El Cementerio general de Santa Eulalia llega a su nivel máximo

COMPARTE

Créditos: David Diego Marcos.
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por David Diego Marcos

El cementerio general del municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango se encuentra al límite de su capacidad, debido a que ya no hay lugar para que la población entierre a sus seres queridos, lo que genera preocupación, tanto en la ciudadanía como en las autoridades comunitarias.

Ante est situación, algunas autoridades comunitarias han encaminado esfuerzos para adquirir terrenos y convertirlos en cementerios comunitarios o comunales, donde se pueda dar cristiana sepultura a los difuntos.

Foto: David Diego Marcos.

Las acciones comunitarias han resuelto por el momento las graves preocupaciones de la población, en tanto que el caos se sigue concentrando en el casco urbano, debido a que los cantones aledaños al centro del municipio carecen de un lugar específico que pueda sustituir al cementerio actual. Tampoco existe un plan por parte de las autoridades municipales, para encontrar una solución inmediata al problema.

Foto: David Diego Marcos.

El malestar de la población es cada vez más visible, principalmente porque muchas autoridades municpales, como la acutal administración, han ofrecido durante sus campañas políticas, la construción de un nuevo cementerio, pero al llegar al poder se queda en el olvido.

Además de la sobresaturación del lugar, también se han invadido pequeños pedazos o predios familiares, que suelen adornar cada primero de noviembre, en el Día de los
Santos. Este extremo ha provocado conflictos y se ha llegado a denuncias ante el Ministerio Público o al juzgado de asuntos municipales.

Foto: David Diego Marcos.

La conflictividad se ha traducido muchas veces en insultos, agresiones físicas y verbales. Además, a esto se suma el acaparamiento de espacios por favores políticos y recursos económicos. En anteriores adminstraciones se podía solicitar en la comuna un documento que respaldaba el derecho a un espacio para adornar el Día de los Santos, a un costo que ronda los 500 quetzales, lo que depende del espacio a ocupar. Algun tiempo esto fue práctico, pero con el tiempo generó problemas, porque se duplicaba la autorización.

Finalmente, la población ha pedido a. las autoridades municipales tomar accioens inmediatas para encontrar una solución y evitar confrontación entre vecinos del mismo pueblo, ya que tienen la obligación de velar por el bienestar y armonía de los habitantes.

COMPARTE