La lucha de Colombia

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Créditos: Kajkoj Máximo Ba Tiul
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Kajkoj Máximo Ba Tiul[1]

El monstruo latinoamericano está despertando y echando fuego. Un volcán en llamas ha acumulado fuerza en sus entrañas y la tira por todos lados. Así el pueblo latinoamericano comienza a cobrar fuerza para derribar a su gran enemigo. Solo el pueblo en movimiento es la alternativa para limitar la actitud voraz del imperio norteamericano y su sistema capitalista neoliberal.

La esperanza siempre ha estado en los pueblos, a pesar de llevar sobre su espalda la economía del país sin ser beneficiados.  Pueblos que padecen la pobreza, la desnutrición, la falta de educación, trabajo, de vivienda, despojo de tierras y territorios. Constituidos por hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes, ancianos y ancianas. Pueblos mestizos, ladinos, indígenas, mayas, quechuas, guaraníes, mapuches. Rebeldes. Dispuestos a dar la vida para construir el futuro de quienes van atrás.

Ayer fue Cuba, Vietnam, Corea, China, Nigeria, Haití, México, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile.  Hoy es Colombia.  No debemos dejarla sola, como se hizo con Vietnam, que magistralmente lo manifestó  el Che Guevara en su mensaje a  la Tricontinental: “Vietnam, esa nación que representa las aspiraciones, las esperanzas de victoria de todo un mundo preterido, está trágicamente solo. Ese pueblo debe soportar los embates de la técnica norteamericana”. 

La lucha debe ser continental, porque el enemigo es uno solo. Es el imperio norteamericano y su modelo neoliberal. Los enemigos de la libertad y la democracia son quienes se reunieron esta semana en la 51 Conferencia del Consejo de las Américas y en el foro organizado por IID en Miami[2], para despotricar en contra de los pueblos que luchan por su liberación o que mantienen su dignidad, como Cuba[3].  El imperio cuenta con sus alfiles: Almagro, Montaner, Quiroga, Duque, Piñera, Bolsonaro, Macri, Guaidó, entre otros. 

A estos alfiles, como las burguesías criminales y corruptas locales y regionales, no les conviene que los pueblos se levanten y exijan libertad y dignificación. No les importa la democracia ni el Estado de derecho. Cuando los pueblos se levantan, como hoy en Colombia, su primera acción fue sacar a grupos militares y paramilitares a masacrar al pueblo, armarse hasta los dientes, porque es mucho más fácil que el imperio les mande armas que vacunas para contener la pandemia o comida para resolver el hambre[4]

Después rompen relaciones con pueblos soberanos que no han querido ser condescendientes con la política norteamericana. Así lo hizo Bolivia con Aynez, Argentina con Macri y Bolsonaro en Brasil; este último expulsó a la brigada médica cubana y Duque declara persona non grata a miembros del  cuerpo diplomático cubano[5].

Estas acciones de gobiernos esbirros, son una injustificada acción para desviar la atención de la comunidad internacional y la sociedad nacional sobre la “represión violenta de las fuerzas militares y policiales en contra de las manifestaciones”[6], que en el caso de Colombia, ha provocado muertos, heridos, desparecidos, detenidos, mujeres violadas, como continuidad de la gran represión desarrollada contra pueblos indígenas y movimientos sociales después de la firma de la paz con la FARC-EP.

No hay duda de que el gobierno norteamericano tiene puesto su dedo en esta represión a través del grupo de Lima. No solo pretenden desmovilizar al movimiento colombiano, sino a distraer la atención sobre las elecciones de Perú, en donde el indígena Pedro Castillo compite por la presidencia contra Keiko Fujimori y, como pasó en Ecuador que inclinaron la balanza a favor de Lasso, están pensando inclinarlo con Fujimori, sin importar que su padre este en la cárcel por una masacre perpetrada en 1991.

La muerte, la pobreza, la desnutrición, la explotación, la represión está en su máxima expresión, entonces, la rebelión debe madurar aceleradamente, para darle la estocada final al neoliberalismo. Como dice el Che Guevara: “Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión; hacerla total.  Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles, y aún dentro de los mismos: atacarlo dondequiera que se encuentre; hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite.  Entonces su moral irá cayendo”[7].

Parafraseando al Che: ¡Cómo podríamos mirar el futuro de América Latina, si dos, tres, muchos Colombia florecieran en un mismo momento”!. “Y si todos fuéramos capaces de unirnos, para que nuestros golpes fueran más sólidos y certeros, para que la ayuda de todo tipo a los pueblos en lucha fuera aún más efectiva, ¡qué grande sería el futuro, y qué cercano!”.

¡Fuerza Colombia!, estamos con ustedes


[1] Maya poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, profesor universitario de Guatemala.

[2] https://www.swissinfo.ch/spa/latinoam%C3%A9rica-democracia–previa-_moreno–almagro–duque-y-pi%C3%B1era-intervendr%C3%A1n-ma%C3%B1ana-en-foro-pro-democracia/46590160, visto última vez el 7 de mayo de 2021.

[3] http://www.granma.cu/mundo/2021-05-05/preocupacion-el-cinico-papel-de-ee-uu-en-el-guion-de-turno-contra-cuba-05-05-2021-22-05-04, revisado última vez el 7 de mayo de 2021.

[4] https://desinformemonos.org/las-nuevas-armas-del-terror-policial/, visto última vez el 7 de mayo de 2021.

[5] http://www.granma.cu/mundo/2021-05-07/cancilleria-cubana-rechaza-decision-de-colombia-de-declarar-persona-non-grata-a-uno-de-sus-diplomaticos-07-05-2021-12-05-56, visto última vez el 7 de mayo de 2021.

[6] ibidem

[7] Mensaje del Che a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental: “Crear dos, tres… muchos Vietnam”, Cuba, 1967.

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