Por Hernán González
Estudiantes, profesionales y catedráticos están a las puertas de un nuevo proceso electoral en la Universidad de San Carlos (USAC), el cargo a elegir es importante si la comunidad universitaria busca erradicar las redes criminales en el interior de la principal casa de estudios.
Los estatutos de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) establecen que: “En los casos de incapacidad, impedimento o ausencia temporal del rector, hará sus veces el decano más antiguo, o si tuvieren el mismo tiempo de servicio, el de más edad. En caso de que estas causas se transformaren en definitiva, deberá convocarse a elecciones de Rector dentro de los treinta días siguientes a la vacancia. La temporalidad a que se refiere este artículo no podrá exceder de seis meses”.
Los estatutos son claros, pero es malicioso el retraso que causa a propósito el actual Consejo Superior Universitario (CSU) al no convocar a elecciones en el plazo que establece los estatutos internos de la universidad. Especialmente el vacío de autoridad existente, provocado por la implicación en corrupción e impunidad del exrector Murphy Paiz.
En este momento emergen dos figuras que desde hace mucho empezaron su campaña electoral. Luis Suárez Roldan, actual decano de la Facultad de Ciencias Económicas. Roldan tienen demandadas por pensión alimenticia, en redes sociales presume su amistad con la actual fiscal general Consuelo Porras, señalada de corrupción en el Ministerio Público (MP). Amistad que le permite tener una cátedra en la universidad.
El otro candidato es el arquitecto Carlos Valladares, quien tuvo el cargo de Secretario General de la universidad, durante el período de Murphy Paiz. Valladares renunció, manifestando causas personales, aunque han surgido diversos videos en redes sociales, denunciando su participación en casos donde está involucrado el ex Rector Murphy Olimpo Paiz, como Comisiones Paralelas 2020, junto al ex rector Estuardo Gálvez.
Sobre la crisis política nacional, con los poderes del Estado cooptados por las redes criminales, ninguna de las dos figuras “emergentes” ha manifestado preocupación, y como es común en las campañas electorales de Guatemala, la carrera por llegar a la Rectoría se trata de propuestas vacías.
La USAC no está exenta de las viejas prácticas de la política conservadora, la compra de votos con actividades que son ajenas a la vida universitaria, la academia, investigación o docencia. Muchas veces el principal cargo de dirección de la Universidad se decide con fiestas, comida, o plazas laborales.
La Universidad se encuentra entre la espada y la pared, ¡sin opción! La vieja política seguirá orientando las decisiones de una institución que se aleja completamente de sus objetivos principales, promover y difundir la cultura y el saber
científico de la población y aportar en el estudio de los problemas nacionales.
