COVID-19: Laboratorio de Datos presenta propuesta para disminuir desigualdad en la vacunación

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Créditos: Estuardo Tunche
Tiempo de lectura: 5 minutos

Por Regina Pérez

El centro de pensamiento Laboratorio de Datos señaló que en Guatemala existe una desigualdad en la forma en que se está vacunando a la población, ya que las personas ladinas y con mayor educación presentan los porcentajes mas altos de inmunización frente a la población maya y aquellos con menos estudios, por lo que presentó una propuesta con seis líneas de acción para acelerar este proceso y hacerlo más equitativo.

En el momento crítico que vive Guatemala, con un promedio de 5,500 casos positivos al día y con 12,908 fallecidos por la COVID-19, señala que hay tres cosas que se pueden hacer para controlar la pandemia: imponer medidas drásticas de contención; fortalecer la capacidad de respuesta de los servicios de salud; y acelerar la vacunación.

Por ello Laboratorio de Datos presentó su “Propuesta para fortalecer la aplicación equitativa de la vacuna contra COVID-19” con seis líneas de acción que busca acelerar la inmunización.

La meta mínima en Guatemala sería alcanzar al 70 por ciento de la población, aproximadamente 11.9 millones de personas y, para llegar a esos números, hay tres condiciones: que haya suficientes vacunas, que se baje la edad mínima a los 12 y que se proponga una estrategia multimodal, para llevar a cabo la vacunación masiva en el menor tiempo posible, según el Laboratorio de Datos.

Guatemala es el país más rezagado en Centroamérica en vacunar a su población c, solo superado por Nicaragua. De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, únicamente el 12 por ciento de la población está vacunada con el esquema completo (2 dosis) y el 32 por ciento ha recibido la primera.

Desigualdad en la inmunización

Óscar Chávez, de Laboratorio de Datos, explicó que en el país la vacunación avanza lentamente y reproduce desigualdades históricas, empezando por el testeo, el acceso a las pruebas hasta llegar a la inmunización.

Chávez expuso que los dos principales factores de desigualdad en la vacunación son la educación y la población objetivo. El 59 por ciento de las personas con estudios universitarios ha sido vacunada y el 19 por ciento de tienen estudios de nivel medio, mientras que menos del 10 por ciento de personas con educación primaria han sido inmunizadas.

Segundo, al 31 de julio de 2021, el 85 por ciento de la población vacunada ha sido a población ladina, cuando representa el 56 por ciento de la población, en tanto únicamente ha sido inmunizada un 14 por ciento de población maya, que representa el 42 por ciento de la población guatemalteca. Los datos en la población garífuna y xinka también muestran rezagos.

Foto: David Diego Marcos.

Mientras más educado es un municipio, más se está vacunando, igual pasa con la pobreza, mientras más pobres son, menos se vacunan, mencionó Chávez.

Gran parte de estas desigualdades se dan desde la forma en que se armó el Plan Nacional de Vacunación, a través del sistema de registro, por medio de un dispositivo móvil, utilizando internet, en idioma especial y esperando un mensaje de texto para acceder a la vacuna.

Seis líneas de acción  

La propuesta de Laboratorio de Datos para acelerar el acceso a la vacuna de forma más equitativa es que se de un giro a la estrategia actual, que ahora tiene una gestión centralizada y es capitalino/urbano-céntrica y en horarios laborales restringidos.

La segunda recomendación es eliminar las barreras de acceso a la vacuna. El sistema de registro y mensajes de texto se tiene que eliminar y debería ser tan fácil como llegar a cualquier centro de vacunación con el DPI. Además, recomiendan abrir la vacunación a mayores de 18 años y cuando las autoridades lo recomienden, bajar la vacunación a mayores de 12 años.

También proponen una estrategia multimodal de vacunación, que se tiene que adaptar al contexto y poblaciones. “Aun cuando una persona no tenga acceso a tecnología o movilizarse, pueda tener acceso a la vacuna”, dijo Chávez.

Las recomendaciones 4 y 5 es que en los municipios más rurales se debe trabajar una estrategia más activa donde los equipos se desplacen hacia los lugares poblados. “Se debe trabajar una campaña de comunicación, de persona a persona, a través de medios locales, referentes sociales, para superar las barreras de desinformación que se ha tenido en estos lugares”, agrega Chávez.

Karin Slowing, de ese centro de pensamiento, señaló que donde se difunde menos información sobre las vacunas, hay más resistencia. Un elemento clave es la reiteración de la oferta de vacunación, no podemos esperar que en la primera vuelta pase todo, la gente tiene que recuperar confianza y tiene que haber una interacción estrecha con los equipos para que quienes tengan resistencia puedan vacunarse eventualmente, dijo Slowing.

Otro elemento que la analista destacó es la importancia de tener metas claras, de cuál es la población mínima que se quiere alcanzar, que con el surgimiento de nuevas variantes como la Delta, exigirán niveles más altos de vacunación; 70 por ciento es un mínimo a vacunar, indicó.

Debilidad del MSPAS para hacer compras

Enrique Maldonado, analista del Laboratorio, consideró que la recomendación 6, sobre mejoras gerenciales, es elemental para la capacitación en procesos de compras y contrataciones. Han visto cómo han tratado de pasar iniciativas para reformar la Ley de Compras y Contrataciones o estados de calamidad para agilizar las compras, reflejando la incapacidad en la gestión publico financiera en el Ministerio de Salud para poder realizar las compras.

Según Maldonado, en una revisión en Guatecompras encontraron que la anterior administración del Ministerio de Salud tenía la capacidad de hacer el doble de procesos de cotización y licitación que la actual administración. Esto se explica por qué el Ministerio de Finanzas no ha trabajado con la cartera para formar a sus profesionales en el uso de la ley de Compras y Contrataciones.

Podemos tener la mejor ley, pero si no capacitamos a los funcionarios públicos en cómo se usa esta normativa, vamos a enfrentar al mismo problema, hoy hay un estado de calamidad para hacer compras relativas al COVID-19, el problema de fondo se tiene que solventar, indicó.

Foto: Estuardo Tunche.

El año pasado, dijo, el Ministerio de Finanzas solo capacitó a 151 empleados de la cartera de Salud en el uso de la Ley de Compras y Contrataciones y de ellos, solo 10 fueron formados con el uso de la subasta pública inversa. “Con esos datos es imposible pensar que pueda existir la capacidad gerencial para llevar a cabo cualquier proceso de adquisiciones”, mencionó.

Plan de Vacunación fracasó

Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de Derechos Humanos, comentó que el sistema de salud en Guatemala es desigual y excluyente y que en esas condiciones nació el Plan Nacional de Vacunación.

Calderón señaló que el Plan fue una copia de lo que se dio en otros países, pero no se logró contextualizar de una forma oportuna.

La defensora de la Salud dijo que el documento de Laboratorio de Datos evidencia la necesidad de la inclusión de poblaciones que se han quedado fuera del plan. Ante el aumento de contagios, se han impactado otras poblaciones que no se habían visibilizado, uno de esos son los niños mayores de 12 años, dijo.

De acuerdo con Calderón, hay que reconocer que el Plan de Vacunación “ha fracasado” y es difícil aceptarlo, porque dentro de esto, está involucradas muchas personas enfermas y guatemaltecos fallecidos, lo dicen los datos y los pocos indicadores con los que contamos para hacer esas evaluaciones.

Slowing indicó que la propuesta de Laboratorio de Datos será puesta a disposición de la ministra de Salud, Amelia Flores, del presidente y de quienes quieran conocerla, “estamos en la mejor disposición en el momento que nos llamen”, señaló.

No tenemos barreras de acceso, los documentos son públicos y estamos abiertos a un diálogo para colaborar, anotó.

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