Créditos: Leopoldo Batz
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Por la Asamblea de alguaciles de la Alcaldía Indígena de los 48 Cantones de Totonicapán

Las asamblea de alguaciles de primera y segunda quince de los 48 Cantones de Totonicapán al pueblo de Guatemala hace saber: 

La llamada independencia y bicentenario son burla a la libertad que anhelan los pueblos. Se hizo con la exclusión de los pueblos indígenas, en particular para impedir una independencia verdadera como la que proclamó Atanasio Tzul en el levantamiento de julio de 1820. El acta de la independencia tiene solo un elemento de verdad: “la hacemos para que otros no la hagan”. Se refiere a los indígenas insumisos como Atanasio Tzul.

A partir de esa afirmación todo el resto es una comedia. En la actualidad no hay nada que festejar o conmemorar. Al día siguiente de firmada el acta de la vergüenza, se anexaron a México y de esa anexión se origina la perdida de Chiapas y Soconusco. Más adelante es la entrega de Belice, luego se otorga tierras a la oficina colonial belga, para finalizar ofreciendo el país a los EEUU. Y los resultados de la farsa de dos siglos de independencia, es la miseria de las mayorías, la exclusión de los habitantes originarios, explotación de millones, migrantes expulsados de su tierra, con la entrega de riquezas mineras, petroleras y todos los recursos de este país.

No tenemos nada que conmemorar. Lo que tenemos es luchar por un país y una patria para todos, un Estado que refleje en su justa dimensión la naturaleza plurinacional de nuestros territorios. Los herederos de esa mal llamada independencia no merecen estar al frente de este país puesto que, al igual sus antecesores, su único propósito es el saqueo y depredación de las instituciones y los territorios. Es por ello que los llamados a la construcción de una nueva democracia tienen en la actualidad ecos profundos en los pueblos indígenas, como vemos con los 48 cantones y las diversas estructuras indígenas del país.

POR LO EXPRESADO

Reiteramos nuestro rechazo al denominado bicentenario con todo y sus festejos, estamos convocados a pensar y luchar por un país distinto, en donde haya trabajo digno y oportunidades para todos, con libertad y paz, con salud y educación en todos los hogares, con recursos naturales en beneficio de todos. Sin corrupción ni impunidad. Tenemos que enterrar de una vez y para siempre la patria del criollo, y construir la patria para todos.

 

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