“El homenaje que me han hecho es para todo el pueblo que ha dado su testimonio y que yo he escrito”, Ricardo Falla

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Créditos: El sector interreligioso Centinelas realizó el 15 de diciembre pasado en la ciudad de Quetzaltenango un homenaje al sacerdote jesuita, antropólogo y escritor, Ricardo Falla, por su trayectoria y el trabajo que realiza a favor de los pueblos originarios en Guatemala. Foto: Diego Petzey, diciembre, 2021.
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Este reconocimiento es para todo el pueblo, ¿Qué mérito puedo yo tener?, pues el mérito que tal vez he tenido es haber sistematizado las palabras de los testigos o de los informantes. Porque en los libros que he escrito está la voz y testimonios de la gente, sobre todo, de los pueblos originarios. Ricardo Falla

Por Diego Petzey

El sector interreligioso Centinelas realizó el 15 de diciembre pasado en la ciudad de Quetzaltenango un homenaje al sacerdote jesuita, antropólogo y escritor, Ricardo Falla, por su trayectoria y el trabajo que realiza a favor de los pueblos originarios en Guatemala.

El evento tuvo tres momentos importantes: en la primera parte, varias personas que estaban presentes y algunos de forma virtual, expresaron su agradecimiento por el trabajo de Falla. En un segundo momento se realizó un acto simbólico, en el que el antropólogo hizo entregó de cuatro de sus libros a dos jóvenes mujeres, a una familia víctima de la guerra y a Prensa Comunitaria, y en un último momento se entregó un reconocimiento a Falla por su trayectoria y trabajo.

Foto: Diego Petzey

Un homenaje que nos reúna como familia

Mayra Rodríguez, de Centinelas, dijo que el homenaje es por la trayectoria y el trabajo que ha hecho Ricardo Falla al documentar y reunir la memoria histórica de los pueblos indígenas, que fueron víctimas de la guerra, que tuvo lugar en Guatemala durante 36 años y que siguen siendo excluidos y marginados actualmente.

Varias personas expresaron su agradecimiento a Falla por su trabajo; una de ellas fue Jordán Rodas, Procurador de los Derechos Humanos, quien a través de un video agradeció el legado de Falla para conocer la realidad del país, ya que a través de sus escritos se puede conocer a profundidad el sistema de exclusión, racismo y una diversidad de vicisitudes que se han vivido en Guatemala, a lo largo de la historia.

Un gesto simbólico de entrega hacia el pueblo

Un momento sustancial de la actividad fue cuando Ricardo Falla entregó de forma simbólica cuatro de sus libros: a dos jóvenes mujeres, a una familia víctima de la guerra y a Prensa Comunitaria. En palabras de Falla los libros que dio a las mujeres jóvenes constituyen un gesto de entrega hacía las nuevas generaciones, para que contribuyan en la memoria histórica de Guatemala y que reconozcan la lucha de un pueblo.

 

“Mi mensaje para la juventud es que se peguen a ese mismo pueblo y ustedes que ya saben escribir, pongan por escrito lo que oigan, porque el dolor de nuestro pueblo está en todos lados, está disperso, entonces nuestra misión es juntarla para que esta memoria no se pierda”, expresó el sacerdote.

Un tercer libro lo otorgó a la familia Marroquín Caminac, originaria de la finca San Basilio, en Suchitepéquez; sus integrantes fueron víctimas de la guerra en la década de los 80. Antonio Marroquín recordó que el Ejército de Guatemala llegó a la finca el 13 de marzo de 1979 y desde ese momento varias personas empezaron a ser perseguidas, secuestradas, desaparecidas y asesinadas. Marroquín relató que parte de su familia fue desaparecida. María Caminac dijo que cuando empezó el tiempo más cruento de la guerra se desplazaron de forma forzada a la ciudad Guatemala, para resguardarse y que con mucho dolor dejaron su hogar, su tierra y a las personas que conocían.

Foto: Diego Petzey

“‘¡Yo lo vi! ¡Lo vi todo!’, hago entrega de este libro a Prensa Comunitaria como un gesto por el trabajo que hacen, porque lo ven todo, desde cada esquina de las calles para mantenernos informados”, con estas palabras el antropólogo Ricardo Falla entregó el cuarto libro que relata la historia de tres testigos de la masacre ocurrida en San Francisco, Nentón, Huehuetenango el 17 de julio de 1982.

El libro fue recibido por el periodista comunitario Diego Petzey, quien agradeció el gesto, que al venir de un testigo fiel, honesto y agudo de la realidad social de Guatemala, motiva al equipo de Prensa Comunitaria a continuar con su labor en los territorios.

Foto: Diego Petzey

Ricardo Falla un escritor y persona espiritual 

Ricardo Salvador Falla Sánchez, según los datos biográficos de su sitio en internet, es un sacerdote jesuita, antropólogo y escritor guatemalteco, de 89 años. Se reconoce como una persona espiritual que a lo largo de su trayectoria ha buscado la experiencia espiritual a través de los testimonios y vivencias de las personas.

Ha sido profesor en las varias universidades. Entre 1983 y 1992 proporcionó acompañamiento pastoral a las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) en las selvas de Quiché, que tuvieron que esconderse en las montañas para salvar sus vidas ante los ataques del Ejército de Guatemala. Durante este tiempo tuvo un acercamiento a la realidad de cientos de familias durante la guerra interna ocurrida en Guatemala.

Entre sus obras se destacan Quiché Rebelde (1978), Masacres de la finca San Francisco, Huehuetenango (1983), Masacres de la selva: Ixcán, Guatemala (1975-1982), Historia de un gran amor (1005) entre otros de autoría individual y colectiva. Ha realizado trabajos antropológicos, testimoniales y personales acerca de la población maya a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte hasta en la actualidad.

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