Artista maya Q’anjob’al se destaca en el dibujo y la pintura

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Créditos: Nicolás Alberto Juárez.
Tiempo de lectura: 5 minutos

Por David Diego Marcos.

“Ante la ausencia de apoyo de las instituciones de gobierno los jóvenes talentosos y perseverantes podemos salir de las adversidades a la que nos enfrentamos día a día con nuestras habilidades y conocimientos.”

Nicolás Alberto Juárez Nicolás de 32 años de edad nació en el municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, el 8 de junio de 1989 en el área urbana de ese municipio.

Desde su niñez, cuando estaba cursando el tercer grado de educación primaria, siempre le gustaba dibujar caricaturas que estaban de moda, como Dragon Ball Z, Goku, entre otros dibujos animados.

Nicolás empezó a dibujar y practicar sobre las caricaturas, una actividad a la que dedicaba gran parte de su tiempo. En la adolescencia, al cursar el ciclo de educación básica empezó a dibujar rosas, flores en estilo bodegón, entre otros dibujos. En el 2006 fue a estudiar a la cabecera departamental de Huehuetenango donde conoció a un amigo que dibujaba bastante bien, por lo que tuvo que seguir practicando para mejorar sus habilidades y conocimientos. En esa época empezó a participar en concursos de dibujos y dibujaba en sus tiempos libres.

En el 2009 se graduó de maestro de Educación Bilingüe Intercultural y en 2011 trabajó como maestro durante un año. Cuenta que recibía un salario muy bajo y por circunstancias que desconoce ya no fue contratado para el siguiente ciclo, por lo que se  vio en la necesidad de buscar nuevas oportunidades y generar sus propios ingresos para su sustento económico por lo que estableció un café internet que le generara ingresos.

El entrevistado cuenta que cuando no había clientes en su negocio de internet empezaba a dibujar. Todas sus piezas las guardaba en un cajón porque dibujaba a diario. Recuerda que un día, una de sus sobrinas llegó a ayudarlo a ordenar el local, mientras él realizaba un mandado. Cuando regresó ella había ordenado el negocio y colgó en la pared los dibujos que él tenía guardados.

Nicolás añade que le dijo a su sobrina que no se hubiera molestado en colgarlos porque el negocio era un centro de internet y no un espacio para eso, pero ella le respondió que eran dibujos muy bonitos y que no deberían estar guardados.

Días después, Nicolás cuenta que un señor pasó por el café internet y se quedó viendo los dibujos colgados en la pared. En aquellos tiempos los dibujos que él elaboraba los regalaba y lo más que cobraba por un dibujo eran cinco quetzales, en papel tamaño carta.

Dice que él mismo menospreciaba su trabajo y no lo valoraba, tanto así que se quedó asombrado cuando el señor que veía los dibujos colgados le preguntó si estaban a la venta y añadió que le encantaban, haciendo énfasis en que ese tipo de trabajo artístico lo había observado en Sololá, Panajachel y Antigua Guatemala y entre otros lugares.

El señor insistió para que Nicolás le vendiera uno de sus dibujos, que él le ofreció en 35 quetzales, pensando que sería un precio elevado y desmotivaría al señor para la compra. Para su buena sorpresa el señor le respondió que eso era arte muy bonito y le dijo “usted no menos precie su talento, yo le voy a pagar 50 quetzales por cada dibujo” indicó al llevarse dos dibujos, uno del actor mexicano Cantinflas y el otro del reconocido revolucionario Ernesto Che Guevara.

Nicolás siguió dibujando y colgaba sus piezas en la pared. Poco a poco comenzaron a llegarle pedidos y desde ese momento comenzó a ver en el arte del dibujo y la pintura un trabajo que hasta la fecha le genera ingresos económicos.

Poco a poco, al incrementar la demanda y al recibir comentarios de sus propios clientes que le decían que su trabajo lo estaba dando muy barato elevó un poco sus costos y ahora rondan entre los 75, 100 y 300 quetzales por cada dibujo.

En una oportunidad, hizo un dibujo grande del cantante guatemalteco Ricardo Arjona y cuenta que no duró ni dos horas colgado en la pared, cuando pasó otra persona que sin pensar le pagó los 300 quetzales.

En la actualidad Nicolás vende sus dibujos a nivel municipal, departamental, nacional e internacional. Ha vendido su trabajo en los Estados Unidos y la mayor parte de su obra se ha enfocado en los retratos, por lo que es considerado un retratista.

En algunas oportunidades ha sido invitado en concursos de dibujos, también fue jurado calificador en una actividad realizada en el municipio de San Pedro Soloma, donde también expuso sus dibujos y pinturas.

El artista cuenta que no ha recibido algún tipo de apoyo por parte de las instituciones del Estado ni municipales, solo de sus seres queridos y amigos.

Entre otras de las actividades que ha impulsado en el municipio comenta que en una ocasión organizó un concurso de canto donde los interesados debían grabar un video con su celular cantando, acompañados de algún instrumento musical y debían enviárselo por WhatsApp, posteriormente se iba a seleccionar a los ganadores que serían remunerados con dinero en efectivo para incentivar a los jóvenes y señoritas en las artes, pero cuenta que nadie participó en la convocatoria y algunos interesados en participar le expresaron que llevaba tiempo ensayar por lo que ya no les interesaban iniciativas como las que él organizó.

La pandemia de coronavirus también afectó las actividades de Nicolás. “La COVID-19, sin duda vino a afectar seriamente en la vida cotidiana de los guatemaltecos. Yo me dedico a tres actividades o trabajos, entre ellos filmación de videos o eventos, hago fotografía, dibujos y pintura, los cuales se han visto afectado bastante por la pandemia. La seguridad sanitaria, las restricciones a los contagios, eso bloqueó el trabajo que hago y en tiempos de pandemia todos están mal económicamente y eso disminuyó mi trabajo y los ingresos económicos. Aunque va mejorando la situación”, puntualizó el artista.

Fotografías: Nicolás Alberto Juárez.

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