EEUU y Juan Orlando Hernández: mucho más que una lista

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Créditos: EEUU reveló que el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, está incluido en la lista Engel de “actores corruptos y antidemocráticos” de Centroamérica. Jorge Cabrera, Reuters.
Tiempo de lectura: 6 minutos

Por Prensa  Comunitaria

EEUU reveló este lunes que, el ahora ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, está incluido en la lista de “actores corruptos y antidemocráticos” de Centroamérica, conocida como “Lista Engel”, por el apellido del legislador que promovió esta iniciativa.

En un comunicado público el Secretario de Estado, equivalente a Canciller, de EEUU, Antony Blinken, expresó que “variados informes de prensa” señalan que Hernández “se ha involucrado en actos de corrupción significativa al cometer o facilitar prácticas de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas”.

También destacó que Hernández fue nombrado en “un testimonio bajo juramento” en un proceso penal federal estadounidense por haber recibido ganancias del narcotráfico como parte de los fondos de su campaña.

En un tuit posterior a difundirse la declaración, Blinken enfatizó que: “Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, debido a actos corruptos. Nadie está por encima de la ley”.

Ser incluido en esta “Lista Engel” “generalmente hace que las personas enumeradas no sean elegibles para visas y admisión a los Estados Unidos”, expresa el comunicado.

Una de las cosas llamativas de este anuncio es que en el mismo se reveló que Hernández está incluido en esta lista del Departamento de Estado desde el 1° de Julio de 2021, es decir, desde hace siete meses, y, sobre todo, desde antes de las elecciones que se realizaron en Honduras y que terminaron con la victoria de Xiomara Castro. Hernández terminó este 27 de enero, 8 años de mandato, luego fue juramentado, virtualmente, como diputado del Parlamento Centroamericano, lo que le otorgaría inmunidad.

¿Por qué EEUU decidió “desclasificar” esta medida contra Hernández recién ahora? No lo explican ni el comunicado, ni el tuit de Blinken.

Antes de intentar profundizar sobre las causas de tan llamativa tardanza. Cabe recordar que el hermano del ex presidente hondureño, el parlamentario Tony Hernández, fue condenado a cadena perpetua, más 30 años, en EEUU, por narcotráfico.

Hernández negó siempre las acusaciones y también defendió a su hermano. De hecho, lo volvió a hacer este lunes, mediante un comunicado, también público. Hernández reivindicó su inocencia y sus relaciones “de amistad y colaboración” con el gobierno de EEUU y sus agencias de seguridad.

En el comunicado Hernández indicó que incluirlo en la “Lista Engel” es “una decisión soberana de EEUU, un país que siempre fue un amigo y aliado en la lucha que mi gobierno enfrentó de manera valiente en contra del crimen organizado en todas sus formas y cuyos resultados altamente positivos, fueron reconocidos en diferentes ocasiones por altos funcionarios de este país, tanto de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), del Comando Sur y otros representantes del Poder Ejecutivo y de ambas cámaras del Poder Legislativo norteamericano”.

A lo largo del comunicado Hernández, una y otra vez, recordó su estrecha colaboración con EEUU y reveló que prácticamente todas las agencias de ese país trabajan activamente en Honduras. “Aprovecho para reiterar que los logros en la lucha contra el narcotráfico de mi gobierno fueron gracias al trabajo en equipo entre las instituciones hondureñas como el Ministerio Público, el Poder Judicial, Policía Nacional, Fuerzas Armadas, ATIC, PMOP, Unidades de Inteligencia con agencias norteamericanas como la DEA, el Comando Sur, el Departamento de Justicia, el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Departamento del Tesoro y el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU”, dijo.

Hernández hizo una descripción de sus “supuestos” logros en la lucha contra el narcotráfico y hay uno que adquiere especial destaque al unirlo a otros acontecimientos que se están produciendo en la región. Dijo Hernández: “Reportes sobre la Estrategia de Control Internacional de los Narcóticos del Buró Internacional de Asuntos de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de los EEUU muestran que durante mi administración se redujo en un 83% el tránsito de droga”. Recomendamos retener este dato, y esta agencia del Departamento de Estado de EEUU, sobre el que volveremos más adelante.

¿Qué significa esta revelación del Departamento de Estado? Xiomara Castro ganó con claridad las elecciones, con un gran respaldo a su candidatura. Castro tiene como grandes premisas de su gobierno combatir la pobreza y la desigualdad, más del 70% de la población de Honduras vive en la pobreza; la corrupción; restablecer el Estado de derecho y terminar con la violencia. El ex presidente Hernández, el gran derrotado junto a su Partido Nacional en las elecciones, es la imagen pública de casi todas esas lacras que golpean al pueblo hondureño, en particular de dos. Hernández está sospechado de financiación ilícita a su partido, de negociados varios en obras públicas y de vínculos con el narcotráfico. También es la cabeza visible que se benefició del golpe de Estado que despuso a Mel Zelaya en 2009, de la represión posterior a las protestas y de haber sido electo y reelegido en elecciones fraudulentas, como denunciaron varias organizaciones hondureñas e internacionales.

El asunto es que, para perpetuarse en el poder Hernández tuvo el beneplácito de EEUU, que lo contaba como uno de sus peones en la región, durante la administración Trump y antes.

Esto parece haber cambiado, como amargamente les recuerda Hernández en el comunicado, y el “amigo de ayer” hoy es indeseable y desechable.

Hay que recordar que Xiomara Castro enfrentó una crisis en su bancada parlamentaria antes de asumir la presidencia, con la rebelión de 18 legisladores que pactaron con el Partido Nacional de Hernández. Esa crisis pareció haberse conjurado completamente este lunes, con el regreso de los rebeldes, lo que coincidió con el anuncio público de EEUU que mostraba que Hernández, otrora todo poderoso, no tenía respaldo del Norte ahora. Sin embargo, se reavivó. Parece ser que la elite hondureña y otros poderes quieren recordarle a Castro que aún mantienen resortes de poder en ese país. Y que la extradición de Hernández será un tema político relevante en Honduras.

Hay que recordar también que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajó a Honduras para la toma de posesión de Castro, una señal de respaldo de gran peso.

Una visita muy reveladora

Coincidiendo con el día elegido para “desclasificar” que Hernández estaba en la “Lista Engel”, EEUU hizo pública, en sus redes oficiales, la presencia en la región, más precisamente en Guatemala, de Heide Fulton, Subsecretaria Adjunta, de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés), del Departamento de Estado. ¿Casualidad?

De acuerdo con lo que se informó en las redes del INL, generalmente muy reservadas en cuanto a misiones, salvo cuando optan por dar señales políticas y diplomáticas, Fulton está muy lejos de hacer una visita de compromiso a Guatemala. Estará en nuestro país 5 días, desde el lunes 7 al sábado 12 de febrero.

En el parte de prensa divulgado por la Sección Antinarcóticos del Departamento de Estado se afirmó que: “su visita destaca la sólida colaboración de seguridad en tierra, aire y mar que compartimos con nuestros homólogos guatemaltecos para crear una región más segura para nuestros ciudadanos”.

Es llamativa la mención a la “sólida colaboración” cuando el mismo Departamento de Estado en el que trabaja Fulton incluyó a la fiscal general, Gloria Porras, en la “Lista Engel” en septiembre de 2021. La misma “Lista Engel” en la que ahora se sabe que Hernández estaba desde julio.

Además de los mensajes políticos es llamativa la foja de servicios de Fulton, quién está en su cargo desde 2020. Fulton conoce la región, fue directora de la Oficina de Asuntos Mexicanos del Departamento de Estado y Encargada de Negocios y Jefa Adjunta de Misión, entre 2016 y 2019, de la embajada de EEUU en Honduras, precisamente mientras Hernández era presidente y antes de asumir su actual responsabilidad.

Por lo tanto, decir que “conoce la región” es quedarse cortos. Es más preciso decir conoce Honduras, conoce a Hernández y muy bien. De hecho, es preciso anotar que, como señalamos más arriba, Hernández destaca que su labor en el combate al narcotráfico fue reconocida en un informe por la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado, aunque pone mal el nombre. Si, precisamente la agencia que dirige Fulton, que además antes estuvo en la embajada de Honduras, es decir participó de ese reporte. ¿Otra casualidad?

Hay un dato más de su trayectoria que ayuda a dimensionar su experiencia: fue directora de lucha contra el narcotráfico en la Oficina Internacional de Narcóticos y Cumplimiento de la Ley en la Embajada de Kabul, Afganistán. Cuando el país estaba ocupado por EEUU y una mal llamada “coalición internacional”. Afganistán es el principal productor de amapola del mundo.

Listas, colaboración y contradicciones

Falta mucho camino por recorrer para que se termine de ver el despliegue de la estrategia de EEUU en la región. Lo cierto es que esta parece permitir que coincidan en el tiempo la inclusión de una Fiscal General, Consuelo Porras, en una lista de corruptos y antidemocráticos y la colaboración “por aire, mar y tierra”, del mismo Departamento de Estado, con el gobierno de Alejandro Giammattei, que nombró, sostiene y defiende a dicha fiscal.

Incluso que el mismo país, y la misma administración, en diferentes espacios y agencias, puede, a la vez, brindar respaldo público y protección a destacados operadores de justicia perseguidos en Guatemala, que encuentran refugio en EEUU, y destacar la colaboración por “aire, mar y tierra” con el gobierno que los persigue y los obliga al exilio.

Que la misma agencia y hasta la misma persona, hipotéticamente, pueden reconocer la cuestionada labor de un presidente, Juan Orlando Hernández, cuando este es aliado circunstancial, y condenarlo luego por vínculos con los narcotraficantes.

Que la “Lista Engel” tiene partes públicas y partes reservadas que se revelan cuando EEUU entiende que le conviene.

También está muy claro que EEUU le otorga gran importancia al triángulo norte de Centroamérica, que está enviando hacia aquí a figuras de mucho peso de su administración y que está dispuesto a jugar fuerte, diplomáticamente hablando, en la región.

Por ahora, Hernández, al igual que Jimmy Morales, encontró en el Parlacen un refugio. ¿Le será suficiente?

La respuesta a esta pregunta atañe no solo a Hernández y a Honduras, también a Guatemala, al gobierno anterior, encabezado por Jimmy Morales, y al actual de Giammattei. La dilucidación de este juego de ajedrez también interesa a varios diputados al Congreso en Guatemala que están señalados por delitos varios, tienen pedidos de levantamiento de su inmunidad, e incluso, algunos están en la “Lista Engel”.

En un sentido más amplio, interesa a toda la región.

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