Por Joel Pérez
Desde las 7:30 de la mañana del sábado 15 de enero, un camión que transportaba juegos de mini fútbol que habían sido instalados en la feria de la comunidad Copal AA La Esperanza, Cobán, Alta Verapaz, quedó atascado en un tramo de la carretera que de esa comunidad comunica a Nimlajacoc, porque en ese lugar están destruidas unas carrileras que fueron construidas desde hace más de 2 años.
Se indicó que el camión logró salir de ese lugar cerca de las 19 horas, aproximadamente.
El pasado lunes 10 de enero, un microbús que retornaba a la comunidad con pasajeros de Cobán, cayó de la carrilera dañada y permaneció atascado por más de tres horas, generando largas colas de vehículos en ambos extremos del camino.
Otro medio de transporte que retornaba de la comunidad Copal AA La Esperanza, el martes 11 de enero, también quedó atrapado en ese tramo por varias horas.
Un proyecto inconcluso
Las carrileras de concreto fueron construidas hace más de dos años en el período de Jorge Cordoba, exalcalde municipal de Cobán, sin embargo, este proyecto no fue diseñado con base a la realidad de las comunidades, ya que las carrileras de concreto miden entre 15 a 20 centímetros de altura, lo que complica la circulación de vehículos.
Esas carrileras fueron construidas en la mayoría de cuestas que existen a lo largo de los aproximadamente 7.5 kilómetros de camino que existen entre las comunidades citadas.
Según información que compartieron en su momento los alcaldes comunitarios, las carrileras tenían que haber sido rellenadas cada ciertos metros, para crear pasos para dos vehículos, sin embargo, este trabajo nunca fue concluido y tampoco en ningún momento fue anunciada la culminación de la carretera.
Al quedar inconclusa esa obra, algunas comunidades como Copal AA La Esperanza y Sa’mocooch acordaron en rellenar el centro de las carrileras, sin embargo, las demás comunidades no hicieron lo mismos, aduciendo que esto debió haber sido concluido por la misma empresa constructora.
Esa carretera comunica a más de veinte comunidades de la región y a varias comunidades del municipio de Ixcán y la Zona Reina que usan esa ruta para sacar sus productos o llevar a las comunidades mercadería y artículos de consumo diario.
Mientras unos sufren al pasar por esos tramos de concreto, otros transportistas y motoristas disfrutan al descender o subirlas, ya que al pasar sobre las carrileras aceleran sus motores. Varios de esos acróbatas se han salvado de caer y sufrir golpes.
