Migrante en Canadá falleció mientras trabajaba; “No murió por los rayos, murió por la esclavitud”

COMPARTE

Créditos: Prensa Libre.
Tiempo de lectura: 5 minutos

 

¿Por qué no fue un canadiense el que murió por los rayos? ,“porque un canadiense no va a estar trabajando bajo la lluvia y mucho menos cuando haya rayos, en cambio nosotros nos tienen allí a la hora que a ellos se les antoja, a la hora que ellos quieran, esa fue la razón por la que murió Vicente Torres, la muerte del migrante no ocurrió por los rayos, fue por la esclavitud”, exclamó el ex migrante trabajador. 

Por Francisco Simón Francisco

La historia de un migrante guatemalteco en Canadá se convirtió en tragedia. Se trata de Óscar Antonio Vicente Torres, quien murió el pasado 11 agosto en horas de la noche, cuando trabajaba bajo la lluvia en una finca agrícola en la provincia de Quebec y la descarga eléctrica de un rayo le cayó encima.

El migrante murió al recibir la descarga eléctrica a las 19:30 horas, provocada por una fuerte tormenta, mientras se encontraba recolectando coliflor en la finca de Denis Martín S.E.N.C en la provincia de Quebec, Canadá.

“Los trabajadores de la finca escucharon el trueno, algunos se acercaron de inmediato al lugar y no lo pudieron creer; Vicente Torres había fallecido, su cuerpo quedó irreconocible y carbonizado”, relató en una entrevista a Prensa Comunitaria, Noé Arteaga, un extrabajador migrante agrícola, de origen guatemalteco que vive actualmente en ese país con la nacionalidad canadiense.

Además de contar la realidad que se oculta detrás de la migración agrícola y su propia vivencia.

Según Arteaga, Vicente Torres era originario de la aldea los Matochos del municipio de Cuilapa, Santa Rosa. A sus 28 años había participado cuatro veces en el Programa de Trabajos Temporales en el Extranjero para Actividades Agrícolas. En esta, que era la cuarta ocasión, lo alcanzó la muerte de forma inesperada en ese país.

Supuestamente había finalizado contrato laboral en otra finca. Hace dos meses lo movieron al centro agrícola donde perdió la vida. Con su deceso dejó desamparada a su esposa y a una hija menor de edad en Guatemala.

El cuerpo de Torres se encuentra en Quebec bajo la investigación de la Comisión de Relaciones de Trabajo de Canadá para determinar o descartar si fue un accidente de trabajo. Posteriormente será repatriado a Guatemala en un proceso que probablemente durará entre 20 días y un mes.

Se suma a esto el proceso burocrático que se debe cumplir ante el Consulado de Guatemala en ese país. A criterio de Noé Arteaga, lo que ha hecho el cónsul hasta el momento fue llamar a los familiares del fallecido en Guatemala, “para darles la noticia y las condolencias; que están a las órdenes, pero después las personas tienen preguntas y ya no aparecen, no les han dado más información”.

Migración agrícola temporal en Canadá, otra forma de esclavitud

El programa que benefició al migrante fallecido fue impulsado por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MINTRAB), con el cual se busca crear oportunidades laborales de forma regular para guatemaltecos que cumplen con el perfil establecido por empresas agrícolas en el extranjero.

El tiempo que el programa permite estar en Canadá es variado y depende del sector agrícola y los productos que se producen. Hay contratos que son de 8 meses, por ejemplo para el cultivo de brócoli, que son productos de corto tiempo de cultivación. Contratan a migrantes para cortar, recolectar y empacar estos productos.

También existen contratos de 11 hasta 24 meses de duración, principalmente para invernaderos que implica más tiempo de trabajo.

Sin embargo, de acuerdo a la experiencia de Arteaga en el sector agrícola, este programa, en Guatemala muestra una realidad disfrazada, engañosa y con la intención de explotar al migrante guatemalteco en Canadá, a pesar de ser una migración regular la que se ofrece en la contratación laboral.

Arteaga recuerda que vivió una experiencia propia de esclavitud moderna que se genera en fincas agrícolas, “en Guatemala a uno le platican muchas cosas buenas del programa, pero estando en Canadá, es otra realidad, todo es explotación”.

Para el ex trabajador migrante agrícola, existen cuatro factores para entender que hay una nueva esclavitud que se genera con este programa al llegar a Canadá. Primero, porque no hay un horario de trabajo definido, solo existe un horario de entrada pero nunca un horario de salida.

Segundo, pese a la larga duración del trabajo que es indefinida, las empresas agrícolas solo pagan el salario mínimo a sus trabajadores, que equivale a 13 dólares canadienses por hora.

Tercero, los dueños de las fincas agrícolas ejercen una coacción y control sobre los migrantes trabajadores, según Noé Arteaga “uno está encerrado y sin opciones para hablar ni su propio idioma. Ellos tienen a uno durante el tiempo que quieren”.

Cuarto, el permiso laboral es cerrado y restringe a los trabajadores migrantes realizar otros oficios que no sea lo agrícola, “uno llega a Canadá con un empleador, pero no puede estar cambiando de lugar, eso les permite a los patrones explotar la mano de obra del migrante agrícola”, explicó Arteaga.

Finalmente, se cuestionó Noé Arteaga ¿por qué no fue un canadiense el que murió por los rayos? A lo que el mismo respondió “porque un canadiense no va a estar trabajando bajo la lluvia y mucho menos cuando haya rayos, en cambio nosotros nos tienen allí a la hora que a ellos se les antoja, a la hora que ellos quieran, esa fue la razón por la que murió Vicente Torres, la muerte del migrante no ocurrió por los rayos, fue por la esclavitud”, exclamó el ex migrante trabajador.

A decir de Arteaga, el trabajador migrante agrícola en Canadá paga sus impuestos, prestaciones y jubilación. Sin embargo despersonalizan a los migrantes, cuando mueren no se les reconocen esos beneficios. Y nunca serán jubilados porque es un programa que solo existe en Canadá. “Pagan el seguro de ese empleo pero cuando están en Guatemala y no tienen un empleo no pueden acceder a esa jubilación que pagaron porque están fuera de Canadá. Porque esos programas fueron hechos para los que viven en este país, puntualizó Noé Arteaga.

De migrante agrícola guatemalteco a ciudadano canadiense

“Yo estuve trabajando en el centro agrícola de trabajadores migrantes. Ahora me dedico al trabajo de la construcción con la nacionalidad canadiense. Pero estoy tocado y me veo reflejado en las condiciones de explotación laboral que hacen los dueños de las fincas con los conciudadanos, yo mismo pasé por esas condiciones.

El Consulado de Guatemala en Canadá nunca nos apoyó, pedimos ayuda para un compañero que se enfermó, nos dieron el silencio y nosotros tuvimos que llevarlo al hospital.

Por romper las reglas del programa, nos expulsaron de la finca y desde allí enfrenté un proceso legal contra la finca. Legalmente le gané al patrón, como ellos tienen abogado y no me pagaron ni un centavo de indemnización, pero me quedé con papeles canadiense, me volví canadiense guatemalteco, tengo la doble nacionalidad, llevo 15 años viviendo en Canadá. Igual entré en el programa en 2008 como trabajador temporal.

Por casualidad yo también soy de Santa Rosa, tal vez por eso me contactaron los familiares de Vicente Torres para orientarles, no me veo como activista de migrantes pero al haber vivido esa realidad me conmueve ayudar a la gente. Les doy orientación sobre el proceso administrativo que tienen que cumplir”.

Las explicaciones de Arteaga muestran como cientos de guatemaltecos han encontrado en la migración internacional oportunidades de sobrevivencia, sin embargo la mayoría se han encontrado con situaciones inesperadas, como la muerte, la explotación laboral y el racismo contra el ser migrante.

A pesar de la importancia y magnitudes de las migraciones, el gobierno central no ha logrado orientar una política pública que dé cuenta de las necesidades de la comunidad migrante, a pesar de que las remesas que esta población envía se han constituido como la principal fuente de ingresos para el país.

COMPARTE