Excomisionado militar de Alta Verapaz sentenciado a 45 años de prisión por desaparición forzada

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Créditos: José Manuel Castañeda Aparicio fue hallado responsable del secuestro y la desaparición de tres comunitarios de Tampó, Tactic, Alta Verapaz, en 1983. Febrero, 2022. Juan Rosales
Tiempo de lectura: 4 minutos


José Manuel Castañeda Aparicio fue hallado responsable del secuestro y la desaparición de tres comunitarios de Tampó, Tactic, Alta Verapaz, en 1983. Los restos óseos de Jacobo López Ac fueron ubicados en una de las fosas comunes halladas en el destacamento militar de CREOMPAZ. Los familiares de Francisco Guerrero y Rodolfo López continuarán con la búsqueda pues tienen la esperanza de encontrarlos y darles un lugar para que descansen en paz.

Por Juan Calles

José Manuel Castañeda Aparicio, excomisionado militar, fue sentenciado, este 24 de febrero, por el Tribunal de Mayor Riesgo D, a 45 años y tres meses de prisión por su participación en la desaparición forzada de Jacobo López Ac, Francisco Guerrero López y Rodolfo López Quej en 1983, en la aldea Tampó, en Tactic, Alta Verapaz.

La jueza Sara Yoc basó su sentencia en los testimonios y peritajes que presentaron abogados querellantes y el Ministerio Publico (MP), desde el inicio del proceso, el 12 de enero de 2022 y que concluyó este 24 de febrero con la sentencia condenatoria.

Durante la lectura de la sentencia la jueza dijo que impuso la condena basada en el principio de rehabilitación del condenado. Los abogados querellantes y el MP pedían 120 años de prisión contra Castañeda Aparicio, sin embargo, el tribunal de manera unánime decidió que 45 años y 3 meses era una pena adecuada en este caso de justicia transicional.

Durante la lectura de los alegatos finales, Genara López, familiar de las tres personas desaparecidas, pidió a la jueza que ordenara que se continuara con la búsqueda dos familiares más, ya que, hasta la fecha, únicamente se localizaron los restos de Jacobo López Ac. La fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) identificó, entre 2012 y 2015, los restos óseos en una fosa común, junto a más de 500 personas, en el destacamento militar de Cobán, hoy conocido como CREOMPAZ.

Después de escuchada la sentencia, Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo, (GAM), querellante adhesivo en el juicio expresó: “Ha llegado tarde esta sentencia, 39 años implica que ya no es justicia tan efectiva; pero tampoco debemos menospreciarla, es importante”.

Por su parte, el Movimiento Regional de Víctimas del Conflicto Armado Interno de Alta Verapaz resaltó, a través de un comunicado, el esfuerzo de las víctimas y la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, que han logrado importantes avances en temas de justicia transicional. Además, exigieron al gobierno una ley para la institucionalidad de la paz y demandaron a la Corte Suprema de Justicia, (CSJ) y a la Corte de Constitucionalidad, (CC), que no respondan a “intereses oscuros”; y a la ciudadanía a seguir vigilantes sobre la situación del país.

Antecedentes de un proceso entrampado

Este es el segundo juicio que enfrenta el excomisionado militar Castañeda Aparicio. En 2012 fue detenido y enfrentó una causa judicial en el juzgado primero del ramo penal de Cobán, Alta Verapaz. Ese juzgado lo absolvió tras un dictamen polémico, pues en esa ocasión se afirmó que el acusado quedaba libre, porque el delito de desaparición forzada había prescrito, contradiciendo las leyes guatemaltecas y tratados internacionales en los que se establece que este tipo de delitos son imprescriptibles.

Después de una persistente lucha de los familiares, se logró que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) anulara esa sentencia y ordenara de nuevo la captura y enjuiciamiento de Castañeda Aparicio, hasta el 24 de febrero de 2022 que se le condenó.

Todo sucedió durante una madrugada de 1983

Como ya ha informado Prensa Comunitaria, según afirman testigos, entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de enero de 1983, soldados de la zona Militar número 21, junto a comisionados militares y miembros de las Patrullas de Autodefensa Civil allanaron las viviendas de López Quej, López y López Ac, en la aldea Tampó, en Tactic, Alta Verapaz.

Según relataron los familiares de las víctimas, llegaron directamente a las casas de Rodolfo López Quej, que entonces tenía 22 años, y era empleado del Instituto Nacional de Comercialización Agrícola (INDECA). Su primo, Francisco Guerrero López, tenía 18 años, y el tío de ambos, Jacobo López Ac, de 42 años, quien era promotor de salud y el presidente del Comité Pro Mejoramiento de la aldea.

Los sacaron en ropa interior, los amarraron, los golpearon frente a su familia y preguntaban: ¿En dónde están las armas? Sus familiares creen que se los llevaron porque entendían que ellos apoyaban a la guerrilla, sin embargo, únicamente se dedicaban a organizarse para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos y sus familias.

Los hijos, sobrinos y hermanas de los tres desaparecidos fueron testigos oculares de los hechos e identifican plenamente al acusado, Castañeda Aparicio, quien en ese tiempo, además de ser comisionado militar, tenía una carnicería en la población y era apodado “Zacapa”, era famoso por su crueldad con los vecinos de la aldea.

Castañeda Aparicio es padre de Ana Sofía Castañeda Deras, conocida como “la Sirenita”, quien guarda prisión desde 2017, por los delitos de asociación ilícita y conspiración para el asesinato. Para las familias esta vinculación es grave ya que Castañeda Deras aún intimida a las familias con personas armadas que se han visto en los alrededores de sus casas.

Los familiares de Francisco Guerrero López y Rodolfo López Quej tienen la esperanza de encontrar los restos de sus familiares en las fosas comunes localizadas en CREOMPAZ, ya que allí fue localizado Jacobo López Ac, por lo que después de esta sentencia condenatoria continuarán la búsqueda de Francisco y Rodolfo, hasta encontrarlos.

Caso Tactic: una búsqueda incansable que lleva 39 años

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