Voluntad popular contra la impunidad

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Créditos: Miguel Ángel Sandoval
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Miguel Ángel Sandoval

El símbolo nacional contra la impunidad ha sido en estos últimos años la FECI y por supuesto, su cabeza visible, el fiscal Juan Francisco Sandoval. Digo fiscal, porque me niego a admitir la medida exabrupta e ilegal de destituirlo. Es un hecho que no podemos dejar pasar de brazos cruzados. Ya el viernes por la tarde-noche, decenas de manifestantes se dirigieron a la PDH para expresar su apoyo al fiscal Sandoval. Al tiempo que los 48 cantones, señalaron su disposición de paralizar el país. Este es el tamaño de la indignación que la remoción del fiscal de la FECI generó en cuestión de horas.


En el curso de las siguientes horas se han expresado diversas instancias y opiniones, una de ellas en un comunicado de contenido vigoroso es la Premio Nobel Rigoberta Menchú que demanda la restitución del fiscal Sandoval. Ese es un clamor nacional en este momento que escribo. La sociedad guatemalteca se expresa de esa forma. Nos corresponde hacer visible la indignación que ha provocado la medida ilegal y sobretodo, cargada de pésimos augurios.


Con la expulsión de la Cicig, la Feci tomo la estafeta justo donde la dejo el ente internacional. A partir de entonces, hemos visto son agrado, simpatía y apoyo del ms diversas formas, el trabajo de la Feci. Por ello, el símbolo activo de lucha en contra de la impunidad no puede retroceder, y, sobre todo, no se puede permitir que su figura más visible, el fiscal Sandoval sea apartado de su lucha en contra de la impunidad. Por ello es la reacción nacional en contra de la medida ilegal de la fiscal general.


Dicen los abogados “a confesión de parte, relevo de pruebas” con lo cual se señala que en casos evidentes no hace falta buscar más indicios. Es lo que ocurre en la actualidad: al momento de anunciar nuevas investigaciones en contra de corruptos, la fiscal remueve al símbolo de la lucha anticorrupción. No hace falta decir más. Está claro el mensaje.


A ello debemos oponernos con una movilización popular de la cual el país necesita, y sobre todo le urge. Es solo con expresión de la voluntad popular que se puede hacer retroceder a los corruptos y a quienes defienden a los corruptos. No hay otra salida democrática posible. Pero demanda de todos los guatemaltecos, hombres y mujeres, la decisión de salir por miles a las plazas para decir, queremos el fin de la impunidad, la corrupción y las medidas antidemocráticas. Hoy es el momento de las plazas, de la democracia con gente en las calles. Nos toca.

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