Johana Samayoa: “Hubo momentos en que nos sentimos solos y abandonados”

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Créditos: La doctora Johana Samayoa fue la primera profesional de la salud en ser vacunada en el Hospital Roosevelt. Foto Cortesía Hospital Roosevelt
Tiempo de lectura: 6 minutos

Por Regina Pérez

La doctora Johana Samayoa fue la primera profesional de la salud en recibir la vacuna contra la covid-19 en el Hospital Roosevelt, el pasado 25 de febrero.

Ella es médica internista, con una maestría en Infectología y trabaja en el Hospital Roosevelt desde el 2002, donde hizo el internado y el externado, “vivo más aquí que en mi casa”, indicó. Samayoa señaló que desde pequeña quiso ser médica por su abuela materna, quien era enfermera en el Hospital San Juan de Dios.

Samayoa es jefa de la Unidad de Atención Integral contra el VIH y desde hace casi un año es jefa del servicio del área de covid-19 para adultos.

En esta entrevista cuenta cómo fue combatir la pandemia, la impotencia que generó en el personal de salud enfrentar una enfermedad cuyos efectos no se podían revertir, razón por la cual en algunos momentos se sintieron solos y abandonados.

De acuerdo con cifras del Hospital Roosevelt, en esa institución laboran 3,753 personas. Con la primera entrega de vacunas contra la covid-19 realizada la semana pasada, tras una donación de Israel, se vacunó a 686 personas del personal de salud que trabaja directamente en las áreas de atención a la pandemia. Además, un grupo de la institución, aproximadamente 400 personas, ha informado su decisión de no vacunarse, informaron las autoridades del Hospital.  

En dicha institución hay tres áreas destinadas a covid-19, el de adultos, pediatría y ginecobstetricia. Durante los peores meses de la pandemia, personal y el director de dicho Hospital expusieron que había sido rebasado en su capacidad humana para atender a los pacientes, también se denunció la falta de equipo para trabajar.

Médicos del Hospital Roosevelt demandaron este año a las autoridades de Salud agilizar la vacunación contra la covid-19, empezando por el personal que está en la primera línea, ya que mientras otros países están avanzando en la inmunización, en Guatemala ni siquiera han llegado las dosis compradas mediante el mecanismo COVAX. También manifestó que desconocen con detalle cómo se hará el proceso de vacunación.

Samayoa es jefa del área de Covid para adultos en el Hospital Roosevelt. Foto cortesía Hospital Roosevelt.

Al cierre de esta entrevista, había 26 pacientes ingresados por covid, 23 en el área de adultos y 3 en el área pediátrica. El 85 por ciento está en situación crítica.

Según el Ministerio de Salud, desde que inició la emergencia por la covid-19 han muerto en Guatemala 6 mil 435 personas por la pandemia.

¿Qué representó para usted enfrentar la pandemia de la covid-19 en primera línea?

Se podría decir que son sentimientos encontrados, fue algo que nadie se esperaba, nadie estaba preparado para esta situación. Fue algo difícil tanto para mi persona como para todo el equipo que ha estado trabajando con covid-19.

¿A nivel personal y profesional cuáles son los mayores retos que tuvo que superar?

A nivel profesional tuvimos que estar atentos a los documentos nuevos, a leer, esto cambiaba cada semana. Lo que era conocido para nosotros en una semana, en la semana y media ya era otra situación. Estuvimos activos académicamente para poder estar al día, en la medida de lo que permitía el sistema de salud, con tener acceso a los medicamentos o las estrategias, ir  revisar, a documentar o actualizar los protocolos.

A nivel personal, creo que todas las situaciones nos hacen madurar o crecer. En este caso me ayudó a tener tolerancia y a poder valorar cada cosa que tenemos porque sí fue complicado porque el miedo saca lo mejor y lo peor de muchas personas. Hubo momentos en que nos sentimos solos y abandonados, pero tambien nos ayudó a ser tolerantes y a comprender que no todos podemos reaccionar de la misma forma ni tampoco podemos esperar que todos reaccionen de la forma en que nosotros quisiéramos.

Creo que al final todos hemos dado lo mejor que podemos en los diferentes aspectos, el valorar y saber dar lugar a los que son ejes en nuestras vidas, tanto en lo personal, lo familiar y lo laboral.

¿Por qué indica que hubo un momento en que el personal de salud se sintió solo y abandonado?

Porque mirábamos morir  a la gente y no podíamos hacer nada más. Esa parte es difícil. Hay momentos en los que uno siente que está solo pero realmente no está solo. Es esa sensacion de impotencia de que en la enfermedad hay cosas que no vamos a poder controlar, no vamos a poder revertir, esa sensación de no poder hacer más. Porque el equipo que estaba conmigo, todos nos apoyamos, yo creo que hemos logrado trabajar y hacer muchas cosas.  

Usted fue la primera doctora en ser vacunada en el Hospital Roosevelt. ¿Para ser elegida, le informaron por qué o cómo fue el proceso?

No hubo un proceso. A mí me ubicaron, al grupo de primera línea, mi gente, somos un montón, solo nos dieron la calendarización y me pidieron que llegara el jueves. Me avisaron en la tarde que iban a vacunarnos, iba un grupo, ya los demás grupos fueron el viernes. En ese momento me dijeron que iba a ser la primera.  

¿Tiene personas a su cargo en el Hospital?

Soy la jefa de de Unidad de Atención Integral de VIH y, aparte, soy la jefe del servicio covid de adultos. Ahorita se conformó un servicio en donde ingresan todos los pacientes adultos, tanto de cirugía, como de ortopedia y medicina.

Soy la responsable de ese servicio por parte del departamento de medicina interna.  

¿Eso en cierta manera no aumenta la carga laboral?

Sí, pero tengo mucha gente que trabaja conmigo que me apoya, entonces lo hemos ido sobrellevando. Si lo sobrellevé en los meses más difíciles, que fueron de marzo a julio, hasta que me enfermé, luego lo seguí sobrellevando en agosto, no es algo nuevo. Talvez estamos más organizados pero los dos servicios los llevé durante casi un año.

¿Usted se enfermó de covid-19? ¿Cómo fue esa experiencia de padecer la enfermedad?

Sí, en julio de 2020. Fue un poco complicado, fue difícil, tuve muchos síntomas, me quedé en casa. Pero tuve el apoyo de la gente que está aquí conmigo en la Unidad, todos estuvieron pendientes, no me dejaron, me monitorizaban desde donde estaba, pedían fotos de la saturación, llamaban para ver como había amanecido, me mandaban a dejar comida. Porque en mi casa vivo sola con mis dos hijos, porque mi esposo es neurocirujano, pero él está en Petén. No se podía venir. El se quedó sin venir desde marzo, pudo volver a venir en octubre y luego hasta diciembre

Uno de los problemas que los profesionales de la salud han tenido durante la pandemia fue la falta de equipo e insumos para poder hacer frente a la crisis sanitaria. ¿Esta situacion persiste?

No, yo creo que realmente no tuvimos falta de equipo. El Hospital se preocupó porque el personal que estaba designado a las áreas covid-19 tuviese el equipo de protección. Puedo decir que es el único Hospital que le dio máscaras a su personal. No en el momento sino conforme esto fue avanzando.

Continúa el abastecimiento, las áreas covid-19 nunca se han quedado sin el equipo. Se hace el cambio de las máscaras, de los filtros. Sí hubo momentos difíciles. Creo que lo más difícil fue, por ejemplo, cuando se acababa el oxígeno, porque era algo que nadie esperaba, nadie podía prever. Había momentos en que el tanque, dependiendo de lo que consumiera de oxígeno, se acababa en dos horas.

Eso creo que ningún hospital del mundo lo había previsto pero gracias a Dios se fueron creando las soluciones, se colocaron tomas portátiles, eso no es que inmediatamente esté. El equipo de protección que está a mi cargo en el área de covid nunca les hizo falta.

Samayoa, quien se enfermó de Covid en julio de 2020, resalta el apoyo que recibió de su equipo. Foto cortesía Hospital Roosevelt

¿Cuál es la situacion actual del personal de salud en el Hospital Roosevelt del área de covid-19?

Estamos todos trabajando. Tengo personal asignado en el área de adultos, ya que hay áreas covid tanto en la pediatría como en la maternidad. No puedo generalizar sobre esas áreas. El personal que está destacado en el área covid-19, no hemos tenido ningún problema, siempre tenemos comunicación, trato de estar pendiente, paso visita tres veces a la semana, tengo jefes designados. Estamos laborando y haciendo el esfuerzo mejor posible con los recursos que tenemos asignados.

Hay un tema del que casi no se habla y es sobre la salud mental de los profesionales de la salud. ¿Considera que existe suficiente atencion en ese aspecto? 

Creo que es algo que es muy importante. Existe un programa de salud mental del Hospital, elaboraron algunas encuestas, hicieron algunos grupos, recibían mensajes y han estado al pendiente, no son muchos, pero sí creo que es algo que se debe valorar y fortalecer. Yo creo que el departamento de salud mental tiene algunos programas o proyectos, creo que hay que fortalecerlo.

¿Cuál es su visión en los próximos meses de la pandemia, cuáles serían los desafíos?

No sé si ya pasamos lo peor. Esperaría que sí. creo que ya estamos más preparados, más organizados y muchas personas asumen y se dan cuenta que era mejor convivir con el virus que es lo que estamos viviendo ahora, de que sea parte de una de las atenciones que da este Hospital y que no es la prioritaria, es como todas las enfermedades.

Todos los pacientes que acuden acá por cualquier situación, son igual de importantes, no hay ninguno que sea mayor que el otro. Colocarlo como una parte de lo que nosotros tenemos que atender.

Creo que es cuestión de que la gente siga tomando conciencia, que sigan tomando las medidas de distanciamiento, seguir aplicando todo lo que estamos haciendo hasta que se logre la vacunación universal y recuperar mucha parte de lo que era nuestra vida.  

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