Policía traslada a Jeanine Áñez a La Paz, Bolivia, tras su arresto en Beni

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Créditos: @FreddyteleSUR
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por teleSur

Áñez arribó a las 03H45 al hangar de los “Diablos Negros”, de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, fue trasladada este sábado a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en La Paz, donde se le tomará declaración por el caso del golpe de Estado de 2019. 

Las autoridades bolivianas confirmaron este sábado que la exmandataria de facto fue trasladada a La Paz en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana, bajo un fuerte despliegue de seguridad, tras haber sido detenida en Trinidad, capital departamental del Beni.

El viernes se conoció de los mandamientos de aprehensión contra Áñez y sus exministros Yerko Núñez (Presidencia), Arturo Murillo (Gobierno), Luis Fernando López (Defensa), Álvaro Coimbra (Justicia) y Rodrigo Guzmán (Energía). Y se activaron operativos.

Coimbra y Guzmán fueron detenidos y trasladados posteriormente a la ciudad de La Paz para que brinden sus declaraciones a la Fiscalía. No se sabe el paradero de Núñez, mientras Murillo y López están también prófugos y huyeron a Estados Unidos.

Áñez arribó a las 03H45 al hangar de los “Diablos Negros”, de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), ubicadas en la avenida Juan Pablo II de la ciudad de El Alto y llegó a la FELCC cerca de las 04H50, fuertemente escoltada por uniformados de la Policía Boliviana.

“Como exmandataria tengo una situación particular, pero así es el abuso, así es el atropello. Esta aprehensión es abusiva, abusiva”, se limitó a decir Áñez, visiblemente afectada.

Esta madrugada el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, negó que se trate de una “persecución política”. “Hay que dejar en claro que este Gobierno democráticamente electo no está persiguiendo políticamente a nadie, lo que está haciendo es que exista justicia en nuestro país”, indicó.

Áñez está acusada de los delitos de sedición y terrorismo durante la crisis de 2019 que derivó en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia, luego que el mandatario ganó en primera vuelta las elecciones generales de octubre de hace dos años.

No obstante, la oposición de derecha, junto a fuertes aliados como la Organización de Estados Americanos (OEA), el ejército y la policía boliviana, auspiciados por Estados Unidos, llevaron a cabo un golpe de Estado para derrocar a Morales y obligarlo a salir del poder.

A más de un año y cuatro meses de la asonada golpista se conocen demasiado detalles de cómo se llevó a cabo la operación para derrocar a Morales, mientras Áñez dejó el cargo usurpado el mes de noviembre de 2020 tras el triunfo en las urnas de Luis Arce.

La investigación radicada en la Fiscalía de La Paz responde a una denuncia presentada por la exdiputada Lidia Patty, quien acusó al opositor Luis Fernando Camacho, así como a exjefes militares o policiales, por los sucesos que llevaron a la renuncia de Morales.

Asimismo, se ordenó aprehender a Palmiro Jarjuri, quien era comandante de la Armada; Jorge Gonzalo Terceros, excomandante de la Fuerza Aérea; y el general Gonzalo Mendieta, excomandante del Ejército.

El miércoles 10 de marzo, las autoridades detuvieron al exlíder militar Flavio Arce San Martín, quien se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Ejército de Bolivia 

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