Créditos: Nelton Rivera
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Por Prensa Comunitaria

Mientras miles de manifestantes de diversos pueblos indígenas, organizaciones sociales, colectivos urbanos, estudiantiles, sectores religiosos, empresarios, diversidad sexual, manifestaban desde distintos puntos del país en la jornada del #ParoPlurinacional, otros sectores hicieron un llamado a no sumarse a las acciones y no ceder a las presiones de solicitud de renuncia del presidente Alejandro Giammattei y la fiscal Consuelo Porras, bajo la consigna de preservar el orden, al Estado y la familia.

Entre esos sectores destacan comunicados como el del partido Unionista, en el que se comparten algunas demandas de la convocatoria al paro, sobre todo las relativas al manejo de la pandemia de coronavirus y la deficiente estrategia de vacunación, pero aclaran que limitar la libre locomoción con bloqueos “deslegitima a los organizadores y les confiere un carácter criminal a sus acciones”.

En el comunicado se pide a las autoridades que accionen en contra de quienes alteren el orden público y violenten derechos de otros ciudadanos. En las redes sociales también se posicionaron etiquetas como #YoNoParoYoTrabajo y hasta se colocaron mantas a favor de la fiscal general.

Álvaro Arzú, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, en su cuenta de Twitter, fue uno de los promotores de esta postura

Para Matilde Terraza, mujer maya ixil y consultora independiente, que participó desde esa región en las protestas ciudadanas, ese tipo de reacciones eran de esperarse y hasta naturales, “cuando una persona o un grupo se siente presionado o amenazado. Es natural algo así, en un grupo que siente que está a punto de perder el poder, específicamente porque las movilizaciones sociales tienen incidencia y pueden buscar los cambios”, indicó.

Para Terraza, las movilizaciones demostraron fuerza porque “se busca el cambio a un mejor país y porque no tenemos que vivir totalmente sumergidos en un sistema de corrupción que le cuesta ceder y reaccionar, y hasta le cuesta poner los pies sobre la tierra, porque ya no estamos en una época de terror como sucedió en el conflicto armado interno donde pueden amedrentarnos”.

A criterio de la entrevistada, esas declaraciones y discursos “son conservadores” y van encaminados a la población que no quiere involucrarse en los procesos políticos que atraviesa el país. “Lo hacen para hacer creer que tienen esa legitimidad, pero el significado es que todo lo que hacen es ilegítimo, porque la legitimidad de un gobierno se obtiene de un voto popular, pero ese voto ahora también se les está retirando”.

Terraza indicó que durante las movilizaciones “la gente que votó por ellos les está diciendo que han traicionado su confianza y por eso piden la renuncia, porque son más de lo mismo, de tanta corrupción que es la causa de la pobreza y hasta de la migración”.

¿Política en contra de movimientos de “desestabilización”?

El 15 de julio, Giammattei aprobó la Política Pública de Protección a la Vida y la Institucionalidad de la Familia 2021-2032 y declaró que en su mandato “la fe antecede a la familia”, por lo que indicó haría todo lo posible para que el Congreso la ratificara.

“Les pido su apoyo y que no nos dejen solos en esta lucha por la fe, que trae como consecuencia movimientos de desestabilización a la democracia para instalar un régimen que promueve un régimen que promueve el aborto y la agenda globalista en contra de los principios de nuestra fe religiosa”, solicitaba el presidente unos días antes de las movilizaciones ciudadanas del Paro Nacional del 29 de julio.

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La exdiputada Sandra Morán, integrante del Movimiento de Mujeres con Poder Constituyente, que también participó en las movilizaciones, opinó que este tipo de declaraciones y acciones son una manera de sostener un apoyo que tiene desde Israel y desde las iglesias conservadoras de Estados Unidos.

“Hay toda una línea transnacional en contra de cualquier avance en la lucha de las mujeres y de la diversidad sexual, sobre todo en derechos sexuales y reproductivos que tienen que ver juventud y con diversidad sexual”, indicó Morán.

En otros países y en Guatemala se cuenta con el apoyo de expresiones políticas que han ido creciendo y se han fortalecido. La política Pública de Protección a la Vida y la Institucionalidad de la Familia 2021-2032 es parte de las acciones que buscan frenar iniciativas a favor de las mujeres y la diversidad, además con otras acciones como la conformación del Frente parlamentario por la vida en el Congreso.

“Esta política es una contradicción a lo que estamos viviendo, si pudiéramos tomarla como una posibilidad de resolución de las problemáticas que se están viviendo estaría ad hoc con las necesidades, falta de inversión, salud, educación, entre otros, los abuelitos por ejemplo, también están sin mayor atención. Si fuera como una herramienta positiva sería importante, pero no es para eso”, agregó Morán.

Morán indicó que el reconocido #Pactodecorruptos, que también funciona desde el pleno del Congreso, busca encontrar legitimidad en estas acciones aparentemente a favor de la familia y la vida, porque se convierten en la voz política que empuja propuestas de mucha feligresía de iglesias evangélicas o católicas conservadoras, también de estructuras militares que se resistieron a la firma de los Acuerdos de Paz.

“Hay interés en mantener ese discurso porque al final lo que quieren es mantener la impunidad. Por eso lo sacan porque necesitan legitimarse y mantener el poder”, reiteró Moran.

En ese mismo sentido, Terraza indicó que “al hablar de la familia y de no aborto hacen un llamado sobre un tema muy sensible, pero el propio presidente se centra en atacar solo el efecto, pero no las causas. No puede defender la institucionalidad de la familia cuando se le niega la educación, la salud, vivienda, su desarrollo”.

Para la exdiputada fue importante que se hicieran visibles las acciones de otros sectores religiosos como los que se manifestaron ayer desde diversos puntos del país y desde la propia plaza de la Constitución, para lograr una crítica diversa.

Además, indicó que a su criterio, algún tipo de convocatoria de apoyo en ese sentido no contaría con el nivel de movilización y respaldo como el que se vivió en las jornadas del paro nacional del jueves 29 de julio.

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