Por Redacción Ruda
Este domingo 8 de agosto de 2021 falleció Luz Méndez Gutiérrez, conocida en los últimos años como investigadora y activista social. Fue parte del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), habiendo conformado la Comisión Político Diplomática durante las negociaciones de los Acuerdos de Paz en la década de los noventa. En su juventud formó parte del movimiento estudiantil universitario con el grupo UVE Praxis, siendo parte del Secretariado de la Asociación de Estudiantes Universitarios AEU 77-78.
También tuvo una amplia trayectoria como feminista, por su preocupación y sensibilidad por la defensa de los derechos de las mujeres, siendo directora de la Unión Nacional de Mujeres Guatemalteca – UNAMG y Coordinadora del Consorcio Actoras de Cambio. Fue integrante del Grupo Asesor para la evaluación mundial sobre la implementación de la Resolución 1325 de la ONU sobre mujeres y seguridad.
Obtuvo un posgrado en Estudios de Género y en administración pública. También se dedicó a la escritura, haciendo aportes importantes para erradicación de la violencia contra las mujeres. destacando entre sus publicaciones “La erradicación de la violencia contra las mujeres y el papel de la Policía Nacional Civil”, “Caminos recorridos: luchas y situación de las mujeres a trece años de los Acuerdos de Paz.”, “Mujeres indígenas: clamor por la justicia”.
Su preocupación e interés sobre el papel de las mujeres y su papel en procesos de Paz, se muestra en sus escritos como en su trabajo, por lo que coordinó un proyecto de investigación “Acceso a la justicia para mujeres indígenas y campesinas en Colombia y Guatemala”.
Jeanette Asencio una de sus compañeras de UNAMG, en medio del dolor por su partida, dice que su legado se mantendrá. Ella explica que la organización pasó por tres momentos, la fundación, el exilio, y la reconstrucción, y que fue gracias al entusiasmo y compromiso político de Luz, en 1997 la agrupación inició su trabajo de nuevo en Guatemala, después de haber trabajado desde el exilio.
Jeannette la recuerda diciéndoles a sus compañeras que “es importante la militancia en el partido, pero nunca dejemos la organización de mujeres, porque es el espacio que nos permite empoderarnos para poder trabajar en los espacios mixtos.”
