Créditos: El presidente Alejandro Giammattei durante su discurso ante el Consejo Permanente de la OEA, durante su gira en Washington. Foto Presidencia
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Por Regina Pérez

El presidente Alejandro Giammattei comenzó el lunes 6 de diciembre una “visita de trabajo” en Washington, días previos a la Cumbre por la Democracia, organizada por el gobierno de Estados Unidos, a la que Guatemala no fue invitada, al igual que Honduras y El Salvador. Su viaje, en el que sostuvo diversas reuniones con grupos conservadores el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros, es visto por analistas, como inoportuno y con miras a ganar apoyo a su gobierno por parte de grupos radicales de ese país.

Días antes, Juan González, asesor del presidente Biden para Asuntos Hemisféricos, dijo a periodistas que la razón por la que Guatemala no había sido invitada a la Cumbre por la Democracia, al igual que El Salvador y Honduras, era “por actividades preocupantes” realizadas por estos países.

En el caso de Guatemala, González se refirió a las acciones tomadas por la fiscal general Consuelo Porras, en contra del exjefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, Juan Francisco Sandoval, destituido en julio pasado. También dijo que Estados Unidos está preocupado por la corrupción en el país y las instituciones judiciales que la están facilitando.

El presidente Giammattei participa en un acto público con la fiscal general, Consuelo Porras, incluida en la lista de actores corruptos y antidemocráticos de EE.UU. Foto MP

Sobre la exclusión de El Salvador, el funcionario mencionó que el gobierno de Nayib Bukele ha llevado a cabo una serie de medidas que socavan las instituciones democráticas del país, como la destitución de magistrados y una campaña de desinformación contra la embajada de EE.UU. en ese país.

Esta misma semana, el gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra dos altos funcionarios del gobierno de Bukele, Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y director general de cárceles; y Carlos Amílcar Marroquín Chica, director de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia salvadoreña; bajo la Ley Global Magnitsky sobre la Responsabilidad de Derechos Humanos.

Estados Unidos señaló que ambos están siendo designados por ser funcionarios de gobierno “responsables de o cómplices en, o se han involucrado directa o indirectamente con la corrupción”. También designó a la jefa del Gabinete de Bukele, Martha Carolina Recinos de Bernal, bajo la Ley Magnitsky, acusándola de haber dirigido un esquema de corrupción multimillonario en múltiples ministerios. A diferencia de El Salvador, Guatemala aún no ha recibido sanciones similares.

La realización de la Cumbre el 9 y 10 de diciembre y el viaje de Giammattei coincidieron con el lanzamiento por parte de la Casa Blanca de una estrategia para combatir la corrupción, un acercamiento a nivel de gobierno para elevar la lucha por la transparencia en ese país y a nivel internacional, señaló el secretario de Estado, Ned Price, en su cuenta de Twitter.

El presidente escuchó, en al menos una de sus reuniones en Washington, preguntas por las sanciones estadounidenses, a lo que respondió molesto que era solo una lista, refiriéndose a la lista Engel. La fiscal general, Consuelo Porras, aliada del mandatario, fue incluida por Estados Unidos en dicha lista, señalada de obstruir investigaciones sobre corrupción.

La Ley Magnitsky, aplicada a los funcionarios salvadoreños, bloquea la entrada a EE.UU. a personas que considera corruptoras y violadoras de derechos humanos, congela sus activos e impide que hagan negocios en ese país.

En tanto, la lista Engel se enfoca en personas que han participado en corrupción significativa en Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes pierden su visa y se les deniega la entrada a Estados Unidos. También pueden ser objeto de sanciones y congelación de activos.

Busca legitimarse con grupos radicales

El mandatario guatemalteco inició su visita de trabajo siendo el principal orador en un foro organizado por la Fundación Heritage, que promueve políticas de derecha conservadora, el lunes 6 de diciembre, donde afirmó que Guatemala seguirá siendo un aliado y amigo de los Estados Unidos, “a pesar de este gobierno”, en referencia a la administración del presidente Joseph Biden.

El martes 7 de diciembre se reunió con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde señaló que Guatemala goza de un ambiente estable, en el que las diferencias políticas se debaten abiertamente. Asimismo, dijo que como muchas democracias experimenta problemas, como la corrupción y el narcotráfico. “La corrupción es un flagelo que atenta contra la democracia. Debemos tener claridad que el narcotráfico es el mayor corruptor”, pronunció.

A criterio del excanciller Gabriel Orellana ese viaje fue inoportuno, “por cuanto la actitud del presidente fue buscar auditorios ideológicamente sesgados, inoportuna en sentido de los tiempos, lo único que hizo fue ‘aparecer como el colado’ de la fiesta”.

Para Alejandro Rodríguez, de Alianza por Reformas, el presidente Giammattei no tiene legitimidad para viajar a Washington, “porque Guatemala es un Estado fallido”. Rodríguez indicó que lo que busca el mandatario es legitimarse frente a grupos radicales de derecha y demostrar que está en la capacidad de reaccionar, lo cual considera un error político muy grande, que no le va a generar legitimidad ni en Guatemala, ni en EE.UU. ni frente a la comunidad internacional.

Durante sus discursos, Giammattei se refirió al Estado de derecho, al combate a la corrupción y al narcotráfico y a la necesidad de atraer inversión al país, entre otros temas.

A criterio del analista político Luis Mack, Giammattei no solo le habla al presidente de EE.UU. o al gobierno encabezado por los demócratas, sino que también está tratando de conseguir apoyo en otros sectores y otros actores que no necesariamente coinciden con los intereses del gobierno actual de ese país. “Eso fue lo que hizo Jimmy Morales en su momento, especialmente en los sectores conservadores y de extrema derecha, que tienen otros intereses a los del gobierno de EE.UU.”, afirmó.

Según Mack, esos discursos están dirigidos a seguir convenciendo a los actores que todavía ven con buenos ojos al gobierno guatemalteco para que sigan apoyándolo, “todo es un lobby político para tratar de influir en las decisiones del gobierno de EE.UU. y sus estrategias en Guatemala”, indicó.

Rodríguez dijo por su parte que nadie puede tomar en serio las declaraciones del presidente. “Todo mundo sabe que el Estado tiene sus instituciones cooptadas por el crimen organizado, lamentablemente cada vez estamos dejando de ser un Estado de derecho para convertirnos en un narcoestado”, dijo.

Las acciones unilaterales del presidente lo único que demuestran es su debilidad política, la intención desesperada de realizar algún acto para lavarse la cara, mencionó.

Sobre su intervención con el Consejo Permanente de la OEA, Orellana señaló que esta reunión no puede tener ningún efecto. Diplomáticamente él se reunió con funcionarios de tercera categoría, si partimos de la base que él es el Presidente, un funcionario de primera categoría en el escalafón diplomático, no hubo ningún ministro de Relaciones Exteriores y mucho menos un presidente o un jefe de Estado, punto que cuenta mucho, afirmó el excanciller.

Orellana indicó que no importa en qué auditorio haya estado Giammattei, “es innegable que los índices de Moody’s, los informes del Departamento de Estado, los comentarios que ha formulado la Unión Europea lo desmienten.

“Un Estado fallido”

En el contexto de esa visita, las organizaciones guatemaltecas Alianza por Reformas, Impunity Watch y Acción Ciudadana presentaron una carta ante el Consejo Permanente de la OEA para denunciar los incumplimientos del gobierno de Alejandro Giammattei a las recomendaciones emitidas por la Misión Especial que visitó el país, cuando el gobierno invocó la Carta Democrática Interamericana.

Las acciones de Giammattei y Porras han generado un repudio generalizado de la población guatemalteca. Foto archivo Francisco Simón

Para Rodríguez, lo que se está viendo es que Guatemala se ha convertido en un Estado fallido, con una Corte Suprema de Justicia (CSJ) ilegítima, con una Corte de Constitucionalidad (CC) que fue designada con vicios, donde no se permite que una de las magistradas con mayor legitimidad pueda asumir, con la manipulación que se está haciendo de la persecución penal por parte de la Fiscal General Consuelo Porras, que forma parte de las personas que están sindicadas en la lista Engel. “Todo esto demuestra que Guatemala ha dejado de ser un estado democrático, de derecho, que sus instituciones responden a situaciones que tienen que ver con el crimen organizado”, indicó.

Organizaciones afirman que el gobierno de Giammattei no ha cumplido recomendaciones de la OEA

Sobre la exclusión de Guatemala de la Cumbre, Mack señaló que demuestra que el país ya no es visto como una nación que está colaborando con EE.UU. en sus objetivos estratégicos. “El principal punto de quiebre es la lucha contra la corrupción, el país está viviendo tiempos complicados, por la actitud de estos grupos que están en el poder de ir cooptando las diferentes instancias de justicia y de ir estableciendo una lógica que tiene el mismo nombre de lucha contra la corrupción, pero todos sabemos que es una fachada para escoger sus propios intereses”, dijo.

Otras intervenciones de Giammattei

El presidente participó en el Foro Parlamentario de Inteligencia y Seguridad, presidido por Robert Pittenger, exmiembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde abordó temas de seguridad regional y migración.

También estuvo presente en la 51º Conferencia Anual sobre las Américas, evento organizado por Americas Society/Council of the Americas, participación que fue gestionada por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), para “atraer inversión al país”, según el diario La Hora.

El mandatario tuvo una entrevista con el medio conservador Fox News donde señaló que no había tenido contacto con la Casa Blanca desde la visita de la vicepresidenta Kamala Harris en Guatemala, en junio pasado.

De acuerdo con la presidencia, Giammattei fue acompañado en este viaje por una comitiva conformada por el ministro de Economía, Antonio Malouf; el ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci; el presidente del Banco de Guatemala, Sergio Recinos; el secretario privado de la Presidencia, Janio Rosales; el secretario de Comunicación Social, Kevin López y el jefe de protocolo de la Cancillería, Wendel Arriaza.

En su cuenta de Twitter, el Gobierno calificó la agenda de trabajo como “exitosa”.

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