Rememoran construcción de puente de hamaca que une al pueblo Sipakapense y Mam

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Créditos: Omar Pérez Pablo
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Por Omar Pérez Pablo

Encarnación Ambrosio Mejía, de 98 años, cuenta y recuerda que en 1930, existía una vía de conexión a pie, que algunas familias del caserío Aguas Calientes, aldea Queca, municipio de Sipacapa, departamento de San Marcos, utilizaban para llegar a la cabecera municipal; varios años después se gestionó la construcción de un puente de hamaca que recientemente cumplió 50 años.

En ese entonces, narra don Encarnación, aportaron 60 jornales y 60 quetzales para la construcción del puente de hamaca, porque hace más de 50 años cuando pasaban el río Aguas Calientes, ellos “caminaban de cabeza”, le llamaban así, porque el río siempre los arrastraba cuando lo atravesaban con sus cargas en la espalda y con mecapal en la cabeza.

Hay limites que nunca se encontrarán en los mapas oficiales, algunas fronteras que parecieran pertenecer a otro mundo, según la narración de don Encarnación, es un viaje al otro lado de una frontera invisible trazada por líderes comunitarios, en el corazón del occidente de Guatemala, donde ahora unas 200 familias de Aguas Calientes, están entre el limbo del pueblo sipakapense de San Marcos y del pueblo Mam de Quetzaltenango, pero unidos por un puente hamaca.

Foto: Omar Pérez Pablo

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