Proceso en contra de guardabosques refleja irrespeto a los sistemas de organización comunitaria

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Créditos: Marco Chávez.
Tiempo de lectura: 6 minutos

 

Durante el estado de sitio declarado en Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, tres guardabosques de Totonicapán fueron capturados y acusados por agentes de la Policía Nacional Civil, en un proceso catalogado de denigrante e injusto por tratarse de autoridades comunitarias que cumplían con su trabajo. 

Por Lourdes Álvarez Nájera

El pasado 7 de enero, tres guardabosques de la parcialidad Vásquez o Tz’iles en Totonicapán, fueron capturados por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). En los primeros días de enero, ellos habían recibido su “cargo”, un servicio comunitario que forma parte de la estructura de organización social del pueblo maya K’iche’ de Totonicapán y que los integra a un sistema de autoridad y representación indígena con raíces precoloniales.

Según el reporte de la PNC, los guardabosques Lucas Batz Vásquez, de 32 años, Miguel Santos Barreno de 21 y Miguel Santiago Aguilar Vásquez también de 21, fueron detenidos por resistencia, instigación a delinquir y amenazas, debido a que se supone que agredieron a la PNC. Un extremo que según Teodoro Guadalupe Vásquez Vásquez, presidente y representante legal de la parcialidad Vásquez o Tz’iles, no es verdad, porque los jóvenes se encontraban realizando un recorrido habitual por los bosques de la comunidad.

Fotos: Marco Chávez.

Además, los tres informaron sobre sus cargos como guardabosques comunitarios y las acciones que estaban realizando, pese a todo fueron aprehendidos y llevados al preventivo de la zona 18 en la ciudad capital, “como se hace con un criminal común”, detalló Vásquez.

Para Vásquez, esto representa una acción por parte de las fuerzas de seguridad y del propio Estado de Guatemala, que no debe pasar desapercibida por las implicaciones individuales y colectivas que representa, ya que los guardabosques son autoridades indígenas y los agentes de la PNC no demostraron conocimiento o respeto por esas formas propias de organización y representación comunitaria indígena.

Vásquez agregó que, a nivel individual y familiar, los tres guardabosques se vieron afectados en lo emocional y psicológico. En un inicio, cuando se reportó su desaparición el 7 de enero, mientras hacían el recorrido habitual por los bosques de la parcialidad, se pensó que habían sido secuestrados.

Posteriormente se conoció que habían sido capturados por las fuerzas de seguridad en el marco del estado de sitio que el Gobierno impuso en los municipios de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, por el incremento del conflicto social entre ambas comunidades.

Fotos: Marco Chávez.

El 8 de enero, la comunidad salió a manifestar sobre la ruta Interamericana para pedir la liberación de los guardabosques detenidos, pero fue hasta el martes 11 que lograron brindar su primera declaración en el Juzgado de Paz de Nahualá.

“Nosotros como autoridades indígenas al ver que alguien comete una infracción dentro de la parcialidad cuando es de otro municipio o de otra comunidad, primero se le pregunta por su nombre, se le pregunta quién es su alcalde, luego nos comunicamos con el alcalde de su comunidad y entre ellos como alcaldes intercambian información de los datos de la persona. Antes de hacer una justicia, primero se conoce a la persona que está cometiendo una infracción”, añadió Vásquez.

Sistema de justicia que se contradice

Aurelio Chávez Coyoy, coordinador de acompañamiento jurídico de la organización Utz Che’, quien junto a la Asociación de Abogados Mayas brindó representación legal y acompañamiento a los tres guardabosques, indicó que durante la audiencia de primera declaración el Ministerio Público (MP) los acusó del delito de atentado, porque supuestamente se opusieron a la autoridad.

Se dijo que los tres guardabosques estabas escondidos en el momento que la PNC ingresó al bosque de la parcialidad de Totonicapán, un territorio completamente ajeno a las acciones de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán.

También se dijo que los guardabosques lanzaron piedras y en el parte policial se dice que se les incautó unos gorgoritos, unos celulares y un machete, que se dijo se usó en contra de los policías, para decirles que no podían ingresar a la parcialidad sin el previo aviso y notificación a las autoridades comunales, eso motivó a los PNC a la captura de los guardabosques.

“El día de la audiencia se dejó claro y se comprobó la titularidad de los guardabosques como un cargo, que forma parte de las formas propias de gobierno de esas comunidades, se presentaron las actas de nombramiento, las actas de toma de posición, incluso hasta un oficio de un alcalde municipal de Totonicapán que los acreditaba como guardabosques con el título y acreditándolos como autoridad”, según Chávez.

Fotos: Marco Chávez.

Además, como defensa legal, se hizo la presentación de una imagen en relación a la ubicación del territorio donde se encuentra la parcialidad Vásquez demostrando que estaba afuera del territorio del conflicto y municipios decretados con estado de sitio.

El abogado indicó que los policías que estaban en ese momento en esa área, eran de otros departamentos, la mayoría del Oriente del país, que por razones de comunicación y desconocimiento fue imposible explicarles las formas de organización que tienen las comunidades maya k’iche’ en esa localidad.

En la resolución de la audiencia, los guardabosques fueron ligados a proceso y el Juzgado de Primera Instancia de Nahualá ordenó que se mantengan bajo arresto domiciliario y que deben firmar un acta de medidas sustitutivas en el juzgado de paz de Totonicapán cada 15 días.

Se espera que el MP presente su acto conclusivo el 11 de abril y la audiencia de etapa intermedia donde se defina si se abre a juicio o no, se hará el 17 de mayo.

Pese a la resolución, al igual que el represente de la parcialidad Vásquez, el abogado Chávez indicó que para los guardabosques, como autoridades comunitarias de ese tipo, fue denigrante ser trasladados al preventivo de la zona 18, ya que en ciertos momentos fueron tratados como criminales comunes.

“Ellos son lideres que están siendo criminalizados por el Estado, especialmente porque no existe conocimiento y comprensión sobre lo que es y se debe determinar como autoridades indígenas de Totonicapán. Es un paso atrás para esa figura, al equipararlos a ese tipo de criminales sin validar las cualidades y credenciales que los amparan como autoridades indígenas”, añadió Chávez.

Al quedar ligados a proceso, los tres guardabosques salieron de prisión para poder seguir ejerciendo sus cargos de servicio a la comunidad.

“Este caso es una incoherencia muy grande por parte del sistema de justicia, procesar a quienes  están velando por los recursos y por la montaña, ahora están vinculados a un proceso y deben estar cada 15 días firmando un documento, mientras están ejerciendo un cargo en beneficio de toda una colectividad”

En esa parte del bosque comunitario de Totonicapán existen más de cien fuentes de agua de las que dependen las comunidades.

El respeto, un valor comunitario

Para Vásquez, como pueblo maya, siempre colocan en un lugar primordial el valor del respeto que ha sido conservado y transmitido desde sus ancestros.

“Nosotros conservamos el respeto como un bien dentro de nuestra cultura. No sé qué piensa el Gobierno, la PNC, que intervino de esa manera y que se llevaron así a nuestros guardabosques, ellos no son criminales ni han cometido ningún delito”, enfatizó.

Fotos: Marco Chávez.

A su criterio, se ha perdido el respeto a las autoridades del pueblo maya. “Nosotros como pueblos siempre hemos respetado a la policía y a cualquier autoridad nacional, pero en este caso se han violado los derechos de las autoridades indígenas porque Totonicapán es un pueblo que está organizado desde su propia cultura”.

El cargo comunitario es relevante y de suma importancia para las comunidades, es un servicio para el que son llamados y no electos.

“Al ejercer un cargo y un servicio dentro de la comunidad es ad honorem no devengamos un salario y estamos cuidando nuestro bosque, nuestra montaña de donde vienen los nacimientos de agua potable que abastecen a nuestras comunidades, también estamos protegiendo con reforestación, porque sabemos que sin bosque no hay vida porque los árboles son los que dan el aire puro”, añadió Vásquez.

Fotos: Marco Chávez.

El entrevistado recalcó que con esas acciones, desde el Estado se generan actos de represión que generan más violencia.

“Para buscar la paz, primero antes de juzgar, se debe dialogar, conocer a las personas y sus autoridades”.

Como parte del sistema de rotación de cargos comunitarios, la junta directiva a la que Vásquez pertenece dejará el cargo este domingo 16, y asumirá una nueva junta que se compone de 24 personas, dos por cada caserío que conforman la parcialidad Vásquez o Tz’iles en Totonicapán, propiedad de los 12 caseríos que la conforman.

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