Créditos: Impunity Watch
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Se escuchó el informe a manera de peritaje de tres expertos en diferentes temas, la jueza Jazmin Barrios escuchó atenta a los peritos, mientras tanto en la pantalla, desde el Mariscal Zavala, los acusados la pasaban bien conversando y cabeceando en sus sillas, aún no se hacen presentes a la sala de audiencias. 

Por Juan Calles

En el Tribunal de Mayor Riesgo A, en la ciudad de Guatemala. Desde el nivel quince de la torre de tribunales se realizó una nueva jornada del juicio que enfrentan cinco patrulleros de autodefensa civil PAC, en la que se escucharon los peritajes de tres expertos en diferentes temas, el primero sobre el papel del ejército durante el conflicto armado en Rabinal, Baja Verapaz, el segundo fue sobre el Derecho Internacional y los Derechos Humanos de las Mujeres y por último sobre la doctrina militar que promovió la violencia estatal en contra de población civil.

Fernando Sazo, un sacerdote católico que vivió en Rabinal durante los años 80 presentó sus conclusiones sobre el peritaje solicitado por el Ministerio Público, mientras hablaba de su investigación ejemplificaba la crueldad con la que actuaban miembros del Ejército contra sus propios miembros, al castigar y al entrenar, patadas e insultos racistas eran comunes, “a un soldado se le olvidó el nombre de su oficial, a ese soldado lo colgaron de cabeza y cada cierto tiempo le pateaban la cabeza y le preguntaban ¿ya te acordaste del nombre del oficial? ¿ya te bajó a la cabeza?” contó Sazo. 

Entre las conclusiones del peritaje Sazo mostró que el Ejército difundió una ideología de misoginia y violación de Derechos Humanos entre la población guatemalteca, esto debido al odio del Estado contra grupos de mujeres consideradas enemigas de la patria; “primero asesinaros a sus esposos, luego las capturaron y violaron masivamente”.

“Los gravísimos hechos que realizaron expatrulleros bajo órdenes del Ejército en Rabinal contra las mujeres Achi superan lo realizado en la colonia y en la época liberal contra los pueblos indígenas, el Ejército los puso a destruirse entre ellos mismos, les enseñó a odiarse entre vecinos, destruyeron el tejido social” concluyó Sazo.

Por otra parte la abogada María Adriana Benjumea presentó un peritaje en el que se afirma que los hechos que se juzgan en el caso de las mujeres Achi, debe juzgarse bajo los términos del derecho internacional, y los tratados internacionales que el Estado de Guatemala a firmado. 

“La violencia sexual no es una práctica aislada, constituye una práctica para controlar a un grupo de personas. A las mujeres se les controló por medio de sus cuerpos, con esclavitud sexual, lo que es un crimen de lesa humanidad esos crímenes deben juzgarse bajo el Derecho internacional”, aseguró Benjumea.

Por último, el ex militar peruano Clever Alberto Pino, informó sobre el peritaje que realizó sobre la doctrina militar, entre sus hallazgos destaca el que afirma que la táctica y estrategia militar utilizada durante el conflicto armado interno fue aprendida en la Escuela de las Américas, un centro de adoctrinamiento del Ejército de los Estados Unidos en donde la elite militar latinoamericana aprendía tácticas de guerra y en donde se forjó el concepto de enemigo interno. 

“La doctrina militar inculcada en la Escuela de las Américas enseñaba que el enemigo era tu vecino y había que acabar con él había que cambiar la mentalidad de la gente, que pensaran que nosotros éramos los buenos” afirmó Alberto Pino.

Al concluir su intervención el ex militar peruano aseguró que las Patrullas de Autodefensa Civil, PAC, son una creación del Ejército de Guatemala, estaban bajo el mando militar y todas sus acciones tenían el control de los oficiales. Por ello, el Estado de Guatemala es responsable por la violencia contra las mujeres Achi; concluyó en su informe. 

Las audiencias continuarán en los próximos días en los que la dinámica será escuchar a los expertos que rinden informe ante la jueza Jazmín Barrios que tiene la responsabilidad de emitir sentencia al finalizar el proceso judicial. 

Un grupo de mujeres Achí querellantes en este juicio permanecieron en la sala de audiencias, otras más, la mayoría siguen en sus comunidades a la espera de la respuesta que las mujeres que viajaron a la ciudad les lleven de vuelta, ¿habrá justicia para todas ellas?

 

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