Créditos: Francisco Simón
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Francisco Simón Francisco

Las razones que motivaron a Juana Alonzo Santizo a salir de su casa ubicada en el cantón Chakchak K’en en San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, fueron la búsqueda de trabajo e ingresos dignos para apoyar a su madre, quien se encuentra actualmente soltera y enferma, además de brindar apoyo económico para la educación de sus dos hermanas menores y tener su propia casa.

Sin embargo, cumplir esas metas y el sueño de llegar a Estados Unidos, quedó en el calvario.

Juana Alonzo Santizo, tiene 35 años, es de origen maya Chuj, lleva 7 años de estar en prisión preventiva en el Estado de Tamaulipas, México. Salió de su pueblo en 2014, en noviembre del mismo año fue detenida por las autoridades mexicanas, entre golpes, insultos y violación a sus derechos. Fue acusada por un delito que ella nunca cometió, asegura su familia. Desde entonces, sigue en prisión, sin visitas familiares ni comunicación telefónica.

Foto: Francisco Simón

 

La esperanza no acaba para familia,  que exige su inmediata liberación y el retorno a su hogar situado en el municipio de San Mateo Ixtatán.

Las autoridades de justicia mexicana la acusan de secuestro sin el acceso a un intérprete, ella habla su idioma materno Chuj. Su caso no avanza por tres razones, no habla español, los abogados no comprenden el proceso penal en su contra porque requieren de intérpretes y la familia no cuenta con recursos económicos ni las visas para movilizarse hasta la ciudad de Reynosa en México.

La lucha por su libertad ha tenido costos negativos en la familia. Sus padres se separaron en 2015, meses después de la detención injusta de Juana y la madre enfermó entre penas y preocupaciones por su hija.

Foto: Francisco Simón

Han invertido en este proceso más de 150 mil quetzales, afirma Pedro Santizo, hermano de la migrante, sentado junto a sus padres y sus dos hermanas en el patio de la casa de concreto con lámina y la cocina de madera, este sábado 5 de febrero.

El único apoyo que reciben viene de los tíos y de sus hermanos que viven en Estados Unidos. Recientemente recibieron el apoyo social y moral de los vecinos y otras organizaciones,  quienes han recaudado firmas en búsqueda de la libertad de Juana Alonzo Santizo.

Desde su detención, los policías y testigos han presentado múltiples excusas para no asistir a las audiencias. Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX) informaron a la familia este miércoles, de una posible audiencia a finales de este mes.

Lea muy pronto la historia completa en Prensa Comunitaria

Foto: Francisco Simón

COMPARTE