta antes de morir.

Tesoro humano vivo

Calderón, que deja siete hijos y 14 nietos que no tienen al yagán como su lengua materna, era reconocida como un “tesoro humano vivo” por el Gobierno de Chile y la Unesco.

La mujer, considerada también una guardiana de su cultura, fue además destacada como una de las 50 mujeres protagonistas del Bicentenario de la República de Chile en 2010.

Su muerte fue anunciada por su hija menor, Lidia Gonzáles Calderón, quien es una de las integrantes de la Convención Constituyente que actualmente redacta la nueva Constitución chilena.

“Madre, para los yagán, tu partida genera un vacío irremplazable desde lo cultural, humano y afectivo. Y nos plantea la tarea de preservar tu memoria y con ella la de nuestro pueblo”, señaló.

El fallecimiento de Calderón también ha sido lamentado por el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien señaló que sus enseñanzas y luchas “seguirán vivas por siempre”.

La lengua más austral

Los yagán, el pueblo indígena más austral del planeta, habitan en el extremo sur de Chile y según el último censo su población es de unas 1.600 personas.

Antiguamente, solían poblar los archipiélagos del extremo sur americano, por la costa meridional de Tierra del Fuego y entre el canal Beagle y el Cabo de Hornos

Su lengua, el yagán, tenía 32.400 vocablos, una enormidad si se le compara con las 5.000 palabras que maneja cualquier persona al hablar el idioma español habitualmente.

Sin embargo, era considerado un idioma en vías de extinción desde hace décadas ya que el mestizaje, la evangelización y las presiones culturales derivadas de la colonización rompieron con la cadena de transmisión oral.

La lengua, además, era “aislada” o “no clasificada” porque no formaba parte de una familia lingüística ni tenía vínculos con ninguna otra lengua viva, como el español que procede del latín.

Esto hacía más difícil descubrir el origen de las palabras, estructura o gramática de la lengua cuyo vocabulario estaba relacionado con la naturaleza austral, según el Museo Chileno de Arte Precolombino.

En 2003, cuando murió Úrsula, la hermana de Cristina Calderón, esta dijo que se había quedado sola y que no tendría con quién hablar, lo que la motivó a dejar un legado palpable.

Así, creó un diccionario del yagán al español junto a su nieta y editaron juntas una compilación de cuentos y relatos yaganes titulado Hai Kur Mamašu Shis (Quiero contarte un cuento).

Hoy este material probablemente sea el punto de partida para rescatar y sistematizar el idioma yagán, una posibilidad que no ha descartado impulsar su hija Lidia Gonzáles Calderón.

Publicado originalmente en Servindi

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