Ruda y Prensa comunitaria entrevistaron a las exfiscales generales Claudia Paz y Thelma Aldana y al exjefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público Juan Francisco Sandoval. Los tres viven exiliados en Estados Unidos, luego de que el sistema de impunidad creado y alimentado por las élites guatemaltecas corruptas los expulsó del país.
Las conversaciones abordan la situación actual del Ministerio Público, una de las instituciones que más se benefició del apoyo internacional que llegó a Guatemala en forma de financiamiento, asesoría técnica y respaldo político en la segunda mitad de la primera década de 2000, sobre todo tras la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad. Bajo el mandato de Paz y Aldana, y con Sandoval al frente de FECI, el MP emprendió persecuciones penales inéditas en el país, como la que llevó a la primera condena judicial por el genocidio Ixil y al enjuiciamiento de criminales de guerra o a la desarticulación de redes de corrupción como La Línea, que involucran a los grupos económicos y políticos más poderosos del país.
Tras la consumación, durante el mandato del expresidente Jimmy Morales, de la alianza entre redes criminales para retomar el poder que el entramado anticorrupción les había quitado, inició la persecución contra los operadores fiscales y judiciales que la protagonizaron. Hoy, siete fiscales y al menos dos jueces han tenido que salir de Guatemala, temiendo por su vida.
La más reciente arremetida la hizo Consuelo Porras, a quien las redes de impunidad dieron el manejo del MP; en la forma de la destitución de Hilda Pineda, jefa de la fiscalía de Derechos Humanos, que jugó un rol central en los juicios por genocidio y crímenes de guerra en Guatemala.
De eso, del desmantelamiento paulatino del MP y del empoderamiento cada vez mayor de las redes hoy operadas desde la presidencia de Alejandro Giammattei hablamos con las dos exfiscales y el exfiscal a los que Guatemala exilió.
Lea también:
